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Qué ver en Galicia: Catedral de Santiago, destino y origen del Camino

Rebeca Cordobés

VEN A GALICIA

Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago
Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago PACO RODRÍGUEZ

La basílica que acoge los restos del Apóstol guarda auténticos tesoros patrimoniales entre sus muros de granito

27 jul 2021 . Actualizado a las 12:52 h.

La Catedral de Santiago es el destino del Camino. Y su origen. La razón que lleva a miles de peregrinos a una población que también surgió de los cimientos del templo. Es la postal del Xacobeo, el sarcófago del Apóstol y el corazón de la capital de Galicia. Levantada entre los siglos XI y XII, la catedral sufrió constantes ampliaciones y remodelaciones hasta adquirir su aspecto actual: una mezcla de estilos que relatan la evolución de la ciudad y la historia de las rutas xacobeas.

Todas esas rutas y sus respectivos peregrinos confluyen en la Praza do Obradoiro. Allí se encuentra la entrada principal y la cara más reconocible de la catedral. La fachada del Obradoiro data del 1750 y se enmarca en el estilo barroco. La altura y la ornamentación recargada así lo demuestran. Entre las muchas estatuas que allí habitan, destaca la del Apóstol vestido de peregrino,en la zona más elevada de la nave central. Está flanqueado por la Torre de la Carraca, a izquierda, y la de la Campana, a la derecha. Las encargadas de aportar banda sonora al corazón compostelano.

Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago
Fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago PACO RODRÍGUEZ

Pero la imagen más turística de Santiago es en realidad el resultado de una de sus últimas modificaciones. Fue construída con la intención de embellecer la ciudad y atraer a más peregrinos. Una especie de campaña turística de la época que le dio a la esta cara oeste de la catedral un aspecto muy diferente al del resto de sus muros.

 La fachada de Platerías es la única que se mantiene aspecto original, a excepción de algún añadido. Se terminó de construir en el 1107 y es único requicio del estilo románico en el exterior de la catedral. Entre sus muros lisos destacan los relieves que cuentan la vida de Cristo, ubicados sobre las puertas. Una de las pocas modificaciones que sufrió esta cara sur fue la construcción de la Torre del Reloj.

Fachada de Platerías de la catedral de Santiago
Fachada de Platerías de la catedral de Santiago Raquel Vázquez

Este aspecto sobrio se repite en la fachada de la Quintana. Sin embargo, la cara este de la catedral pertenece también al estilo barroco. Fue construida en el siglo XVII con la intención de dar una apariencia homogénea a la cabecera medieval del templo, que era irregular debido a sus constantes ampliaciones.

La fachada de la Quintana, pese a pasar más desapercibida que el resto, adquire especial relevancia este 2021. Allí se encuentra la Puerta Santa, que solo se abre en Xacobeo. El 31 de diciembre anterior al inicio del año santo se derriba la tapia que la resguarda. Una tradición que se inició en el siglo XVII, cuando se concedió a la catedral el privilegio del jubileo.

Fachada da Quintana en la catedral de Santiago
Fachada da Quintana en la catedral de Santiago XOAN A. SOLER

La cara norte también fue reformada para modernizar la apariencia medieval de la catedral. La fachada de Azabachería  fue construida a finales del siglo XVIII para sustituir a la del Paraíso. Es la más actual. Pertenece ya al estilo neoclásico, aunque mantiene algunos tintes barrocos. Su entrada fue de las más transitada históricamente porque allí terminaban el Camino Francés, el Inglés y el Primitivo.

Fachada de Azabachería de la catedral de Santiago
Fachada de Azabachería de la catedral de Santiago maría moldes

El interior de la basílica

Tanto la entrada de Azabachería como la de Platerías, el Obradoiro o la misma Puerta Santa conducen al mismo lugar: el interior de la Catedral de Santiago. Miles de personas cruzan sus accesos cada año para rendir culto a los restos del Apóstol, ver el botafumeiro en funcionamiento o admirar el patrimonio artístico protegido por los muros de granito.

Interior de la Catedral de Santiago durante una misa
Interior de la Catedral de Santiago durante una misa Álvaro Ballesteros

Aunque el interior de la catedral pueda parecer un laberinto de capillas y pasillos, tiene una forma sencilla. Sigue el modelo de las iglesias de peregrinación románicas con una planta de cruz latina. Sin embargo, se aleja un poco de ese estilo románico en la altura de sus bóvedas y la luz que entra a través de sus vidrieras.

Tanto la nave principal como el crucero y la girola están rodeadas de pequeñas capillas con advocación a diversos santos. Algunas pertenecen a la construcción original, pero la mayoría se abrieron o reformaron a lo largo de los siglos hasta llegar a las 24 actuales. Hacer un recorrido por ellas permite ver arquitecturas y piezas artísticas de diferentes épocas. Así, se puede apreciar la evolución de estilos: desde el románico y gótico medieval hasta el neoclásico, pasando por el renacentista y el barroco.

Las joyas de la corona compostelana

La primera de las grandes obras que habitan la catedral se encuentra nada más cruzar la puerta del Obradoiro: el Pórtico de la Gloria. Fue creado por el Maestro Mateo en el siglo XII y es considerado el punto álgido de la escultura románica. Las más de 200 figuras que conforman la antigua entrada de la basílica supusieron un antes y un después en el arte medieval. Sus rostros, que recobraron su expresión con la reciente restauración, fueron de los primeros en ser «personalizados».

El pórtico de la Gloria se divide en tres arcos, uno por cada nave de la catedral. Aunque plasma diferentes momentos de la Biblia, tiene un mensaje principal: el Juicio Final y la salvación. De entre todos sus personajes, destacan Santiago Apóstol, Cristo resucitado rodeado de los cuatro evangelistas, los 24 ancianos del Apocalipsis con sus instrumentos musicales y los apóstoles y profetas que ornamentan las columnas.

Pero la escultura más famosa no corresponde a ningún personaje bíblico, sino al propio Maestro Mateo. Es más conocida como el santo de los Croques por la extinta tradición de chocar la cabeza contra él. El estado de conservación obligó a acabar con esta costumbre hace unos años y ahora la figura del artista arrodillado descansa bajo su obra.

Altar mayor de la Catedral de Santiago
Altar mayor de la Catedral de Santiago XOAN A. SOLER

El Maestro Mateo observa desde su posición el Altar Mayor de la catedral. Una estructura colorida y recargada, propia del estilo barroco, que sirve de hogar a la figura de Santiago. La tradición peregrina manda subir a la zona posterior de la estatua y abrazarla.

También en el altar, frente a la figura del apóstol peregrino, se encuentra el protagonista de otra de las grandes tradiciones compostelanas: el botafumeiro. Un enorme incensario de más de 60 kg que cuelga del techo en espera de entrar en funcionamiento. Hace falta la fuerza de ocho personas para lograr balancearlo. Un espectáculo que es visible en contadas ocasiones, como el 25 de julio o el día de Navidad.

Reliquias del Apóstol Santiago
Reliquias del Apóstol Santiago XOAN A. SOLER

Pero el verdadero tesoro desde el punto de vista religioso se encuentra bajo el altar. Allí descansan las reliquias del Apóstol Santiago. Esta tumba en forma de mausoleo es la zona de culto más antiguo de la catedral. La raíz del Camino y su destino.