Los cementerios albergan las almas más conocidas de la zona en estructuras históricas
17 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Cómo lidian con la muerte y el descanso eterno las personas es una muestra de cada cultura. Los cementerios son el sitio perfecto para descubrirla, así como la historia y el arte de Barbanza. El mar, la tierra y la literatura tienen una fuerte presencia en estos lugares de descanso.
Noia
A Quintana dos Mortos. Este espacio está considerado como uno de los cementerios más bellos a nivel nacional. Un lugar tranquilo, adherido a la iglesia de Santa María A Nova, es uno de los emblemas de la villa medieval noiesa. Al terreno le rodean toda clase de leyendas, como que fue construido con la Tierra Santa de Palestina traída por los barcos noieses que surcaban los mares o que un espectro ronda por el camposanto. Fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1973.
Conchas en las tumbas. La tradición es típica de la zona, explican desde el Concello de Carnota. Investigando algo más, se descubre que la práctica era fuerte durante la Edad Media, a raíz de los peregrinos que aparecían en el Camino de Santiago. Entonces se creía que una concha de vieira en el sepulcro aseguraba el paso al cielo. En Carnota, alrededor de las conchas también se ponen restos de erosión de las rocas de las playas, probablemente para evitar que malas hierbas crezcan cerca de las tumbas.
Cementerio de Tállara. En esta parroquia de Lousame, situada en la carretera que conecta Boiro y Noia, se erige un hermoso mausoleo, rodeado de naturaleza. Construido por el ingeniero militar Jesús Romero Molezún a principios del siglo XX, la estructura está hoy considerada bien de interés cultural. En el panteón con detalles del románico yacen hoy día miembros de la familia Romero. Fue restaurado en el 1914, con la ayuda del militar Miguel García de la Herrán.
A Pobra
Ilustres descendientes. En la parroquia de San Isidro de Posmarcos se encuentra el sepulcro de una de las figuras más emblemáticas de la villa pobrense: María de la Encarnación Beatriz Baltasara del Valle-Inclán, hija del escritor de la generación del 98, Ramón María de Valle-Inclán. Doña Mariquiña, como era conocida, había fallecido en París en el 2003, pero no fue hasta el 2007 cuando su hijo José Devoto consiguió trasladar sus restos para que yaciera con su marido en el camposanto pobrense.
Outes
Un santo momificado. La iglesia de Ourente de Entíns guarda uno de los sepulcros más impactantes de la zona. Dentro de la capilla está conservado un cuerpo que se cree perteneció a San Campio, un soldado romano martirizado en el año 306 después de Cristo. Antiguamente se utilizaba la momia en los exorcismos de la zona. Hoy en día, la capilla suele permanecer cerrada, abriendo sus puertas a los vecinos durante la celebración en honor al mártir el 29 de septiembre, durante la que piden su ayuda para superar enfermedades nerviosas.
Tierra de escritores. En la localidad rianxeira permanecen los restos de algunas de las firmas más conocidas del panorama literario gallego. En un recorrido por el cementerio municipal es posible encontrar panteones de figuras tan ilustres como Rafael Dieste, autor de Dos arquivos do trasno y A fiestra valdeira. A pesar de morir en Santiago, el escritor pidió ser enterrado en su Rianxo natal. Los restos del poeta Manuel Antonio, conocido por la colección De catro a catro, también yacen en la necrópolis de la localidad, junto con los de su padre. A pesar de que Castelao, el pensador político más conocidos de Rianxo, no está descansando en la villa, sí lo están sus padres, Mariano y Joaquina, y sus hermanas, Teresa y Josefina.