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No, el del 2021 no fue el verano que más turistas visitaron la Ribeira Sacra

Carlos Cortés, Francisco Albo MONFORTE / LA VOZ

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Una familia de turistas portugueses, este verano en el Campo da Compañía, en Monforte
Una familia de turistas portugueses, este verano en el Campo da Compañía, en Monforte CARLOS CORTÉS

Casi 44.000 personas hicieron noche en los hoteles de esta zona entre julio y agosto. Mejora las cifras del 2020 y del 2019, pero solo es la cuarta mejor de los últimos 10 años

08 oct 2021 . Actualizado a las 10:51 h.

El abarrote de los últimos meses hizo cundir la sensación de que el del 2021 fue el mejor verano turístico para la Ribeira Sacra, pero no. Las estadísticas oficiales lo desmienten. Fue un buen verano y sirvió para que el sector recuperase el pulso tras un 2020 perdido por culpa de la pandemia, pero en los últimos diez años los ha habido mejores. Según las cifras oficiales, por los hoteles de la Ribeira Sacra pasaron 43.961 personas en julio y agosto. Las cifras totales son mayores, pero esta estadística no incluye otro tipo de alojamientos, como pisos turísticos o casas de turismo rural.

Desde luego, son números muy superiores a los del 2020. El número de visitantes que hicieron noche en hoteles de la Ribeira Sacra en las seis semanas centrales del verano superó en un 128% al de las mismas fechas del 2020. Pero el objetivo de mejorar el año pasado era fácil, una vez lograda la vacunación masiva y con el alivio de algunas de las restricciones más duras. El caso es que la Ribeira Sacra también mejoró este verano los números del 2019, el último antes de que el covid-19 llegase para cambiarlo todo. En julio y agosto de hace dos años, este territorio había sumado 32.483 turistas, un 24% menos que en este 2021.

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De todas formas, al verano del 2021 le ha faltado algo para ser histórico. Si se toman como referencia los veranos de los últimos diez años, este ha sido el cuarto mejor. La Ribeira Sacra recibió más visitantes en el 2015 (el récord hasta ahora, con 51.062 viajeros en los hoteles), en el 2014 (46.388) y en el 2016 (45.510).

En las cifras de este año hay un dato que llama la atención, y que puede explicar que el resultado final no haya sido incluso mejor de lo que ya ha sido. El peso del turismo internacional fue este año mucho más reducido de lo habitual. En los últimos diez años, los visitantes procedentes de otros países solían acercase al 15% del total en la Ribeira Sacra. Este verano solo han sido el 5%. No es algo que ocurra solo aquí, porque el turismo internacional está tardando más en recuperarse de los rigores de la pandemia, pero si este dato hubiese sido más normal, este verano probablemente se hubiesen superado las barrera de los 50.000 turistas alojados en hoteles de la Ribeira Sacra. Como en el 2015.

 «Nunca víramos tanta xente visitando as igrexas rurais como este ano»

Este fin de semana terminará la campaña de verano de recorridos guiados por el patrimonio románico de la Ribeira Sacra que organiza cada año Máis que Románico. Acaba así una temporada que desde esta empresa califican de «moi rara» y que se ha caracterizado por la masificación. «Nunca víramos tanta xente visitando as igrexas rurais», dice María Abuín, una de las responsables de esta firma.

Por lo que respecta al número de usuarios de las rutas guiadas, la afluencia de este verano se puede considerar normal. «Ao final da campaña teremos atendido a unhas 650 persoas, o que é un bo resultado, pero houbo outras veráns nos que tivemos máis clientes», señala Abuín. Lo que ha sido inhabitual es la cantidad de personas con las que se encontraron durante sus recorridos y que no formaban parte de su clientela. «Chegar ao mosteiro de Ferreira de Pantón e encontrarse alí con outros visitantes que van pola súa conta é algo normal, porque é un lugar xa moi coñecido, pero é que este ano encontrámonos con moitísima xente por todas partes, incluso en lugares que son pouco visitados», explica. «A igrexa de Proendos, por exemplo, non figura na maioría das guías especializadas no románico e aínda así, cada que vez que fomos vela cos nosos clientes había alí outras persoas de visita, algo que non nos pasara outros anos», agrega.

Muchos de estos visitantes, indica María Abuín por otra parte, «non eran afeccionados ao turismo cultural, como os que constitúen a maior parte da nosa clientela, senón persoas que non teñen un interese especial polo románico ou polo patrimonio etnográfico e que foron parar a eses lugares buscando simplemente algunha cousa que ver, como podían ter ido a outros sitios». Esto se pudo notar -agrega- «en que moitas desas persoas non tiñan ningunha información previa sobre os lugares que visitaban e víase que andaban un pouco perdidas».

Las responsables de Máis que Románico consideran que esta afluencia fuera de lo común puede haberse debido «a que en moitos lugares máis frecuentados polos turistas seguiu habendo limitacións de aforo no verán, e iso puido levar a moita xente a buscar sitios menos coñecidos». Asimismo, creen que la falta de información de muchos visitantes «pode deberse a que agora hai moitas casas e pisos de aluguer turístico e moitos propietarios non se preocupan por orientar aos seus clientes, aínda que algúns si o fan». Por otro lado -añade Abuín- «hai oficinas de turismo que pechan polas tardes ou os domingos e iso non axuda a que os visitantes estean mellor informados».

Por lo que respecta a las rutas guiadas, las responsables de la empresa señalan que una de las que han tenido más éxito este verano es la que discurre por la localidad de Proendos. «Levamos varios anos ofrecendo esa ruta, pero este o ano foi o da súa consolidación», dice María Abuín.