Los coruñeses explican los motivos por los que eligen su arenal como el mejor
22 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando suena la llamada del verano todo lo que se nos viene a la cabeza es nadar en vez de andar. La gente que está saturada del invierno interminable de la ciudad revive con los rayos del sol. En A Coruña hay muchas opciones para atiborrarse de vitamina D, que es la mejor manera de celebrar el verano. Cuando el frío nos engaña los coruñeses recuerdan sus arenales favoritos, que están llenos de gente durante el verano en la ciudad. Los mejores sitios para plantar la toalla sin salir de la ciudad están en A Coruña.
Siguiendo la línea de la playa, As Lapas es un entorno natural situado a los pies de la torre de Hércules, donde María José y Fina, ataviadas con sus conjuntos de playa, siempre aprovechan hasta el último momento que les regala el sol, «nos vamos de últimas», dicen. Son bañistas fieles, que recuerdan venir siempre a esta playa que parece estar alejada, pues no se ve la ciudad, solo el mar y la torre como fondo.
En el lado del Orzán están sentadas Elena y Alba, dos amigas que cuentan que este verano aprovechan el sol «todo lo que pueden antes de volver a las obligaciones». Eligen esta porque les gusta más que Riazor, y porque «la arena no se pega a la piel». Se sientan lejos de mar que abofetea la playa, «es mucho más tranquila que Riazor y el agua está mejor», comentan.
En Matadero María y Asunción aprovechan lo cerca que les queda la playa de casa y que además, «es donde mejor se está», dicen, «cuando hace el viento ese horrible que se lleva todo aquí todavía se aguanta». Ambas prefieren la tranquilidad de esta playa a las dos anteriores del paseo, «aunque esté siempre llena de gente hay más silencio», aseguran.
En Oza están siempre Tito y Carmen. Son dos amigos que no piensan en variar de sitio, «él es el jefe de esta playa», dice Carmen, «yo no se qué hace aquí si está nublado». Para ellos «es la playa del barrio», y todavía atesoran, como muchos otros, los recuerdos de aquel arenal que llegaba hasta los pies del sanatorio.
En Riazor pone siempre su tumbona María Jesús, que se declara la más playera, «yo siempre vengo aquí», dice. «Vengo a leer y bueno, aprovecho todo el sol que pueda haber, si no no estaría tan morena», comenta entre risas. La imagen nueva que nos ofrece esta playa incluye la cubierta reformada hace poco de la casa del Deportivo, de color azul a juego con el mar. Los habituales destacan que les gusta como está el mar siempre, y que son las mejores vistas de la ciudad, además situadas en el centro.
En San Amaro Antonio ya lleva a cabo una rutina. «Camino y luego vengo y un baño», explica, «vengo mucho porque me queda cerca y me gusta tomar el sol», asegura. Es la prueba de que juventud se repone. Otros bañistas se confiesan también fieles a esta playa, como Manuel y Paco, que cuentan: «Venimos hasta en invierno, y si llueve también, dejamos las cosas en el coche, nos damos un baño y nos vamos corriendo».