Con la finalidad de dar a conocer a los humoristas gallegos al resto del mundo, se estableció en la Casa de la Cultura de Fene, en 1984, el Museo do Humor de Fene (Museo del Humor de Fene), abanderado por uno de sus mayores impulsores: el dibujante Xaquín Marín. En este centro, que cuenta con dos espacios dedicados en exclusiva al cómic y al humor negro, se exhibe la obra de dibujantes como Chumy Chúmez, Gallego y Rey, Forges, Gila, Miguelanxo Prado, Siro, Luís Davila, Pinto&Chinto o Leandro Barea, entre otros.

En Cerceda se encuentra un curioso museo inaugurado en 1994 dedicado a los mouchos. Esta exposición interactiva cuenta con más de cinco mil piezas en las que el ave nocturna es protagonista, ya sea en figuras, cuadros, esculturas, piezas de joyería o todo tipo de artes decorativas. Además, en las instalaciones del Museo do Moucho existe una biblioteca y una videoteca donde es posible documentarse por completo sobre este animal.

El Museo Galego da Marioneta abrió sus puertas en el año 2001, gracias a la colaboración del ayuntamiento de Lalín y la compañía Viravolta Títeres. Desde el año 2014, su ubicación se encuentra en el Pazo de Liñares, inmueble declarado Bien de Interés Cultural. El museo expone marionetas de todas las épocas, carteles, máscaras de carnaval y gigantes y cabezudos, que harán las delicias de los más pequeños si nos acompañan en la visita.

En la localidad de Ordes (A Coruña) vale la pena visitar el Museo do Traxe Juanjo Linares (Museo del Traje Juanjo Linares), en funcionamiento desde el año 2010. En él se exponen alrededor de doscientos cincuenta trajes de los más de mil que el bailarín, coreógrafo, folklorista y maestro de danza Juanjo Linares (1933-2009) donó a la Fundación que lleva su nombre. Entre ellos, se encuentran trajes de boda del siglo XIX, algunos de artistas como Rocío Jurado, Antonio Gades y Anita Delgado, y aquellos utilizados en diversas profesiones y ceremonias. El traje más antiguo que se conserva en él es del siglo XVII.

En el año 2000, el Ayuntamiento de Burela adquirió un antiguo barco boniteiro y lo convirtió en un museo en el que salvaguardar el patrimonio marítimo, al tiempo que añadía un nuevo punto de atracción turística. El Barco Museo Boniteiro «Reina del Carmen», que se encuentra atracado en el muelle de Burela, puede visitarse por completo, con lo que aprenderemos cómo se desarrolla la vida a bordo, además de exponerse métodos artesanales de pesca y artes de arrastre, entre otros.

Después de que Alberto Oro Claro donara su colección formada por más de seiscientos juguetes al ayuntamiento de Allariz, el consistorio fundó el Museo Galego do Xoguete (Museo Gallego del Juguete) en 1995. Muchos particulares han seguido asimismo donando piezas, por lo que, en la actualidad, el centro cuenta con alrededor de mil quinientos juguetes. Un futbolín inglés femenino de 1917, casas de muñecas, juguetes bélicos, juegos de mesa y proyectores de cine son algunos ejemplos de lo que nos podemos encontrar si vamos a visitarlo.

Para todos aquellos a los que nos fascinan los trenes, la visita al Museo del Ferrocarril de Galicia es toda una experiencia. Ubicado en Monforte de Lemos (Lugo), e inaugurado en el año 2001, ocupa las antiguas instalaciones ferroviarias de la localidad. Destacan en su colección la locomotora eléctrica 7722 de fabricación inglesa, la locomotora 10806, la locomotora 1800 y la Mikado 141F 2111.

No podemos dejar de visitar, en Ourense, el Museo Internacional de Cornamusas, dedicado a este instrumento. Gaitas y cornamusas de todo el mundo se exhiben en este lugar, de forma que podemos conocer de forma detallada su evolución. Junto a ellas también se exponen otros instrumentos populares, como la zanfona y el organistrum, además de representaciones iconográficas de monasterios y catedrales que ayudan a completar la información histórica de todos ellos.

En Ourense, se encuentra una de las colecciones de trenes, escala H0, más importantes de Europa. Todo empezó cuando el madrileño Manuel Fernández Pacheco comenzó a coleccionar en 1955 trenes de juguete, después de que su padre le regalara el primero. Años después, donó todos los que había atesorado a la Diputación de Ourense, con la condición de que fueran expuestos al público de forma permanente. Así, en COFEPO Colección de Trenes Fernández Pacheco Outeiriño, pueden contemplarse más de cuatro mil piezas, distribuidas de forma cronológica para disfrutar de todas ellas sin perdernos su evolución e historia.

En todo este recorrido por Galicia de centros museísticos curiosos e interesantes, no podemos olvidar la Casa de la Troya (A Casa da Troia), en Santiago de Compostela. Si queremos comprobar cómo vivían los universitarios, a finales del siglo XIX, en una pensión de estudiantes, solo hemos de acudir a ella.

Este hospedaje funcionó como tal entre 1886 y 1906, y pasó a la fama gracias a la novela La Casa de la Troya de Alejandro Pérez Lugín. El museo abrió sus puertas, después de su rehabilitación, en el año 2008, y pueden recorrerse en él estancias como los dormitorios, la sala, el comedor, la cocina y el sótano. Exhibe asimismo instrumentos musicales y objetos relacionados con las tunas universitarias, y cuenta con una estupenda biblioteca histórica.