TESOROS A PIE DE CASA | Faros pioneros, últimos rayos de sol, joyas geológicas, puntales de la historia... Todo está aquí
06 sep 2021 . Actualizado a las 23:41 h.Ni el verano ni el disfrute ni mucho menos la Costa da Morte han concluido con agosto. Septiembre es también un muy buen mes para entregarse a algunos de los paisajes más excelsos de esta comarca e incluso para disfrutar de algunas de las mejores puestas de sol del año: hay muchos lugares para hacerlo, y Razo, Baldaio o Caión no son mala recomendación, sobre todo porque, en el último caso, esta próxima semana cuadrará con música y espectáculos variados en un buen número de atardeceres. Si el tiempo apremiase y no fueran muchos los días para el recorrido por la Costa da Morte, convendría posar los pies en al menos diez lugares de este territorio, ya seguramente sin la afluencia de visitantes que se ha registrado en este pasado mes recién concluido.
El faro Vilán (Camariñas) es uno de los básicos, quizás el punto iniciático para conocer cómo es y a qué se debe el nombre de la Costa da Morte. Reposar allí una tarde, viendo la silueta de esta guía recortada sobre la inmensidad y ante la amplitud del océano, es de esas experiencias que no se olvidan. Al igual que ver morir el sol en la línea del horizonte, apostado a los pies del faro de Fisterra.
Tiene algo de espiritual, como ofrecer el rostro al último rayo de sol de la Europa continental desde el faro muxián de Touriñán: el más tardío se conquista precisamente desde aquí, hasta el 19 de septiembre.
El castillo de Vimianzo, con toda su historia y sus artesanos trabajando entre muros de siglos y avatares; la cascada y el mirador de O Ézaro, tan cerca de ese gigante dormido que es el monte Pindo; el santuario pagano y religioso de A Barca de Muxía, que del 10 al 13 vivirá uno de los momentos más especiales del año, con alta afluencia por su romería; los Penedos de Pasarela y Traba, un museo pétreo al aire libre, con caprichosas formas labradas que ahora es posible recorrer mediante tres rutas señalizadas; el viaje al infinito que ofrece el camino hacia el faro cormelán de O Roncudo; la catedral de los mil colores que es la Furna das Grallas, en la costa oriental de Malpica, protegida de las masas por el propio mar, son algunos de esos rincones que una visita a la Costa da Morte debería incluir, a la par que el dolmen de Dombate, en Cabana.
[[@embed::00121630764302958513262]
Si le restasen momentos, no debería dejar de pasar por inmuebles cargados de historia y oficios, caso de las Torres do Allo de Zas, los Batáns de Mosquetín de Vimianzo o el ecomuseo Forno do Forte de Buño. Mucho podría seguir, ojo, esta guía de viaje.