Patrocinado por

Llegan a Ribadeo tras recorrer cien kilómetros al día en monociclo eléctrico

J.A.Q. RIBADEO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Un grupo de siete personas partió el día 2 desde Irún, tras conocerse por Internet, y ahora continúan cuatro

09 jul 2021 . Actualizado a las 20:41 h.

El día 2 partió de Irún un grupo de siete peregrinos subidos a monociclos eléctricos (cuyo uso reivindican) con el objetivo de llegar a Santiago de Compostela este sábado. La fecha no es casual, porque el sábado se celebra el Día Mundial del VMP (vehículo de movilidad personal). Para ello deben cubrir etapas de unos cien kilómetros diarios. El miércoles llegaron a Ribadeo cuatro de ellos, para hacer noche en el albergue A Ponte. Por el camino sufrieron tres bajas.

La iniciativa surgió de un grupo en Internet, el Beep Team. Al reto de recorrer el Camino Norte hasta Santiago en monociclo se apuntaron siete personas. Salieron de Irún, con una advertencia por delante: «Importante prepararse de forma física. Una ruta de cien kilómetros es dura, pero siete seguidas es un reto realmente importante». Uno de los miembros de la comitiva se unió en Burgos tras llegar desde Reus, cruzando toda España por el Camino Jacobeo del Ebro. Alcanzará Santiago tras recorrer unos 1.600 kilómetros.

«Es más sencillo de lo que parece. Hay que estar en forma, pero no somos atletas de élite ni mucho menos. Los monociclos no tienen manillar, pero son más estables de lo que se piensa. En los 600 kilómetros que llevamos solo me caí una vez, y fue por hacer el tonto», comenta con una sonrisa el vitoriano Alberto Llorente, que con anterioridad ya hizo el Camino en bici, andando y en paramotor. «Ahora en monociclo. ¿Qué va a ser lo siguiente? Quizás en caballo», añade. Junto a él llegaron a Ribadeo Guillermo y Jose, de Barcelona, y Dani, de Reus. «Gonzalo, el que lo ideó todo, tuvo la mala suerte de averiar el primer día. Y otros dos compañeros abandonaron, uno por avería en el monociclo y otro por problemas físicos», explica Alberto Llorente.

Su mérito radica en hacer el camino siguiendo el trayecto norte original: «A veces nos toca empujar o improvisar alternativas. El monociclo puede andar más o menos por donde lo haría una bicicleta de montaña. Así hemos hecho unos cien kilómetros diarios, saliendo al amanecer, hasta la noche», añade.

Son jornadas «larguísimas». Dice Alberto que lo normal para ellos es estar más de diez horas sobre el monociclo.

Con ganas de más: por la tarde se desplazaron hasta la playa de As Catedrais

El miércoles, tras llegar a Ribadeo y descansar en el albergue A Ponte, a los peregrinos aún les quedaron fuerzas y ganas para coger sus monociclos eléctricos y, por la tarde, acercarse hasta la playa de As Catedrais para disfrutar del arenal en marea baja.

Explica Alberto Llorente que su monociclo tiene una autonomía de entre 70 y 100 kilómetros. Lo que hacen es cargar las baterías por las noches y también aprovechan para hacerlo cuando se detienen para comer.

«Yo soy un enamorado del Camino, que es toda una aventura. Estamos teniendo mucha suerte con el tiempo y confiamos en llegar el sábado a Compostela. De momento todo nos está saliendo perfecto, salvo al principio, porque las primeras dos etapas fueron muy duras y tuvimos los tres abandonos», añade.

Horas y horas encima de un monociclo, explica, se llevan mucho mejor de lo que puede parecer. El mal de los peregrinos suelen ser las ampollas, pero en su caso se apunta más a las rodillas: «Es por el traqueteo. Vamos sujetos sobre planchas y los pies tenemos que moverlos de vez en cuando. Pero no es como estar de pie, pues siempre estás en movimiento. Eso sí, tanto tiempo provoca el lógico cansancio».

Alberto Llorente es el presidente de la Asociación Vitoriana de Patinetes Eléctricos, colectivo que promueve su uso como alternativa al coche privado. Opina que una buena forma de hacerlo es dando ejemplo con esta iniciativa. Y pone un dato sobre la mesa: «El ir en estos vehículos es prácticamente gratis. Calculamos que el gasto de electricidad de los más de 800 kilómetros que vamos a hacer será de tres euros».