Cinco recorridos asequibles para paseos a pedales rodeados de montañas, agua e historia
03 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Una de las aficiones positivas que dejó la pandemia del coronavirus fue el bum de la bicicleta. En Ourense, muchas comarcas y administraciones han apostado por las rutas ciclistas. De montaña o de carretera, son numerosas las opciones para recorrer distintos puntos de la provincia. Hay propuestas para ciclistas expertos, con recorridos por montaña exigentes que requieren buena forma física y aptitudes técnicas, pero también opciones para todos los públicos, con los que disfrutar de este deporte en medio de la naturaleza sin tener que sea necesaria una preparación previa. Buscamos algunas de estos recorridos para pasar una jornada montando en bicicleta, recorriendo distintos paisajes con historia de la provincia ourensana.
Celanova-Castromao-Vilanova dos Infantes-Celanova .
Esta ruta, de menos de doce kilómetros (11,53 kilómetros, concretamente), comienza y termina en el aparcamiento de As Triguerizas, de Celanova, detrás del monasterio. Es una ruta mixta y circular que discurre por caminos con bonitas carballeiras y que pasa por Castromao, Vilanova dos Infantes y por el casco de Celanova, apunta Chema Nóvoa, de NSB. Tiene menos de 300 metros de desnivel positivo y es asequible para todos los públicos, y también para realizar en familia.
Pista do Marroquí (Laza).
Por un impresionante paraje cargado de la dramática historia de la construcción de la vía del ferrocarril entre Galicia y la Meseta discurre la pista del Marroquí, en el concello de Laza. Las obras de la vía de alta velocidad del AVE se aprecian ahora en la zona. La pista es llana, asfaltada y de escasa dificultad, si no se tiene vértigo, pero para hacer con cuidado. La ruta, circular, comienza en el pueblo de Toro y llega hasta Correchouso, desde donde se regresa por la misma senda, que se construyó para dar servicio a los trabajos de construcción de la vía férrea. Las vistas al barranco de A Armada y al cañón del río Cabras son espectaculares; se pasa por varios túneles. Tiene poco desnivel, aunque presenta un repecho del 10 % en 150 metros en el km. 5. Son veinte kilómetros en total.
Pistas de la Lagoa de Antela
Un paraje totalmente diferente, el de la Lagoa de Antela, es el que nos permite disfrutar la ruta Casas da Veiga-Vilar de Santos. Discurre por pistas de arena, es totalmente llana y recomendable también con niños. Se puede hacer una pausa en una zona de avistamiento de aves. La salida y la llegada de esta ruta, de 12 kilómetros, se puede hacer en la casa consistorial de Vilar de Santos, concello que alberga el Museo da Limia, con información sobre la desecación de la laguna.
Bike Park (Manzaneda)
En la Estación de Montaña de Manzaneda tienen un bike park para todos los públicos, con distintos recorridos, según los niveles de práctica, desde el verde (más asequible) al negro (para expertos). Hay un circuito júnior, con obstáculos en el terreno y con recorridos zigzagueantes entre los árboles. El Manzaneda Bike Park es de pago, con tarifas de 25 euros por persona que incluyen el remonte en los portabicis de las telesillas de la estación, lavado de la bicicleta y duchas para el usuario. Situado en la Serra da Queixa, está dotado con todos los servicios para disfrutar de la bicicleta de montaña en la naturaleza pero con seguridad.
O Corgo (Muíños)
Otra opción cómoda es acudir a uno de los centros BTT, que ofrecen zonas de lavado, vestuarios, opción de alquiler de bicicletas y cascos. En la provincia de Ourense tenemos el de Portas de Galicia, Ribeira Sacra, Allariz-Vilar de Santos y Serra do Xurés. En esta última zona, nos quedamos en Muíños, donde hay dos puntos de acceso, uno en el complejo turístico de O Corgo o en Maus de Salas (de Aviva). A partir de octubre, abren los sábados, domingos y festivos. Las rutas más fáciles son la Megalítica (12,6 km.), más larga, que se acerca a monumentos prehistóricos, o la del Parque Forestal de Outeiro da Cela (5,6 km.). Esta última es una ruta circular, muy sencilla, discurre al lado del embalse de As Conchas y pasa por la aldea de O Rañadoiro.
Por carretera
Para quienes prefieran rodar por carretera, las opciones son múltiples. Desde la ciudad hasta O Ribeiro, por la OU-402 hasta la N-120, en el que fue el primer itinerario protegido para ciclistas, se puede disfrutar de los paisajes fluviales del Miño y de los viñedos. Más montañosa es la ruta hasta Baños de Molgas y Maceda, también protegida para ciclismo según la DGT. Para un paseo más corto, de unos doce kilómetros, y apetecible incluso en salidas invernales desde la ciudad, es el circuito del lado interior del embalse de Cachamuíña.