El ocio activo y el turismo de aventura aumentan su tirón en la provincia de A Coruña
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Los bautismos de vuelo cotizan al alza, mientras el rafting, los karts y el «paintball» se mantienen a la cabeza de las actividades más demandadas
12 sep 2021 . Actualizado a las 22:58 h.El otoño está ya a la vuelta de la esquina, pero el mes de septiembre todavía ofrece la oportunidad de quemar los últimos cartuchos del verano con actividades para disfrutar de la naturaleza, vivir nuevas experiencias y soltar adrenalina. Sin necesidad de recorrer grandes distancias. Y lo que es mejor, de forma más solitaria y sin menos agobios que en julio y agosto.
Las empresas de la provincia coruñesa que se dedican al ocio activo y al turismo de aventura se muestran satisfechas con lo que ha dado de sí la temporada estival. «Estamos muy contentos, porque el verano pasado ya fue muy bueno y estos dos últimos meses volvimos a tener mucha gente en todas las actividades y en algunas incluso hubo más», apunta el gerente del centro de ocio Naturmaz, Juan José Blanco.
En este parque de aventuras de Mazaricos la propuesta estrella es una tirolina de más de trescientos metros de largo, pero su oferta también incluye actividades de escalada, tiro con arco, paintball, alquiler de bicicletas y kayaks. Y un aeródromo en el que ofrecen bautismos de vuelo y clases de formación paras sacarse el título de piloto de aviones deportivos ultraligeros, una actividad en la que, según destaca Blanco, la demanda se ha triplicado en este último año. «Un bautismo de vuelo dura veinte minutos, sale por 70 euros y mucha gente lo contrata antes de apuntarse al curso de formación, para ver si les gusta la experiencia», señala el gerente de Naturmaz.
Desde Galipark, otro parque de ocio que funciona en Padrón desde el 2014, el balance también es muy positivo. «Este verano hemos recibido muchas visitas, tanto de gente de Galicia como de turistas de otras comunidades», explica Alba Pazos, que recuerda que la piscina con deslizador acuático continúa abierta hasta el 26 de septiembre. «Este mes tiene la ventaja de que hay menos gente y se puede disfrutar de las actividades de forma más exclusiva», añade a renglón seguido.
Galipark dispone de un circuito de altura con rocódromo, puentes colgantes y tirolina. También organiza actividades de láser tag, paintball o tiro con arco. Pero sin duda su propuesta más exitosa es la práctica del rafting en el río Ulla. La travesía se realiza en grupos de seis personas, dura unas tres horas y sale a 35 euros por cabeza. «Septiembre es un mes ideal para quienes quieran iniciarse en esta práctica, porque el río no lleva tanta agua como en invierno y la experiencia no exige tanta pericia», advierte Pazos.
Desde Quadaventuras, una agencia de turismo que ofrece paquetes a la carta con actividades «por tierra, mar y aire», Jaime Loureiro confirma que el rafting se encuentra entre las actividades más demandadas en la provincia coruñesa, junto con los karts, el paintball, los caballos, y más recientemente, los bautismos aéreos.
Estimular las neuronas
Pero quienes busquen emociones fuertes estimulando las neuronas y sin tanta exigencia física también pueden encontrar propuestas interesantes en la provincia, como las escape room al aire libre que organiza City Box en Santiago o A Coruña (El asesino de la máscara o la lanza del destino). O el escape tour El secreto de los templarios que acaba de poner en marcha en Compostela HuntTour y Compos Tour. «Se trata de una mezcla perfecta entre una visita guiada y una yincana», explica el diseñador del juego, Juan Segade.
Este juego no se desarrolla con un guía, sino con una plataforma web que desde el móvil da instrucciones a los participantes sobre el recorrido y los invita a descubrir el casco histórico de Santiago a través de una serie de acertijos y pruebas que deben resolver para poder avanzar.
Una tabla y un remo para sacarle jugo a las «lagarteiras» en el estuario de Vilarrube
Entre las múltiples propuestas de ocio náutico que ofrece la provincia de A Coruña se encuentran las rutas en surf de remo que organiza la escuela Asolas no Puntal en la desembocadura del río das Mestas, en Valdoviño. En su camino hacia la playa de Vilarrube, el cauce fluvial se ensancha para formar un estuario ideal para la práctica del también denominado stand up padel (SUP), y más ahora en septiembre, cuando las mareas «lagarteiras» amplían la zona inundable y permiten alcanzar rincones recónditos.
Iago Martín, responsable de Asolas no Puntal, se muestra relativamente satisfecho con el balance de los dos últimos meses. «La primera quincena de julio no fue muy buena, porque hizo muy mal tiempo, pero a partir de ahí ya tuvimos bastante demanda y se mantuvo muy alta hasta mediados de agosto», apunta.
Las rutas en grupo duran dos horas y salen a 30 euros por persona, mientras que el alquiler del equipo sale por 20. El trayecto parte de la zona de O Puntal, y antes de lanzarse al agua, Iago siempre ofrece una breve explicación a los participantes sobre los elementos indispensables del SUP —la tabla, el remo ajustable y el invento—, además de algunos trucos para mantener el equilibro. ¿Por ejemplo? «Ir siempre bien derecho, mantener la mirada al frente y adelantar un poco la cadera al meter el remo en el agua», desvela. En cuanto al nivel de exigencia, asegura que el SUP no requiere condiciones físicas especiales ni tampoco tiene edad. Tan solo hacen falta ganas de disfrutar.