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Qué ver en Galicia: diez lugares para visitar en Santiago

VEN A GALICIA

monica ferreirós

Las fiestas del Apóstol son la excusa perfecta para viajar a la capital gallega, que aglutina desde monumentos mundialmente conocidos hasta lugares casi secretos rodeados de leyenda

24 jul 2022 . Actualizado a las 21:10 h.

Sabina hablaba de Madrid y el refranero español de Roma. Pero las oleadas de peregrinos que cruzan Galicia estos días parecen gritar que el destino de todos los caminos es Santiago. Y su cruce, la plaza del Obradoiro, un lugar de visita obligada si viajas a la capital gallega. La celebración de las fiestas del Apóstol, que tiene su día el 25 de julio, es la excusa perfecta para descubrir esas calles, parques y monumentos que todo peregrino o turista debe conocer. Pero la ciudad también guarda rincones secretos dominados solo por los autóctonos o los estudiantes que allí encuentran un hogar de acogida. ¿Quieres descubrir la auténtica esencia compostelana? Estos son diez lugares que ver en el final del Camino.

Pórtico de la Gloria

Pórtico de la Gloria, en la catedral de Santiago.
Pórtico de la Gloria, en la catedral de Santiago. XOAN A. SOLER

Santiago creció en torno a la catedral. El epicentro de la ciudad y destino de todos los caminos guarda incontables tesoros patrimoniales en su interior. Desde el sepulcro del Apóstol hasta el botafumeiro. Con la mirada puesta en el Xacobeo 2021, se llevaron a cabo trabajos de restauración en muchos de ellos. Pero el plato fuerte fueron los del Pórtico de Gloria.

La obra del maestro Mateo ya no es la misma que en aquel Xacobeo de 2010. Después de años ocultas tras una lona, las figuras que forman el pórtico se parecen más a las que el escultor creó hace ocho siglos. El color ha vuelto a teñir las túnicas de los santos, sus facciones se han redefinido y los agujeros del tiempo sobre la piedra han sido rellenados. Da igual si alguna vez has pasado bajo los arcos que dan acceso a la catedral o si es tu primera vez en Compostela. El Pórtico de la Gloria es nuevo para todos.

Praza do Obradoiro

Praza do Obradoiro (antes de la crisis sanitaria).
Praza do Obradoiro (antes de la crisis sanitaria). xoan a. soler

Los muros de la catedral son el escudo protector de su patrimonio. Pero su exterior es también una obra de arte en sí mismo. La fachada principal, que fue construida con el objetivo de proteger el Pórtico de la Gloria, es la imagen más reconocible de Santiago. La mejor forma de disfrutar de cada uno de sus detalles es verla desde la Praza do Obradoiro.

Este rincón de la capital gallega es además el final del Camino. El cruce de todas las rutas, personas e idiomas que deciden seguir el trayecto de las flechas amarillas. Sus piedras sirven de cama para los peregrinos que llegan, entre exhaustos y eufóricos, a la catedral. Por eso, visitar el Obradoiro es la mejor forma de sentir la esencia de Santiago.

Fuente de los Caballos

Fuente de los Caballos, en la plaza de Platerías.
Fuente de los Caballos, en la plaza de Platerías. PACO RODRÍGUEZ

 A escasos metros del Obradoiro se encuentra la plaza de Platerías. Es la única de las cuatro plazas que rodean la catedral que cuenta con una fuente. La conocida como fuente de los Caballos es una de las postales típicas de Santiago. Es uno de esos rincones imprescindibles si visitas la ciudad, tanto para sacarte una foto como para ver la fachada de Platerías.

Rúa do Franco

Rúa do Franco, en el casco histórico de Santiago.
Rúa do Franco, en el casco histórico de Santiago. Sandra Alonso

 Santiago es sinónimo de historia. Su pasado medieval se puede palpar en cada una de las calles que forman su casco viejo. Pasear por cualquiera de ellas permite conectar con esa ciudad que comenzaba acoger peregrinos y a la vez percibir el ambiente cosmopolita que se respira hoy a través de todos los sentidos. El tacto de sus piedras, el olor de sus marisquerías, el sonido del bullicio de los turistas, la vista de la catedral, el sabor de la tarta de almendras que se ofrecen en sus pastelerías...

