La moda de apilar piedras y mensajes en puntos del Camino llega a la Catedral de Santiago
VEN A GALICIA
La concejala de Casco Histórico entiende que la basílica debería retirarlas porque «non ten sentido» y no lo ve adecuado para el monumento
05 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Los peregrinos están empezando a crear una nueva costumbre al llegar a la Praza do Obradoiro. Ya los hay que no se conforman con manifestar su júbilo por la conclusión del Camino con gritos de alegría y saltos de emoción, haciendo vídeos en directo de su llegada para sus redes sociales o buscando todos los puntos imaginables de la plaza para fotografiarse. A algunos ya no les parece tampoco suficiente recuerdo el tirarse al suelo y hacer el ángel sobre el Obradoiro.
Ahora se les ha ocurrido dejar su huella sobre el frente de la escalinata de la Catedral. Y comienzan a amontonar piedras de pequeño tamaño con sus nombres o ciudades de origen, bastones de madera, cartas, papeles con mensajes, conchas de vieiras, cintas y hasta peluches. Hace una semana, en el lugar solo había un pequeño peluche y unas pocas piedras, pero día tras día aumenta el número de objetos abandonados en la Catedral. En tiempos, antes de que fuera retirada y rehabilitada la rejería, se colocaban cintas y candados sobre sus hierros. Por ahora, estos elementos no se ven en las rejas del templo, pero sí están ya en la barandilla de metal que baja hacia la avenida de Raxoi, uno de los lugares elegidos para fotografiarse con la Catedral al fondo.
La concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, enmarcó la acumulación de recuerdos dentro de la moda que parece estar imponiéndose en diversos sitios, entre ellos la playa de As Catedrais. Rosón dice que esa costumbre «non nos parece adecuada» para un entorno protegido como el de la basílica compostelana. «Non ten sentido» este tipo de «modas», y apuntó que debería ser retirado por los responsables de la Catedral.
El amontonamiento de recuerdos acaba de llegar al Obradoiro, pero hay otros sitios donde se acumulan objetos vinculados al Camino desde hace años. En la alambrada que rodea las pistas del aeropuerto, los peregrinos suelen dejar cruces elaboradas artesanalmente con pequeñas ramas o telas, así como camisetas, pañuelos, piedras y papeles. Cada cierto tiempo se limpia, pero reaparecen. Lo mismo ocurre en el cartel de Santiago ubicado en la zona verde de la Praza da Concordia en San Lázaro: está totalmente cubierto con trozos de todo tipo de ropas, pegatinas y hasta botas. Además, sobre los mojones que marcan los kilómetros hasta el Obradoiro se dejan pequeñas piedras a modo de ofrenda. Esta costumbre habitual en los trazados rurales del Camino es cada vez más frecuente en la ciudad.