O Baixo Miño y O Val Miñor lanzan un SOS al Xacobeo y a la Mesa do Camiño ante la fuga de peregrinos de la costa por la suspensión del ferri de Caminha
01 jul 2021 . Actualizado a las 14:59 h.La respuesta conjunta de los concellos de O Baixo Miño y O Val Miñor sobre lo que está ocurriendo en el Camino Portugués por la Costa se veía venir. Ayer la hicieron pública tras una reunión en A Guarda. Temen que esta opción acabe desmantelada y lanzan un SOS al Xacobeo, a la Mesa do Camiño y hasta al Gobierno central para que tomen cartas en el asunto y les echen una mano.
Achacan todo lo que pasa a la paralización del ferri portugués que une Caminha con A Guarda, donde comienza el tramo gallego. El barco se suspendió con motivo de la pandemia para destinar al personal a otras tareas y de momento no se ha repuesto. Esta circunstancia está dando lugar a todo tipo de alternativas que poco o nada tienen que ver con el camino oficial.
Los peregrinos más insistentes se trasladan en los llamados barco-taxis, que no tienen horario regular, trabajan a demanda, y cobran en función del numero de pasajeros. Como el ferri, son portugueses, por lo que el traslado sigue estando en manos del país vecino. Otros siguen desde Caminha hasta Vila Nova de Cerveira y cruzan por el puente que une esta localidad con Tomiño, para desde allí retroceder hasta A Guarda o seguir por el interior hacia Tui. Por último, están los que desde Caminha siguen por Portugal bordeando el Miño hasta Valença para pasar a Tui. En cualquier caso el desmadre está servido, nada que ver con el Camino Portugués por la Costa reconocido por el Xacobeo.
«Hai un problema moi importante, unha forte discrepancia na señalización por parte de algunhas entidades portuguesas, que están a indicar que o Camiño é uno que non coincide co que se recoñece en Galicia», indicó en la reunión el alcalde de A Guarda, Antonio Lomba. Cree que se está distorsionando y que además es una injusticia para los concellos implicados al tener unas obligaciones relacionadas con la declaración de patrimonio.
Han solicitado una reunión con el Xacobeo y que la Mesa do Camiño aborde el problema. Al Gobierno central le informan a través de la Subdelegación que en las actuales circunstancias la frontera está cerrada entre Caminha y A Guarda y que hay que buscar soluciones para el transporte de pasajeros, incluidos los peregrinos.
El alcalde de Baiona, Carlos Gómez, abogó por implicar a todos los agentes públicos y privados y tender puentes de dialogo para solucionarlo, y la alcaldesa de O Rosal, Ánxela Fernández, apostó por estudiar también alternativas que se consoliden, aunque no sean a corto plazo y exigir una respuesta de Gobierno central y Xunta. A la reunión también asistió la alcaldesa de Oia, Cristina Correa, y se excusaron los de Vigo y Nigrán.
Los peregrinos siguen perdidos y con el mapa en mano
La gran asignatura pendiente del Camino Portugués por la Costa es la señalización en el término municipal de Vigo. Lo más habitual es encontrar peregrinos perdidos por cualquier calle, mapa en mano, sin saber por dónde dirigir sus pasos. Los últimos aparecieron despistados en la playa de O Vao. A la falta de indicadores se suma el desconocimiento de los vecinos de la ruta, lo que supone un cóctel de desconcierto difícil de salvar.
En realidad, los peregrinos no son más que las víctimas de los desencuentros entre el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia. El primero se ha negado siempre a que la administración autónoma coloque la señalización alegando que la pondría el propio Concello a su gusto. La Xunta ha optado por situar los indicadores en establecimientos privados, sobre todo, en comercios y hostelería, para subsanar en lo posible la carencia. Lo que está claro es que no son suficientes al quedar zonas en blanco sin ningún tipo de señal. Los empresarios de hostelería y hospedaje han dejado claro en más de una ocasión el perjuicio que esta situación les acarrea sin tener nada que ver y reclaman una solución.