Espera repetir experiencia en el Camino de Santiago con sus hijos
03 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La maltrecha rodilla derecha no impidió a Craig Hodges completar el Camino de Santiago con buen ánimo y mejor bagaje de sensaciones y emociones, tras cinco días de peregrinación. Así llegó a la Praza do Obradoiro, donde fue recibido por las autoridades y atendió cuantas peticiones le formularon para grabar el momento en una foto, y donde evidenció que ya sabe quien es Cunchiña, la nueva mascota para el Xacobeo.
El miércoles no quiso perder la oportunidad de acudir a un entrenamiento del colectivo de Moncho Fernández en Sar. Allí demostró que en su veterano chasis sigue latiendo el alma de un jugador que conserva la muñeca de seda. No dejó de comentar las jugadas ni de probar que sigue afinando en el tiro de larga distancia.
Hodges dejó su impronta en el grupo: «Lo que he visto es a un conjunto de jóvenes hermanos que quieren aprender como ganar y esa es la parte más importante, tener un grupo de tíos que saben que aún no están en ese punto y que para llegar a él va a ser necesario trabajar. Las preguntas que yo tenía en ese momento en el que ellos se encuentran eran cómo competiremos cada día, cómo haremos para ser mejores. Intentas darle toda la información que tienes y lo que les he dicho es que piensen cómo hacer a los demás mejores, posición por posición. Eso solo se consigue trabajando duro, jugando partidos y entrenando, con todo eso serás capaz de ver el progreso».
El jueves tocó madrugón para encarar la última etapa del Camino de Santiago, entre Padrón y Compostela. Y pasadas las cinco de la tarde completó el trayecto y una experiencia que resumió en una palabra: «Increíble».
La llegada
La llegada a la Praza do Obradoiro coronó unas expectativas que iban creciendo a medida que avanzaba en su ruta: «La experiencia de llegar a esta plaza es increíble, es lo mejor de la jornada. Sabes que vas a llegar a ella, pero cuando realmente la pisas es increíble. Hay muchas cosas con las que me quedo a lo largo de esta experiencia, pero sin duda la hospitalidad es la más importante de ellas».
Prueba de que disfrutó del Camino de Santiago es que confía en repetir: «Esta vez vine sin saber realmente en lo que me estaba embarcando, pero ahora sé lo que es y definitivamente quiero volver. Deseo hacerlo con mis hijos. Aunque no sea entero, sí una parte, para darles una perspectiva de lo que es esta experiencia tan fascinante, que te da la oportunidad de conocer gente nueva de diferentes puntos del planeta y su humanidad».