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Un paseo por los tesoros de la arquitectura religiosa de la comarca de Ferrol

VEN A GALICIA

Ferrolterra, Eume y Ortegal poseen algunos de los templos más bellos de Galicia

05 jul 2021 . Actualizado a las 23:52 h.

No todo van a ser catedrales, claro. Aunque Ferrol también tiene una, la de San Julián, el magnífico templo diseñado por Sánchez Bort en el siglo XVIII que, desde el pontificado de Juan XXIII, comparte el rango de sede episcopal con la basílica mindoniense. Porque lo cierto es que Ferrolterra, Eume y el Ortegal, tierras donde Europa comienza, poseen, en lo que atañe a la arquitectura religiosa y a sus enclaves, un inmenso patrimonio, estrechamente vinculado a la historia de la fe... y a la de Galicia. Permítasenos citar hoy, además de la ya mencionada concatedral ferrolana, una docena de ejemplos, que bien pudieran ser también otros porque, a Dios gracias -y disculpen que insistamos en ello-, la relación de las iglesias de este extremo occidental de la Galicia do Norte es, si no, interminable, sí, al menos, magnífica.

Si tienen ustedes tiempo, en estas largas tardes del verano, no dejen de visitar la iglesia conventual de Santa María de Monfero, gloria del que fue uno de los grandes centros monásticos españoles y lugar en el que descansan, ahora convertidos en caballeros de piedra, antiguos morgados de las casas de Andrade y As Mariñas.

Y no dejen de pasar, tampoco, por Chamorro, por la capilla de Nosa Señora de Nordés, tan avogosa frente a todo tipo de males y desventuras. Un lugar situado en un alto desde el que se contempla uno de los más bellos paisajes de Galicia.

¿Qué decir, por otra parte, de Caaveiro, en el corazón de las fragas del Eume, el bosque atlántico mejor conservado de Europa? O de Santiago de Pontedeume, donde se conserva una bellísima imagen del Apóstol labrada en piedra cuya sola contemplación conmueve a cualquiera.

Entre dos mundos

A San Andrés de Teixido conviene ir con frecuencia, especialmente de vivo, porque esa puerta entre dos mundos es, cada vez que uno la contempla de nuevo, espejo mil magias diferentes. En Santa Mariña de Sillobre está, en una iglesia que también es muy hermosa toda ella, uno de los más bellos campanarios gallegos, que vale la pena conocer por dentro, porque su escalera de caracol es como un viaje a los territorios del misterio. En As Neves, en A Capela, está la iglesia, consagrada a Nosa Señora, en la que se conserva, en un monumental relicario, el alba de San Rosendo que antaño custodiaron, no demasiado lejos de allí, los monjes de Caaveiro. Y la del monasterio de O Couto conserva plenamente viva, además de la memoria de los Esquío, toda la fuerza del románico gallego. Santa Marta de Ortigueira posee también una magnífica iglesia -antaño conventual, hoy centro de la parroquia que da nombre a la villa- en la que, por cierto, hay un Nacimiento, en forma de diorama, que es obra de Camilo Díaz Baliño. La parroquial de As Pontes posee un excepcional retablo. Y en O Val está la preciosa capilla de Santa Margarita.