Adeline Rucquoi, experta en la ruta xacobea, arroja luz sobre la polémica iniciada por una asociación de Viana do Castelo
20 ago 2021 . Actualizado a las 21:45 h.«En este momento hay una guerra en el norte de Portugal». Así denunciaba la asociación alemana del Camino Portugués una polémica surgida el pasado julio. La Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago de Viana do Castelo arremetía contra la ruta de la costa: «No tiene fundamento histórico». Empezaba así la enésima batalla por atraer peregrinos hacia un itinerario u otro. Causas aparte, el debate está sobre la mesa: ¿Cuál es el Camino correcto?
La ruta lusa tiene dos itinerarios oficiales: el Camino Portugués, que cruza el Miño por el puente de Tui, y el Camino Portugués de la Costa, que surge en Oporto y cruza la frontera en ferry por A Guarda. Una «ambigüedad» que para la asociación de Viana do Castelo «no tiene lógica». Denuncian que la ruta costera es una «invención» carente de «fundamento histórico» y que atiende «solo a intereses turísticos». Por eso, solicitan que se considere como una variante y no un camino oficial.
Adeline Rucquoi, miembro del Comité de Expertos del Camino de Santiago, arroja luz sobre el asunto: «Solo hay constancia histórica de un Camino y es el Francés». «El resto de caminos, como el portugués o el del norte, son creaciones modernas», explica.
Rucquoi señala que, como historiadora, le resulta «divertido» ver cómo se intenta buscar un pasado a todas estas rutas modernas. Sobre el caso del Camino Portugués, señala que sí hay constancia documental de que un peregrino pasó por Tui en el siglo XVII. «Pero que una persona fuera por allí a Santiago no significa que sea una Camino de Santiago. Sabemos que hubo peregrinos portugueses, pero no por dónde pasaban». En cualquier caso, solo tenían la opción de llegar en barco o cruzar algún puente. «Y el único que había en la Edad Media estaba en Ourense», zanja.
Rucqoui cree que las guerras entre itinerarios responden a intereses económicos. «Todos los caminos llevan a Roma y todos los caminos llevan a Santiago, pero no todos son Caminos de Santiago», comenta. Pero, lejos de abrir otro frente, ve de forma positiva la aparición de nuevas rutas: «Demuestran que la peregrinación es un fenómeno con mucha vitalidad».