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Porto de Dexo, enclave natural

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En el horizonte, A Marola, en el centro un omnipresente baile de arroaces, a la izquierda una ruta hasta Seixo Branco y a la derecha otra hacia Dexo y la grúa que quedó como vestigio de su pasado marinero

04 sep 2021 . Actualizado a las 09:47 h.

Otrora, el Porto de Dexo, en Oleiros, fue zona marinera. Había embarcaciones subidas a tierra y galpones con enseres, pero los pescadores se retiraron o escogieron otros puertos, y de aquellos días solo queda como vestigio histórico una grúa que la remodelación municipal llevada a cabo hace tres lustros dejó a modo de hito de aquel pasado. Con ella se subían las mercancías y las barcas para tenerlas al abrigo del temporal o repararlas.

Popularmente se le conoce como el portiño de Dexo, pero los vecinos y el nomenclátor oficial fija su denominación como Porto de Dexo. Es un enclave que permitió complementar, en el pasado, la economía de una población mayoritariamente dedicada al campo. De allí, también se sacaba el argazo, que se empleaba antiguamente como cama para el ganado o como abono.

Ahora, este lugar de gran atractivo paisajístico tiene unas escaleras que facilitan el descenso al mar y cuenta con aparcamiento y una cuidada área de descanso. Forma parte del Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes y desde él arranca una ruta circular de unos cuatro kilómetros, que tiene como puntos de interés la iglesia románica de Santa María de Dexo, el mirador de la Cova do Ladrón o un molino hidráulico restaurado, además de la gran riqueza biológica y paisajística que atesora la zona. La remodelación de la zona, hace tres lustros, diseñada por el ingeniero municipal Rafael Astor, integró una obra de José María Kaydeda con cuatro arroaces saltando. También una barandilla que hace más segura la contemplación de la costa. 

Es el punto perfecto para contemplar A Marola, un islote rocoso que supone un pasaporte de bravura para quien lo supera. «Quen pasou A Marola pasou a mar toda», es el dicho popular que resume lo que supone el pasar una zona con un mar bravo y azotada por los vientos.

La ruta también permite ver los islotes de Marolete y O Corval y los bajos de los acantilados esconden cuevas solo visibles desde el mar. Es lugar de cría de numerosas aves marinas, de ahí que tenga interés ornitológico, ya que se pueden ver ejemplares de cuervo marino, de gaviota patiamarillla o aves amenazadas como el paíño europeo.

Respecto a la flora hay franjas de vegetación propia de los acantilados, entre las que destacan varios líquenes como el perejil del mar o la herba de namorar y también perviven reductos de bosque autóctono.

Especial conservación

La zona protegida Costa Dexo abarca desde la punta de Mera al puerto de Lorbé

Interés geomorfológico

Destacan su alto valor paisajístico por sus cuevas, acantilados e islotes