Aquí puedes comer, aunque no vayas a dormir. Disfruta de la campiña, aléjate del asfalto y escucha la naturaleza. Y siempre alrededor de una buena mesa. Un lujo de gastronomía en el mejor entorno
16 may 2021 . Actualizado a las 22:49 h.Olvídate por un momento del tráfico, el ruido y las aglomeraciones. Siéntate y disfruta. Ocupa una las mesas y quédate en silencio. Solo tienes que ver el maravilloso paisaje que tienes ante ti y escuchar. Puedes oír el gorgoteo del río Miño o las olas que se rompen en la orilla de la coqueta ría de Lires o en la maravillosa ría de Aldán. Quédate así unos minutos y sabrás que esto es el lujo con mayúsculas. Aire libre y puro, naturaleza y una gastronomía de diez. ¿Se puede pedir más? Te presentamos algunas de las casas rurales en las que te chuparás los dedos, porque no necesitas alojarte en ellas para disfrutar de todo lo bueno que te ofrecen.
VISTAS AL MIÑO
Fervenza Casa Grande & Restaurante es una de esas joyas que se encuentran en un enclave excepcional. Situado en el centenario bosque de A Fervenza, a orillas del río Miño, en el ayuntamiento lucense de O Corgo, esta antigua casa molino totalmente rehabilitada tiene las puertas abiertas para los amantes de los lugares con encanto. Nueve son las habitaciones que tiene este establecimiento — siete dobles con baño y dos familiares—, que cayó en manos de Ramiro López hace apenas dos años, tan solo unos meses antes de la pandemia. Su experiencia en el sector le hizo ver que tenía que sacarle todo el partido posible al restaurante y acertó: «Lo normal es que los huéspedes prefieran desayunar y cenar aquí, pero al mediodía aprovechan para hacer turismo».
Así lo hizo y ahora durante el fin de semana puede dar comidas a cincuenta o sesenta personas: «Fue poquito a poco. Pero estamos muy contentos porque tenemos a gente muy joven en la cocina que lo está haciendo muy bien». En este rincón gastronómico puedes comerte un buen plato de ternera gallega o un bacalao, entre otros muchos manjares, mientras contemplas las maravillosas vistas al río Miño. Pocos sitios pueden presumir de algo así. La cocina es tradicional, pero siempre intentan darle un toque divertido y actualizado, aunque no faltan los platos de toda la vida, como la empanada, las fabas de Lourenzá o los huevos fritos con jamón, patatas y pimientos.
Cuenta también con un salón para organizar eventos. Y dispone de piscina, aunque hay quien aprovecha para darse un chapuzón o mojarse los pies en el río en una zona que hay muy cerca de este enclave maravilloso.
Este lugar es tan especial que no sorprende que haya sido escenario de series tan conocidas como El desorden que dejas (Netflix): «Sí, también sirvió para grabar el spot publicitario del Otoño Gastronómico patrocinado por la Xunta o aquí también se grabó uno de los programas de El señor de los bosques, de La 2». Salta a la vista que es un enclave de película.
EN EL VALLE DE O SALNÉS
Quinta de San Amaro no es exactamente una casa de turismo rural. O sí. Poco importa. Más allá de lo que dicte su categoría fiscal, es un espacio que conjuga la oferta de alojamiento y gastronómica en un entorno eminentemente rural, como es el corazón del valle de O Salnés (Pontevedra). Un entorno con el que sus propietarios se sienten profunda y sinceramente comprometidos, hasta el punto de haberse convertido en uno de sus principales prescriptores. Si una palabra define Quinta de San Amaro es encanto. Y no solo porque haya recibido en dos ocasiones el premio al mejor hotel con encanto de España concedido por el portal Rusticae. Sino porque realmente el encanto lo invade y lo impregna todo. Ni un solo rincón queda ajeno a él. Y damos fe de que hay unos cuantos.
Tampoco la cocina escapa a ese carácter, que Nacho Crespo, copropietario de Quinta de San Amaro, resume en tres palabras: «Calidad, amabilidad y servicio». La cocina de este establecimiento no precisa de artificios para deslumbrar. Lo hace desde la sencillez, la cercanía y el respeto, gracias a platos en los que se combina la sabiduría de la cocina tradicional con leves toques de creatividad e innovación. Una cocina de mercado que aprovecha en cada momento y en cada temporada lo que tiene a su alrededor, que, desde luego, no es poco. Ahí están para corroborarlo propuestas como
la tempura mixta de verduras y langostinos, el arroz con vieiras y pulpo, el bacalao confitado con jamón ibérico y crema de Galmesano o el solomillito de ibérico con puré de castañas, compota de manzana y cebolla confitada. Y todo ello presentado con una puesta en escena impecable. «Creemos que la atmósfera que se crea en torno a la comida también es importante», comentan. Y vaya si lo es. Quinta de San Amaro ofrece a los comensales un coqueto comedor con un soberbio ventanal que se abre al valle. Y tres no menos soberbias terrazas: una bajo la parra, otra en el porche y otra tercera, cubierta, en la pérgola, junto a su icónico hórreo acristalado.
