Pena Trevinca, Os Ancares o las Illas Cíes se han convertido en los principales puntos de referencia para disfrutar del turismo astronómico
10 ago 2021 . Actualizado a las 16:18 h.Cada año miles de turistas se acercan a Galicia atraídos por su gastronomía, sus playas o sus espectaculares paisajes. Pero, ahora existe un nuevo atractivo para todos ellos: sus impecables cielos estrellados. Cada vez son más los que se decantan por el llamado turismo astronómico y en Galicia encuentran su «paraíso».
En la comunidad existen multitud de lugares muy recomendados para observar las estrellas: Sarria, las Fragas do Eume, Dumbría o Mazaricos son algunos de ellos. Sin embargo, hay una serie de sitios que se han convertido en idóneos para presenciar el espectáculo que es observar el cosmos. Son los denominados destinos Starlight, lugares protegidos de la contaminación lumínica que disfrutan de excelentes cualidades para la contemplación de cielos estrellados. El astrónomo Borja Tosar explica que «es muy parecido a cuando le ponen una bandera azul a una playa», pero para ver las estrellas y añade: «la ventaja es que en Galicia hay sitios muy buenos para ver estrellas fugaces».
Para los astrónomos Borja Tosar y Óscar Blanco, Pena Trevinca tiene el mejor cielo de toda Galicia. Su poca densidad de población y su altitud de más de 2.000 metros han hecho que el punto más alto de la comunidad se convierta en el destino predilecto para la contemplación de cielos estrellados. Y lo cierto es que su certificación Starlight lo acredita. Cada año estas montañas acogen actividades dedicadas únicamente al turismo astronómico: rutas de senderismo o conciertos musicales desde miradores estelares, constituyen las principales.
«Pena Trevinca tiene un cielo cristalino y es de los lugares de Galicia con más noches despejadas al año», cuenta Óscar Blanco, a lo que añade que «en el propio Concello de A Veiga han tenido sensibilidad con esto y han sabido ver que es un producto que atrae». La verdad es que atrae y mucho, ya que, en breve, Trevinca se convertirá en un lugar de referencia para el turismo estelar con la inauguración de su propio Centro Astronómico: «El mes que viene se va a abrir al público y es un centro de visitantes con mucha demanda, yo recibo llamadas todos los días», comenta el astrofotógrafo. Y a pesar de que este año no se llevará a cabo ninguna actividad debido a la crisis sanitaria, Óscar Blanco afirma: «Yo le recomiendo a la gente que vaya. Es una zona muy amplia, tranquila y accesible donde ver las estrellas».
En la provincia, donde A Veiga ostenta el estatus de destino Starlight, municipios como Chandrexa de Queixa, Entrimo y Lobios, por la ausencia de grandes núcleos poblacionales en las cercanías, son valorados por quienes buscan tumbarse al aire libre para perseguir constelaciones. «Son cielos estables», apunta el presidente de la Asociación Astronómica de Ourense. El aislamiento geográfico de estos municipios, que para multitud de cuestiones se interpretaría como un problema, ayuda a preservar el manto negro de la noche frente a la contaminación.
Otro de los destinos clave para el turismo astronómico es el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia, situado en las Rías Baixas y compuesto de hasta cuatro archipiélagos que también han sido agraciados con la certificación Starlight: Cortegada, Sálvora, Ons y Cíes. Las espectaculares noches de las islas, rodeadas de aguas cristalinas y fina arena, permiten una contemplación inmejorable del cielo y ofrecen la posibilidad de realizar diversas actividades para hacerlo, desde visitas guiadas con explicaciones sobre astronomía a disfrutar de excursiones náuticas bajo el cielo estrellado.
Muras, un pequeño Concello de Lugo de apenas 700 habitantes, ha sido el último destino gallego en añadirse a la lista de destinos Starlight. Pasar una noche rodeado de un paisaje de montaña bajo un cielo estrellado y completamente libre de contaminación lumínica es posible en este pequeño pueblo. Y es que Muras se ha hecho un hueco en esta elitista lista gracias a sus características propias. Si algo distingue a este pueblo, donde se alternan los montes de cerca de mil metros con los valles, es que tiene una luz con matices propios.
