Diez rutas para pasear el colesterol en la Costa da Morte

Aunque el covid-19 ha acaparado la atención en los últimos tiempos, hay otros enemigos de la salud algo más silenciosos, pero a los que conviene hacerle frente igualmente. Hace ya años que se popularizó el término de las «rutas del colesterol», y ahí siguen estos itinerarios. Cuidado, deporte y ocio o encuentro social se unen en estos recorridos que abundan en la Costa da Morte y que ahora van adquiriendo el atractivo propio de la estación otoñal. Unos 10 recomendables:

1. Paseo do Anllóns, Carballo. El bosque do Añón es el epicentro de la ruta, muy transitada por caminantes o bicis, sobre todo en el tramo entre el puente de la calle Sol y el puente de Bértoa. Este Paseo do Anllóns, siempre al borde del río, con tramos de más luz y de más sombra, comparte parte del recorrido con la denominada como Ruta dos Muíños do Pan.

2. De Malpica a Santo Hadrián. El 16 de junio no es el único día en el que los malpicáns recorren el camino entre el paseo marítimo y la ermita de Santo Hadrián. Avanzadas las playas de Area Maior y Canido, uno puede girarse para ver las vistas del pueblo, que queda atrás. Se pasará después por el arenal de Seaia y por un mirador único, frente a las Illas Sisargas. Aunque de corta distancia, el paisaje vale la pena.

3. Gabenlle, A Laracha. Justamente acaban de presentarse tres rutas para mayores de 55, y una de ellas recorre los pasos del Anllóns. Del área recreativa de Gabenlle sale una ruta usada por muchos a diario, y además de fácil tránsito por su pasarela de madera. Escuchará pájaros y río.

4. Paseo de Cabana. De los espectáculos más silenciosos, de los itinerarios más relajantes. El Anllóns llega a mar. Merece la pena ir para disfrutar de la calma. Puede comenzarlo desde el entorno de As Grelas, algo más de 7 kilómetros. 

5. Malecón de Ponteceso. Saliendo de la Praza de Ponteceso se puede comenzar un itinerario que, por nivel de uso, sería una instalación deportiva en toda regla. Accesible, destaca en este sentido la zona del Malecón. Puede llegarse hasta O Couto y mucho más allá, pues coincide con la ruta homologada PRG-148, hasta Corme y su emblemático O Roncudo.

6. Caión, A Laracha. Para quienes viven en Caión, transita de principio a fin el paseo marítimo, desde la Punta da Atalaia hasta la playa de As Salseiras, es el pan de cada día. Muy válido también para ir con niños. Hay quien lo extiende hasta Baldaio, y viceversa, coincidiendo además con un tramo de Sendeiro Azul. Como en Caión, ocurre en Muxía, con el recorrido hasta A Barca.

7. Entre Cee y Corcubión. Corcubión tiene proyectada su senda hasta el faro, pero mientras no es todavía realidad, es una muy buena opción para aligerar el cuerpo transitar entre Quenxe y Brens, ya en el vecino municipio de Cee, sin perder de vista el mar. El puerto corcubionés, la playa de A Concha, zonas ajardinadas... Un camino llano que también se puede hacer con niños.

8. El paseo de Laxe. Aunque tiene rutas con mucha más bravura, una de las más accesibles y transitadas en este municipio no deja de ser el propio paseo marítimo. Entre la zona del Cabo da Area, donde está el colegio, y el casco urbano hay un buen pedazo, de baja dificultad y sin pendientes, que permite caminar siempre con vistas a la playa urbana.

9. Camariñas Explora. Camariñas tiene señalizados 220 kilómetros en 20 rutas para andar, correr o transitar sobre dos ruedas. Pero si es para formato colesterol, tal vez esté bien el tránsito entre la localidad y el faro Vilán, o hasta Reira, el Cemiterio dos Ingleses...

10. Baio y Vimianzo. Son cortos paseos fluviales, pero no se les puede negar este uso de salud, ocio y encuentro de vecindad.

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