AL PIE DE LA RÍA DE LIRES
Lires es la ría más «pequerrechiña» de Galicia. Pero no por ello es la que menos encanto tiene. Todo lo contrario. Situada en una de sus márgenes se encuentra Liresca (Lires no Camiño), esta casa rural de Cee que no te dejará indiferente y que se encuentra en la prolongación de la ruta xacobea que va de Fisterra a Muxía. Lo que más te sorprende es la arquitectura de la casa, que aúna magistralmente tradición y modernidad. «Era unha casa que estaba en ruínas, pertenceu aos meus avós maternos. E fixemos unha rehabilitación integral, de tal maneira que mantivemos a estrutura da casa emulando as casas tradicionais galegas, pero coa vantaxe de que ten todas as comodidades dunha casa moderna. É eficiente enerxeticamente, ten aerotermia, chan radiante...», explica su dueña Mariví Areas.
Pero además del alojamiento y el enclave, con unas bonitas vistas a la ría de Lires, otro de los grandes pilares de este establecimiento que abrió sus puertas en junio del 2019 es la cocina: «Sempre tivemos claro de que iamos funcionar tamén coma restaurante. Porque o cliente que vén pernoctar normalmente tamén busca un servizo de comidas e de ceas. Partiu de aí, e como tamén ás veces non enches o aforo coa xente que tes na casa, decidimos abrir o restaurante ao público en xeral». Pues bendita decisión, porque está teniendo un gran éxito: «A xente valora que traballamos con produtores locais, o peixe é da lonxa, e a carne e a verdura do mercado local. Non temos produto conxelado. Sempre fresco e local». No faltan, por ejemplo, la empanada casera, las tostas de pan de maíz y sardinas, las croquetas, también caseras... y luego las sugerencias del día: «Se no mercado temos lumbrigantes azuis galegos, metémolo na carta. Por exemplo, gusta moito o arroz de lumbrigante que facemos, porque é fresco e de aquí. Igual que o polbo. Se non o temos da Costa da Morte, sacámolo da carta. Eu penso que o comensal o valora». La situación pandémica les ha obligado a estar cerrados durante este mes, pero a partir del 1 de junio pondrán toda la carne en el asador.
ALDÁN SIEMPRE APETECE
La ría de Aldán es uno de esos lugares al que siempre apetece ir. Y si encima te puedes alojar en A Casa de Aldán, la escapada habrá merecido más que la pena. En esta casa rural todavía se respira entre sus muros la historia industrial que marcó el desarrollo económico del siglo XIX en esta zona. El arquitecto, Alfonso Penela, encargado de la rehabilitación de esta antigua fábrica de salazón, quiso mantener ese espíritu y le valió el reconocimiento de prestigiosos premios de arquitectura, entre ellos el Cultural Heritage Europa Nostra Award.
Hace más de 21 años que Marisa Barrio se metió en este proyecto tan bonito. Pero le faltaba algo, un restaurante con el que poder dar servicio a sus huéspedes y que también estuviera abierto al público, algo que no tardó en conseguir: «Está en otra edificación, justo en el puerto. No lo queríamos dentro de la casa para evitar ruido y molestias, creemos que podía interferir en la paz y tranquilidad de nuestros huéspedes». Y fue así como se hicieron con una antigua edificación que «había servido como atador de redes de los barcos y también funcionó como cetárea». No tardó mucho este establecimiento en tener vida propia, aunque esté vinculado a la casa rural. En el restaurante O Con de Aldán puedes disfrutar de los mejores productos de la ría a pie de mar. Todo un lujo para los que quieran disfrutar de este rincón lleno de encanto. Triunfan las navajas y los mejillones de la ría, pero también el arroz de rape y langostinos: «Se trata de una cocina más de plato y en la que hacemos mucho producto a la plancha. Nos gusta la comida muy sana e intentamos hacerla así, además de cuidar la calidad». Con esta carta de presentación, solo se puede decir que aquí todo está a pedir de boca.