La provincia ourensana está llena de rincones naturales que permiten disfrutar del verano y refrescarse
07 jun 2023 . Actualizado a las 12:21 h.Ourense no tiene mar. Eso sigue siendo así y además no cabe duda. Pero en la provincia existen tantas opciones naturales para refrescarse, relajarse, divertirse o desconectar casi como playas hay en Galicia. En este caso, todas ellas son de agua dulce, claro. Ejemplo de ello son los cuatro rincones aquí seleccionados, que además de una buena posibilidad para ahogar el calor este verano, también son la excusa y el punto de partida perfectos para hacer una excursión y descubrir parajes únicos en el interior de la provincia ourensana.
En A Veiga
Vaya, vaya, aquí sí hay playa. En el municipio de A Veiga no solo es posible disfrutar de las montañas de Pena Trevinca y de una observación de las estrellas única por la altitud, también se puede tomar el sol, chapucear y hasta montar en pedaletas. Porque en este municipio del oriente ourensano están situadas las playas fluviales de Os Franceses y O Coiñedo. Ambas son uno de los reclamos turísticos más importantes del lugar, que llega a triplicar su población durante el verano, y se encuentran a orillas del embalse de Prada, cuyas aguas tienen una temperatura moderada, no como el mar Atlántico. Rodeadas por bosques de abedules que ayudan a moderar también la sensación de calor, en estas dos playas ourensanas es posible aventurarse en el agua para nadar y cruzar de una a otra, pero también se puede hacer en piragua, en pedaletas o en tablas de paddle surf que pueden alquilarse en el momento.
En Maside
Siguiendo el camino del río Barbantiño. La cascada del río Barbantiño, conocida como a Fervenza do Cachón, está situada en Maside, aunque la ruta que pasa por ella va cruzando los municipios de Amoeiro y Punxín también. Se trata de una de las cascadas que forma el río antes de su desembocadura en el Sil. A ella puede llegarse caminando, recorriendo el circuito fluvial de quince kilómetros, cuya ruta principal se inicia en O Baniño, o una más corta, desde el puente de San Fiz. A lo largo del recorrido se encuentran numerosas zonas habilitadas para disfrutar de un momento refrescante en el río, aunque el objetivo de esta excursión es disfrutar del propio paisaje.
En Parada de Sil
Un embalse con mucho encanto. En el concello de Parada de Sil está la playa de Pradomao. En el municipio en donde están los Balcones de Madrid y la ruta de tablas de madera por el río Mao, también hay un espacio pensado para la contemplación veraniega, para refrescarse o incluso para pasar el día. En la playa fluvial a orillas del embalse de A Edrada hay una área recreativa con mesas habilitadas en las que lo más habitual es encontrarse a familias o a grupos de amigos disfrutando de un pícnic en compañía y rodeados de un entorno completamente natural. Los más animados se lanzan a nadar directamente al embalse, pero algunos prefieren disfrutar del agua refrescante subidos colchonetas y de esta forma dejar que la corriente les arrastre el agua.
En Melón
Las pozas más famosas. Las pozas no son solo de agua termal y caliente, de hecho las más comunes se han ido formando por acción de la erosión de la caída de distintos ríos. Las Pozas de Melón son una visita obligada para ourensanos y para turistas, por su belleza, su encanto a base de naturaleza salvaje y sus posibilidades. Las baña el río Cerves, que nace en la Serra de Faro de Avión, a unos mil metros de altura y va creando los distintos huecos entre las piedras a su bajada, con cascadas incluidas entre medias. En las pozas que se encuentran más abajo suele empezar a dar la sombra a mediodía, por lo que lo ideal es visitarlas y disfrutarlas desde la mañana.