Del barranquismo al rafting, el interior de la provincia ofrece todo tipo de actividades de aventura en parajes fluviales casi vírgenes
23 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.No hacen falta ni mar ni sol para pasar un verano memorable. Queda claro en el interior de la provincia de Pontevedra, donde la naturaleza en estado puro es escenario de un amplio catálogo de actividades de aventura. El abanico va desde la clásica tirolina hasta las propuestas con mayor descarga de adrenalina, como el puenting o el rafting.
Según explica el responsable de la empresa lalinense Aventura Noroeste, Javier Veiga, como en todo, también en este sector hay modas. «Ahora mismo lo que más está funcionando aquí en la zona es el barranquismo», comenta.
Las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes son potencia en paraísos fluviales y el barranquismo está sacando a la luz rutas increíbles por parajes vírgenes. Por 35 euros cualquiera puede descubrirlos en una completa jornada de aventura en la que se combinan saltos a pozas, rápel, destrepe y toboganes de roca bañados por rápidos fluviales. Cavadosa (Cerdedo) es uno de los destinos clásicos de barranquismo. A él acaba de sumarse este mes la ruta de barranquismo por el río Carballás, en San Miguel de Presqueiras (Forcarei). En este caso, el Concello dio a conocer la actividad con dos sesiones promocionales de carácter gratuito. El éxito fue tal que hubo que organizar una tercera para dar cabida a los participantes en lista de espera. En vista de la acogida, Aventura Noroeste ha incorporado la actividad (45 euros) a su listado de propuestas. Con dos versiones: una familiar y otra de dificultad media. Saltos a pozas cristalinas desde cuatro metros de altura o rápeles de 20 metros ponen emoción a la versión más compleja.
Otra opción de barranquismo es la que ofrece en el río Almofrei (Cotobade) la empresa estradense Desafío Ocio. La actividad implica explorar ríos, gargantas y otros recovecos del cauce fluvial inaccesibles mediante otros métodos. También en este caso hay rápeles, saltos y toboganes como garantía de diversión.
Dejarse llevar por el Ulla
Para Desafío Ocio, la actividad que más tirón está teniendo este verano en la zona es el rafting, un clásico del turismo activo en la comarca. Lo cuenta el responsable de la empresa, Esteban Troitiño, que lleva 16 años dedicándose al turismo de aventura. La propuesta (35 euros) es navegar por los rápidos del Río Ulla desde Barcala (A Estrada) hasta Herbón (Padrón), una montaña rusa que combina olas y remansos aptos para el chapuzón. Los más valientes pueden lanzarse al puenting en el mismo entorno (30 euros). Hay que tener 16 años como mínimo. A los menores de edad se les exige además autorización de sus tutores. El puenting se hace desde el puente de Sinde sobre el Ulla, en Barcala (A Estrada), con una altura de unos 35 metros. «Aquí a demanda ten un perfil más específico. Soen ser persoas de 20 a 40 o 50 anos», explica Troitiño.
En la zona también es posible hacer escalada en pared de roca natural o rápel (20 euros) en Ponte Vilariño (Agolada), Taboada o Pazos (Silleda) o Pozo Negro (Lalín), sobre el río Deza
El catálogo completo de opciones se puede consultar en las páginas web aventuranoroeste.com y desafiocio.com.
Saltando a la poza. Este verano se ha estrenado una ruta de barranquismo por el río Carballás (también conocido como Folgosa), en San Miguel de Presqueiras (Forcarei). Discurre por un territorio virgen y conlleva saltos a pozas de agua y rápeles, aunque no son obligatorios, ya que hay vías de escape.