Expertos dan sus trucos y consejos para trotar sin fin por la naturaleza
11 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El del 2021 es el segundo verano de la era covid-19. La población ya comienza a adaptarse a las condiciones que el covid ha impuesto en la forma de disfrutar el verano. Ahora que el tiempo parece acompañar, el aire libre gana por goleada como ambiente preferido para pasar un día o dos.
Entre este tipo de opciones, el senderismo gana terreno. Los paseos por algunas de las zonas con más encanto de Galicia, que permiten pasar todo un día de excursión sin preocuparse por aforos ni restricciones, hacen que muchos apuesten por recorrer las zonas más rurales de la comunidad, alejados de la ciudad y de las marabuntas de turistas.
Esa es la opinión del presidente de la asociación Galicia Senderismo, Sindo Gandarela. «Desde el club notamos una afluencia mayor de senderistas, porque la gente busca más actividades sin masificaciones y al aire libre».
Carlos Garrido, también presidente del club de senderismo Peña Trevinca, coincide en que más gente se está animando a probar este tipo de actividades. Pero en la gran mayoría de los casos, lo hacen al margen de las asociaciones y compañías que existen, y acuden por su cuenta y como excursión puntual. «Mucha gente no posee ningún tipo de preparación, lo que causa que estén ocurriendo muchos más accidentes y lesiones», informa.
Un paseo sin contratiempos
«La naturaleza es muy imprevisible», señala Garrido. «Toda actividad conlleva riesgos, pero es importante no subestimar los problemas que puede dar el planear una ruta de senderismo sin una preparación adecuada».
«Es importante programar minuciosamente el horario de salida y de llegada», aconseja Gandarela. «Además de consultar la previsión meteorológica, pues es fácil que eso suponga algún problema».
«Hay detalles que para una persona inexperta pueden no parecer importantes. No conocer bien el terreno, no estimar bien las horas del paseo, la falta de forma física...». El presidente del club Peña Trevinca lo tiene claro: la programación es clave para disfrutar de una ruta sin complicaciones. «La naturaleza tiene reacciones que son en cierto punto imprevisibles. Por eso siempre hay que paliar ese riesgo con una planificación cuidadosa».
Ambos expertos afirman que lo más importante es contar con información suficiente sobre el terreno y la zona a la que se pretende acudir. Tanto los paseantes más novatos como los senderistas con más recorrido deben escoger su ruta con cuidado para una excursión sin contratiempos.
Siete rutas perfectas para novatos en el arte del paseo
Ahora que el tiempo favorece las actividades al aire libre tras un verano muy irregular, es posible que muchos se animen finalmente a desempolvar los tenis y atreverse con el senderismo. A continuación, incluimos una lista con varias opciones tanto para los más novatos como para los más expertos.
La más verde
Los molinos de Tripes, un paseo por la Galicia forestal. El Parque Natural del Monte Aloia acoge cada año a cientos de senderistas que recorren el río Tripes y disfrutan de la abundante flora del lugar. La humedad de la zona favorece el crecimiento de un imponente paisaje de musgo y helechos que se acompañan de numerosos molinos con casi doscientos años de antigüedad. Pero no serán las construcciones con más años que los visitantes podrán admirar, pues cerca de la zona se encuentra el Castro do Alto dos Cubos, la excavación de un antiguo poblado castrense.
La más sencilla
Monte y costa en Carnota. La ruta Quilmas, situada en el pueblo marítimo de Carnota, ofrece para los menos iniciados un recorrido que conecta la costa con la falda del Monte Pindo. Para aquellos que no pueden decidirse entre mar y montaña, la decisión está tomada. Además de la sencillez del paseo y la variedad paisajística, si el día acompaña, la zona permite terminar la ruta con un agradable baño en las costas del Atlántico.
La más familiar
Los molinos de Zamáns, para los más urbanitas. A tan solo veinte minutos del centro de Vigo se localiza este idílico paseo, que comienza cerca del cementerio de la zona y lleva a los paseantes por un recorrido muy típicamente gallego. Molinos de agua, canales de piedra y demás construcciones acompañan a la flora del lugar. Como broche final, solo para aquellos que se animen a llegar, se encuentra el embalse. A partir de ahí la ruta se complica, por lo que los menos atrevidos podrían terminar allí su paseo.
La más clásica
Ruta da Pedra e da Auga, un imprescindible. De los paseos más típicos y frecuentados por turistas y autóctonos, este recorrido emplazado en la comarca del Salnés parte del Monasterio de la Armenteira y alcanza hasta siete kilómetros de la zona. Pueden encontrarse desde frondosos bosques hasta construcciones antiguas como molinos de agua, y un broche final con la Iglesia de Santa María de Armenteira. El buen acondicionamiento del lugar y la facilidad de sus caminos la convierten en la eterna favorita de personalidades de la talla del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que es todo un asiduo.
La más idílica
El río Aceiteiro, un precioso paisaje. El municipio coruñés de San Sandurniño acoge el recorrido del río Aceiteiro, que permite a aquellos que se aventuren a seguirlo disfrutar de unas imágenes perfectas para el recuerdo. Molinos antiguos, cascadas, vegetación de ensueño... Todo acompaña para animarse a pasear al lado del río. Además, cerca de la zona en la que discurre se encuentra el castillo de Moeche, una construcción medieval que comenzó en manos de la familia Andrade para terminar en posesión de la Casa de Alba. Su perfecto estado de conservación lo convierten en una visita idílica para los amantes de series como Juego de Tronos, o simplemente, de la historia de Galicia.
La más histórica
Sendero del río Maneses, una zona muy rupestre. Esta senda pontevedresa recorre el río Rego de Maneses, encontrándose en su camino con diferentes construcciones como puentes, pasarelas, canales o presas. Para aquellos con los que un paseo no se satisfacen, encontrarán uno de los mayores atractivos de la zona en el Parque Arqueológico de Arte Rupestre, un centro dedicado a la divulgación y el estudio de los grabados prehistóricos gallegos.
La más complicada
San Xusto de Toxosoutos, para expertos senderistas. La zona de Lousame acoge este recorrido, que parte de la aldea de San Xusto y pasa por los restos del antiguo monasterio de la zona, así como antiguas fábricas de papel ahora abandonadas. Las numerosas cascadas emplazadas en la bajada del río vuelven complicada esta parte de la ruta, por lo que además de ir bien preparados y equipados, es importante que los novatos anden con cuidado.