Ángel Mirantes llegará el lunes a su casa tras salir el día 22 de Dornbirn
11 ago 2021 . Actualizado a las 10:51 h.Joven, deportista y retornado de éxito tras pasar nueve años en Austria. Ese puede ser un resumen rápido de la trayectoria de Ángel Mirantes Barbeito, un vecino de 30 años de Carral que emigró en pos de un futuro deportivo profesional y regresa ahora como el responsable de ventas para España de una empresa del sector del aluminio. Volver en bicicleta desde Dornbirn, recorriendo 2.000 kilómetros junto a dos amigos, le añade un toque de exotismo jacobeo y épico al asunto.
Desde Asturias, a donde llegó ayer con sus compañeros de viaje, explicaba su trayectoria. «Eu chego a Austria en 2012 a través do hóckey sobre patíns». Fue fichado como portero por el RHC Dornbirn, un equipo que juega en la liga suiza, por la proximidad a ese país. «Eles buscaban pegar un salto a profesionalidade, eu xogaba en Ordes, en primeira división nacional, tivera unha oferta do Liceo que non saíu adiante e tomei a decisión de ir a facer a proba», comenta, reconociendo que con su limitado inglés en aquel momento pensó que estaría como mucho la temporada. «E ao fin non foron tres meses, senón nove anos», reconoce.
Los dos o tres primeros años se centró únicamente en jugar al hockey, al mismo tiempo que aprendía alemán, después se formó en ventas y desde hace cinco años compagina el deporte con trabajar en Meusburger, una multinacional del acero.
«Comecei primeiro con vendas internas, despois pasei a xefe de equipo e hai un ano propuxéronme a dirección comercial de España, na que unha das esixencias é o traslado. É unha boa oportunidade e decidimos volver», comenta, ya en plural, porque su pareja, que lo acompañó en su marcha, regresa también. «Sempre tiñamos en mente volver, pero non tan cedo», reconoce. No es una marcha sin retorno, en su caso por trabajo deberá regresar cada mes o mes y medio a Austria.
«É unha montaña rusa de emocións, despois de nove anos cun equipo. Tiven oportunidade de poder vivir do deporte, coñecer xente impresionante, é un club moi bo e unha rexión incríbel, onde nos sentíamos como na casa», apostilla.
Tres amigos
Respecto al viaje en bicicleta, Ángel Mirantes explica que ya había realizado el Camino de Santiago por el norte desde Irún con su cuñado y le gustó tanto la experiencia que se había propuesto repetirla. «Inclúe moitos aspectos bos como o deporte, viaxar e comer e beber ben», dice entre risas.
Le pareció una buena idea abordarlo en el regreso y a la aventura se sumaron el capitán del RHC Dornbirn, Roche Brunner, y Thomas Kessler, un antiguo jugador del primer equipo. «Cando contei a historia non tiven nada máis que dicir, consideraron unha honra acompañarme», explica cuando este martes alcanzaron los 1.771 kilómetros al llegar a Ribadesella, en Asturias, tras pedalear unos 89 kilómetros al día de media. Sus amistades siguen sus avances por WhatsApp, donde cuelgan vídeos e imágenes de las distintas paradas.
Salieron el día 22 y sus previsiones son estar el domingo en Santiago, donde pernoctarán para llegar a su casa en Sergude el lunes. «A morriña é a morriña, cremos que esta é unha boa oportunidade para quedar», admite Mirantes Barbeito.