Si hay una calle que aúna los elementos más compostelanos es la Rúa do Franco, que conecta la Alameda con el Obradoiro. Su recorrido recoge lugares representativos del culto a Santiago, como la fuente del Apóstol. También del mundo de peregrinos y turistas que se creó en torno a la catedral, como las tiendas de recuerdos o los restaurantes. Pero, además, es hogar de rincones vinculados a la vida universitaria, como el Colegio de Fonseca o los bares que formaban la ruta de vinos más famosa entre los estudiantes gallegos, la «París-Dakar».

Árbol de los enamorados

Árbol de los enamorados, en el parque de la Alameda.
Árbol de los enamorados, en el parque de la Alameda. CARLOS LÓPEZ

Esa vida universitaria que llenó las calles empedradas de jóvenes dio también lugar a leyendas sobre temas como los estudios o el amor. Una de estas creencias gira en torno a un enorme eucalipto de 45 metros que habita en la Alameda. Y gira literalmente, porque se dice que las parejas que quieren casarse deben dar una vuelta alrededor de su tronco de ocho metros de diámetro. El «árbol de los enamorados» tiene además una de las mejores vistas de la catedral. Ubicado en el paseo de la Herradura, observa el corazón de Santiago desde hace ni más ni menos que 120 años.

Estatua de Las Marías

Estatua de Las Marías, en la Alameda.
Estatua de Las Marías, en la Alameda. MARGA MOSTEIRO

También en la Alameda se encuentra uno de los símbolos compostelanos por excelencia: la estatua de Las Marías. Una escultura que homenajea a dos vecinas de Santiago represaliadas durante la dictadura. Aunque su historia no es muy conocida fuera de la ciudad, es raro el turista que no lleve su imagen más allá de sus fronteras. El colorido, la ubicación y la posición de las dos mujeres invita a sacarse una foto con ellas.

Mercado de abastos

Zona de restauración del mercado de abastos de Santiago.
Zona de restauración del mercado de abastos de Santiago. PACO RODRÍGUEZ

Una espada por Galicia debe incluir una buena comilona o, al menos, una degustación de los productos típicos. ¿Y qué mejor que si son de proximidad? El mercado de abastos de Santiago es el lugar ideal para comprarlos e incluso probarlos. Cuenta con una zona de restauración que atrae a decenas de turistas cada día. Además, un paseo entre sus puestos permite descubrir los colores, texturas y olores que conforman los mejores platos que probarás en la ciudad.

Parque de Bonaval

Parque de San Domingos de Bonaval.
Parque de San Domingos de Bonaval. Álvaro Ballesteros

Santiago cuenta con numerosos espacios verdes que contrastan con el gris de sus edificios y calzadas de piedra. El parque de San Domingos de Bonaval destaca entre todos ellos. ¿La razón? Tiene un elemento que rara vez se encuentra en estos espacios: nichos tapiados. Los terrenos donde está situado pertenecieron a una orden religiosa. En concreto, ocupa lo que fue la huerta, el robledal y el cementerio del convento.

Senda del río Sarela

Paseo del río Sarela, en Santiago.
Paseo del río Sarela, en Santiago. MARGA MOSTEIRO

No todo van a ser calles empedradas, monumentos o parques urbanos. Las afueras de Santiago tiene enclaves naturales perfectos para perderse o sobrellevar el calor veraniego. Una buena opción es acercarse al río Sarela, que cuenta con un paseo de tierra y madera lindero a su orilla. La sombra de los árboles y la humedad del caudal crean en torno a él una atmósfera cargada de paz y tonos verdes.

Museo do Pobo Galego

Escalera del Museo do Pobo Galego, en Santiago.
Escalera del Museo do Pobo Galego, en Santiago. XOAN A. SOLER

¿Qué hacer si llueve? Aunque en el contexto actual de sequía esta pregunta parece no tener cabida, lo cierto es que la capital es una de las ciudades más lluviosas de Galicia. Por suerte, cuenta con numerosas alternativas a cubierto, como sus museos. Si quieres acercarte a la historia, la cultura y la forma de vivir de la población autóctona, el Museo do Pobo Galego es tu lugar. Podrá encontrar desde muestras etnográficas hasta la tumba de Rosalía de Castro.