ESPECIAL TURISMO COSTA DA MORTE | El casco urbano es un soberbio museo, y justo acaba de añadir 6 nuevaS obras. y el mar, su enorme litoral, es un templo internacional del surf. y hay mucho más
18 jun 2021 . Actualizado a las 23:17 h.Carballo es un enorme museo. No ya por incluir en la antigua cárcel (situada en el centro, al lado de la iglesia, donde además está la oficina de turismo) las salas que explican la historia del municipio y de la comarca de Bergantiños, sino porque en los últimos años se ha ido creando inmensos murales en las paredes de los edificios de la mano de artistas de relieve.
Una explosión cultural que ha transformado el casco urbano y que lo sigue haciendo. Es una oferta que se suma a otras actividades culturales de gran proyección, como el festival Interplay, y que desde luego diversifica las clásicas: las playas, todo variado litoral entre Malpica y Caión, las rutas de senderismo, la enorme oferta hotelera y hostelera (la mayor de la Costa da Morte en su conjunto), las ferias, y una buena ubicación geográfica con respecto a todo el noroeste provincial, y además cercano a A Coruña o Santiago. Carballo a un paso, ese es el lema y también lo que los visitantes se encuentran.
La semana pasada se celebraba la última edición del festival urbano de Rexenera Fest: nacían seis murales más, así que ya son 44 en seis años. Y si se añaden (ha de hacerse) los 36 del proyecto matriz Derrubando Muros, las obras que se pueden ver son ya 88.
Obras
El arte es uno de los elementos diferenciadores de Carballo, como lo fue siempre (y va a más) el surf, con empresas como Art Surf Camp, Boaola Surf Club, La Wave Baldaio, Raz Surf Camp o World Surf Camp. Cada año llegan al municipio centenares de jóvenes a practicar un deporte que es marca de identidad, no en vano el primer camp surf de España nació en Carballo. Razo, por cierto, forma candidatura, junto a otras nueve playas de la Costa da Morte, para ser Reserva Mundial de Surf.
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Agua. Cascadas: una ruta imprescindible de A Brea a Entrecruces. Río: la ribeira el Anllóns es un enorme parque. Balneario: uno de los más destacados de Galicia, reabrirá en breve. Y el mar, siempre el mar: dunas, laguna, marismas, playas con bandera azul.
Tierra. El bosque de la Ribeira da Pena, el quintocentenario carballo de Vilar de Francos, el dolmen de Aldemunde.
Rexenera Fest. Los seis artistas invitados este año al Rexenera Fest, que acaba de concluir, han sido Marta Lapeña (Madrid), MØU (Galicia), Franco Fasoli (Argentina), Ana Langeheldt (Andalucía), en la imagen; Harsa (Aragón) y Van Vuu (Cataluña).
De Roma hasta hoy. A Ponte Lubiáns es uno de esos lugares casi desapercibidos que encierran historia milenaria. Sobre estas aguas de los ríos Rosende y Grande, afluentes ya unidos del Anllóns, pasaba la vía XX, dentro de la ruta Per Loca Marítima.
Casco urbano. Ha cambiado mucho: hay más espacios verdes, más calles humanizadas (de plataforma única). Mucho comercio, espacios lúdicos, paseos hacia y por el río. Y numerosas esculturas, como la que recuerdan a su personaje más ilustre, Alfredo Brañas.
El secreto
Lugar. Uno de los lugares más fascinantes de Carballo (y hay muchos) es su extremo noroeste, en el límite con Malpica. Tal vez por el difícil (hay que ir con cuidado) acceso, sigue virgen. Los acantilados sobre el mar se recortan como pequeñas montañas alpinas, y en marea baja es posible encontrar hasta pulpos en las pozas de ese pequeño mar de piedra de color ocre que queda a la vista.
La leyenda
Hay, o pudo haber, muchas ciudades y pueblos hundidos en la Costa da Morte. Muchos más que los célebre de Duio de Fisterra o Valverde de Traba. Galilea es una de esas ciudades míticas bajo los Baixos de Baldaio, o tal vez al lado de la laguna. Puede que hasta sean los cimientos de las praderas de amapolas que por este tiempo hay entre Razo y Lema.