Al menos media docena de locales se unen a este sector, que inauguró la temporada de verano por todo lo alto. Son las joyas de la nueva marcha
04 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La Costa da Morte es rica en hostelería. En verano, cobran fuerza las terrazas. Es en ese momento cuando los bares ofrecen su mejor versión. Con la llegada del buen tiempo, han sido muchos los negocios que han inaugurado sus zonas chill out. Es el caso de O Lar de Pacheco en A Laracha, en la entrada por Carballo. A mayores de ofrecer exquisitas comidas a los clientes, aprovecha la zona ajardinada para desplegar mesas que, acompañadas de unas bonitas luces, música en vivo y unas buenas consumiciones hacen de este lugar el mejor sitio para desconectar. Bruma Shore, en Ponteceso, o Area Chill Out, en Malpica, son empresas que funcionan exclusivamente en esta época del año. El primer local aprovecha el entorno de la Praza do Recheo, con el Río Anllóns al lado, para ofrecerles una tranquila estancia a los consumidores. Por su parte, el negocio malpicán se ubica en el paseo marítimo, con la playa Area Maior a sus pies. Se sirve de ese calor abrumante para preparar las combinaciones más sabrosas y acertadas para la ocasión: los tés helados son solo una opción.
El chill out Mar de Ardora es otro ejemplo de buen hacer en la comarca. Se vale del estuario del Anllóns, de fondo, y una perfecta selección de artistas, en directo, para seducir a los allí presentes.
Otros rincones hosteleros que ofrecen una propuesta diferente bien sea por sus instalaciones, sus elaboraciones o su música son O Chiringuito de Balarés, en Ponteceso; el Mar de Laxe, con su terraza impetuosa desde lo alto hacia el relajante arenal; el Playa de Lires, en Cee, y el Cuatro Perras, en Corcubión, y O Semáforo de Fisterra, como no podía ser de otra manera. Esta es solo una muestra del potencial que exhibe la Costa da Morte, pero hay muchos más: el litoral de Caión con sus terrazas sobre el mar, por ejemplo.
Pero este 2021 trae novedades. A mayores del Bruma, O Pacheco o Mar de Laxe, que son las apuestas más recientes, al menos otros cinco han abierto nuevos hace apenas unas semanas. Y un sexto lo hará en los próximos días. Son locales que se rigen por un mismo modelo: una decoración de las instalaciones distinta a lo habitual, una buena selección de bebidas y otras creaciones y música en directo.
Potencian la sesión vermú (al mediodía) y el tardeo. «Es lo que la gente demanda ahora», coinciden en señalar los gerentes. Se refieren a la era covid y a la tendencia que prima en la sociedad de preferir los espacios al aire libre frente a los de interior. También al suave arranque del ocio nocturno. Con la mejoría de la situación sanitaria, ya desde hace unos meses la gente pide salir y caminar hacia una nueva normalidad que, en estos casos, se traduce en ofrecer algo muy similar a lo que eran las experiencias con las orquestas y los pubs con los amigos. Estas son las joyas de la nueva marcha en la zona.
Locales con mucho ritmo
Brandoñas. Sito en Zas, es de los más completos. A mayores de otros muchos servicios como bungalós y zona de acampada, dispone de un chill out enxebre, hecho con alpacas en un amplio jardín con vistas al embalse de A Fervenza. Damián Rodríguez Busto, Rokiño (24 años), recibe a los clientes con un cóctel de bienvenida. El domingo es el gran día con la actuación de solistas o grupos musicales que evocan a los años 80 y 90 y pulpeira. La fiesta se extiende a lo largo de la tarde con cachimbas incluidas, eso sí, cumpliendo en todo momento las medidas de contención de la pandemia.
Room Music. Rubén Fernández Calo (Suíza-Carballo, 28 años) apostó fuerte por Buño, en Malpica. Reformó el antiguo bar O Tramo y con plantas en el exterior, y sofás, en el interior, le dio un nuevo aire al local, que completa, también, con shishas, grandes pantallas que ofrecen todo tipo de deportes, pinchos gratis y actuaciones de artistas locales de todos los estilos para dirigirse «a todas las edades», comenta.
A de Carlos. Carlos Abelenda Fernández (Coristanco, 25 años) quiso explotar, en el buen sentido de la palabra, el potencial de Verdes, su parroquia natal, con el conocido refugio, toda una explosión natural. Muy cerca, se montó un chill out con palés de madera debajo de una carballeira. Sus smothies de frutas y los batidos de chocolate arrasan entre la clientela. Tampoco falta la música en vivo, por supuesto.
Dubra. A mayores de las tres plantas de restaurante, cafetería y terraza, este local en pleno corazón de Carballo cuenta ahora también con zona chill out. «Buscabamos dar un servizo máis á clientela, que agora fuxe das aglomeracións», explica Katy Garrochena, encargada del local. El recinto es de madera y el suelo luce un césped artificial. Trabajan, sobre todo, los vermús y los cócteles, con demostraciones en vivo.
The Garden. Está en Oza, Carballo, y reúne todas las características anteriores mencionadas y, a mayores, tapas y posibilidad de reservar mesa. O Lar de Pacheco también permite asegurarse con antelación la parcela.
Nordés. En Razo, Carballo, seré el próximo en ver la luz. Es el hermano del bar Kórner, en el núcleo urbano. Con la madera y el cristal como materiales principales, ofrecerá una terraza a tres alturas con vistas al salvaje arenal, copas premium, aperitivos fríos y música en directo.
Empleo
Estos nuevos negocios dan trabajo a una ingente cantidad de personas, sobre todo del ocio nocturno y de la hostelería, sectores de los más afectados por esta nueva crisis económica.