El trazado del Camino será más seguro para los peregrinos a su paso por Pazos, en Padrón
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Una acera y un paso de peatones evitarán que tengan que cruzar la vía desprotegida
29 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El trazado del Camino de Santiago será más seguro a su paso por Padrón, una vez concluida la obra que la Xunta ejecuta en la vía AC-301, cerca del cruce con la N-550 a la altura de la rotonda de Pazos. Este es, sin duda, el tramo más peligroso de la ruta portuguesa a su paso por la capital del Sar, una vez que los peregrinos tienen que cruzar la carretera en un punto en el que no hay paso de peatones ni otra señalización segura para ellos.
En 2015, el Concello de Padrón ya solicitó que se señalizase uno pero, en estos años, una pequeña diferencia en cuanto a la titularidad del terreno dilató la obra, que ahora ejecuta la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade con un presupuesto de 12.000 euros.
Los trabajos consisten en la construcción de una acera que da continuidad a la que ya existe en el tramo previo y la señalización de un paso de peatones, para que los peregrinos y otros viandantes puedan cruzar con seguridad y, con ello, que no se repitan las imágenes actuales de caminantes en la vía totalmente desprotegidos y más todavía en las horas de menos luz del día, sobre todo por las mañanas.
Desde el Concello celebran la ejecución de la obra, solicitada en más de una ocasión, para mejorar el trazado de la ruta, por la que estos días llegan cientos de caminantes. Los trabajos también incluyen la mejora de la señalización de la zona con la instalación de nuevas señales reflectoras y con indicaciones relativas al Camino de Santiago.
La obra está incluida en las 70 actuaciones que la Xunta ejecutará este año en vías de su titularidad para reforzar la seguridad en las confluencias con los Camiños de Santiago, con una inversión conjunta de 1,4 millones de euros.
Una vez subsanado este punto problemático, en Padrón, municipio en el que el paso de la carretera N-550 marca en buena medida el trazado del Camino de Santiago, aún quedan dos tramos un tanto peligrosos para los peregrinos. Se trata de dos pasos de peatones, el que está situado en Iria, nada más dejar el casco urbano, y el último del trazado, en A Picaraña. Ninguno de los dos está regulado con semáforo, lo que los convierten en puntos sensibles del camino.