A un paso de la ciudad y del polígono industrial de San Cibrao, el municipio de As Corgas (Taboadela) un pequeño oasis para la astronomía, «una isla dentro de un gran mar», ilustra José Antonio Álvarez, presidente de la Asociación Astronómica de Ourense. Esta descripción tiene su lógica: por su ubicación, cabría imaginar un hándicap por la contaminación lumínica, que Taboadela esquiva. «En Galicia es complicado encontrar un lugar donde no la haya, porque cuando llegó el alumbrado a los pueblos, quien más y quien menos quería una farola ante su casa. Y en las ciudades, esta cuestión está sobredimensionada», apunta José Ramón Salgueiro, profesor de Física Aplicada en la Escola de Enxeñaría Aeronáutica del campus.
Taboadela, sin embargo, escapa de esta tendencia generalizada a llenar parroquias y aldeas de luz artificial. «Sus cielos son todavía oscuros, y la turbulencia atmosférica [el resultado del movimiento de las masas de aire en la atmósfera] es muy baja, algo que a escala gallega sucede en muy pocas zonas, así que aquí aprovechamos más las noches que en otros parajes», explica Álvarez.
La pandemia de covid-19 dejó en suspenso el proyecto de ampliación del observatorio de Taboadela, que dispone de un telescopio reflector de 32 centímetros de espejo y otros dieciocho dispositivos, más pequeños, que habitualmente son puestos a disposición del público en las visitas al recinto. Ahora, se baraja que este equipamiento se traslade a una sala con techo retráctil, anexa al actual edificio, para desarrollar las instalaciones.
Mientras tanto, y como casi siempre, se lanzarán a la carretera durante esta primera quincena de agosto en busca de la verdadera noche. Hay actividades de observación previstas en la comarca de A Baixa Limia, también en las inmediaciones de Monforte y la serra de O Courel. Y a la espera de que mejore la situación sanitaria, más sesiones con fecha por determinar en O Barco de Valdeorras y Castro Caldelas. «De aquel eclipse ha pasado ya mucho tiempo, y emitimos una señal que iba para todo el planeta. Fue un momento muy importante para Ourense», explica Álvarez, que dieciséis años después sigue mirando a las alturas, donde hay un universo por descubrir.
La sierra de Os Ancares lucenses, uno de los mayores espacios naturales de Galicia, es otro de los destinos recomendables para presenciar espectáculos estelares. A pesar de no contar con la certificación Starlight, sus picos de 2.000 metros de altitud y su situación en el interior de la comunidad, han hecho de sus cielos uno de los mejores para la contemplación de estrellas en Galicia.
Perseidas 2021: claves para una noche cinco estrellas
Esta semana los amantes de la astronomía, tendrán la oportunidad de presenciar uno de los espectáculos más esperados de cada agosto: las Perseidas. El mejor día para ver la lluvia de estrellas será la noche del 12 al 13 a las 22:00 horas. Sin embargo, en Galicia, tendremos que esperar a que anochezca para poder presenciarlo. «Un observador normal podrá ver entre 20 y 30 estrellas fugaces por hora», comenta el astrónomo Borja Tosar.
Además, este año se darán unas condiciones astronómicas inmejorables. Según Óscar Blanco, «la luna no va a molestar» y el cielo estará lo suficientemente oscuro para la contemplación de estrellas.
A la hora de observar la lluvia de estrellas, debemos tener en cuenta las recomendaciones de los expertos. Ambos aconsejan llevar una tumbona, para que estemos bien cómodos y que nuestra vista abarque un amplio campo de visión. «Por experiencia lo sé, se ven el doble de meteoros si estás tumbado que, si estás de pie», asegura Óscar Blanco. Y a pesar de que las estrellas fugaces estarán por todo el cielo y se verán a simple vista, Borja Tosar aconseja «tener los pies orientados hacia el nordeste».