Numerosas reservas para julio y agosto con establecimientos casi llenos
04 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Este verano el turismo rural se ha convertido, más que nunca, en un refugio seguro donde pasar las vacaciones. Con la pandemia aún encima los viajeros buscan independencia y tranquilidad. Los establecimientos rurales ofrecen espacios tranquilos en plena naturaleza a los que estas vacaciones muchos recurren para establecer su campamento base vacacional desde el que desplazarse a otros lugares de Galicia.
El miedo aún latente al covid-19 hace que muchos busquen destino menos concurridos y escapen de zonas con aglomeración. Deza y Tabeirós-Terra de Montes ofrecen tranquilidad y también una situación geográfica envidiable en el centro de Galicia que convierten a esta zona en un destino ideal a la hora de moverse por el territorio.
Muchas de las casas de turismo rural de la zona ya tienen los meses de verano prácticamente al completo. En otras hace nos días aún se quejaban de que las reservas iban lentas porque dada la situación sanitaria cambiante la mayoría prefiere esperar a última hora. En la década de los 90 empezaron a florecer las casas de turismo rural en la zona. Muchas de ellas aún continúan con el negocio, en algunos casos con algún cambio en la prestación de servicios como es Casa Goris, en Vila de Cruces que desde el pasado mes de marzo pasó a ser de uso turístico. Esther Pena tomó la decisión tras la muerte de su marido el pasado mes de diciembre y al no poder atender ella sola los servicios hoteleros y de restauración que ofrecía. Echa de menos las idas y venidas de muchos clientes convertidos en amigos y explicaba a finales de junio que «outros anos xa tiñamos abarrotado». Este año las reservas se hacen esperar más pero van llegando. En los establecimientos de la zona explican que si hasta ahora los clientes eran de diferentes partes de Galicia, ahora ya empiezan a llegar de toda España. Los extranjeros empiezan a llegar ya pero son los menos. Entre ellos se encuentra algún peregrino que prefiere una mayor comodidad a la hora de alojarse y mantener la independencia evitando compartir servicios con otras personas.
En el Pazo de Eidián de Agolada apuntan que ya hay bastante movimiento para julio y agosto, de turismo nacional sobre todo andaluces y madrileños junto con gallegos. Virginia Colmeiro del Remanso Trasfontao cuenta que «para xullo é agosto temos un 95 % de ocupación». Cuentan con diferentes opciones de alojamiento, entre ellas una tan singular como una habitación burbuja que levanta pasiones. A finales de junio tuvieron de fin de semana a una pareja de Madrid que se desplazó ex profeso para disfrutar de la experiencia. Hasta mediados de junio los visitantes eran de Galicia y a medida que fue empezando el verano llegaron de otros lugares, en su caso, de Madrid y Valencia, sobre todo.
En la Quinta das Maceiras de A Estrada disponen de una finca de 10.000 metros cuadrados donde los manzanos son la atracción. Olga Martínez explica que muchos de los clientes son familias con niños. Además de poder disfrutar de la naturaleza y hasta de ver las vacas del vecino la quinta dispone de una gran mesa exterior y una parrillada que se convierte en punto de reunión de las familias. En estos casos la piscina se convierte en una demanda importante.
Ana Villamayor de Torres de Moreda en A Estrada y la presidenta de la asociación de turismo Mar de Compostela explica que ya en junio se fue animando la clientela de fin de semana. Para agosto las estancias son ya de 6 a 8 noches, en muchos casos de grupos familiares.
El último año medio fue difícil para el turismo rural. Las restricciones de movilidad dejaron muchos negocios casi a cero de clientes. Con el aumento de la vacunación y la llegada del buen tiempo los establecimientos de turismo rural vieron empezar a recibir de nuevo clientela. En alguno de estos establecimientos señalan que llegaron a tener peticiones de grupos que no aceptaron para cumplir con los protocolos que marcaban y máximo de personas que se podían reunir y por el miedo o la sospecha de que aquello pudiese derivar en una reunión de gente joven más grande y suponer un problema.
Ahora lo que sí notan en la gente unas enormes ganas de salir y de viajar. Explican que reciben muchas llamadas aunque las reservas tarden más que antes en concretarse.
En las casas de turismo rural de la zona coinciden en que aumentan las preguntas sobre cuestiones relacionadas con la seguridad y los protocolos covid y, sobre todo, se demanda la posibilidad de anular la reserva porque a la mayoría le preocupa que cambie la situación sanitaria y finalmente no pueda viajar por esa u otra causa y quiere estar cubierto ante posibles variaciones.
Estancias más largas y búsqueda de piscina
En las casas de turismo rural de la zona coinciden en que las estancias vacaciones de los viajeros son este año más largas que antes muchas son de 5, 7 días o más y en muchos casos se elige la zona como punto base para dormir y desde allí visitar un lugar diferente cada día. En muchos establecimientos resaltan que una de las cosas que más se pide es poder contar con piscina. A lo que viajan a otros sitios no les importa tanto, pero sí a los que lo que quieren es quedarse en el mismo sitio disfrutando de la familia y la tranquilidad especialmente los que alquilan en fin de semana. Ganan también enteros las parrillas exteriores que hacen las delicias de los visitantes. Se busca también que las habitaciones dispongan de baño propio en las casas donde se alquilan as habitaciones por separado.