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Cinco destinos para celebrar el Samaín en Galicia

Rebeca Cordobés

VEN A GALICIA

Aprovecha el puente de Todos los Santos para vivir esta festividad celta que dio lugar a Halloween

29 oct 2021 . Actualizado a las 11:21 h.

 ¡El Samaín está a la vuelta de la esquina! La fiesta de origen celta que dio lugar al Halloween anglosajón es una de las fechas señaladas del calendario gallego. Aquí la tradición de tallar calabazas, caveiras o calacús existía mucho antes de que Hollywood la extendiera por el mundo.

El Samaín celebraba el año nuevo celta. La noche en que la luz dejaba paso a la estación de las tinieblas. Igual que sucede con San Juan, se creía que en esta fecha se abría la puerta al otro mundo. Por eso, esta es la mejor época del año para entrar en contacto con la Galicia meiga. Aprovecha el festivo de Todos los Santos para descubrir las costumbres que aún permanecen vivas en la comunidad y... ¡Pásalo de miedo!

Cedeira y sus calabazas

Concurso de calabazas en el Samaín de Cedeira.
Concurso de calabazas en el Samaín de Cedeira. JOSÉ PARDO

Aunque el Samaín nunca llegó a desaparecer, muchas de sus tradiciones se mantuvieron en el olvido durante años. Hace 30 años, los habitantes de una villa marinera de las Rías Altas recuperaron parte del legado pagano de la fiesta. Como si fueran galos luchando contra el imperio de la celebración puramente religiosa, decidieron retomar costumbres como la talla de calabazas o melones. En su origen, los celtas cogían calaveras de sus enemigos muertos en batalla, las iluminaban y las ponían en los muros de los castros para espantar a los espíritus que salen a vagar esa noche. Con el paso del tiempo, se comenzaron a esculpir frutos propios de cada zona con caras terroríficas.

Cedeira recupera este año gran parte de su programa habitual del Samaín. Habrá exposición de calabazas, una actividad en la que se vuelcan niños y mayores de varias localidades de la comarca. De hecho, desde la organización del evento adelantan que se intentará recuperar también el taller de tallado y el de maquillaje. El que no faltará será el de elaboración de collares de zonchos (así se llama a las castañas cocidas con monda en el norte de la comunidad).

Pero el gran evento del Samaín cedeirense es el pasacalles. Vecinos y visitantes se reúnen, vestidos con sus más terroríficas galas, a la hora del luscofusco, cuando el sol se va y deja paso a la mágica noche del Samaín. Fantasmas, meigas, calaveras, almas en pena y todo tipo de personajes de leyenda salen a las calles de la villa marinera. Creas o no, habelas hailas, y si te cruzas con alguno de estos seres, es mejor que vayas armado con una buena calabaza para espantarlos.

Noite Meiga en Ribadavia

Noite Meiga en Ribadavia.
Noite Meiga en Ribadavia. Santi M. Amil

 Otra de las localidades donde se recuperó el Samaín, y por todo lo alto, es Ribadavia. El municipio ourensano celebra cada año su Noite Meiga. Como el propio nombre indica, todo tipo de seres y criaturas del otro mundo toman las calles de casco histórico. Aquelarres y queimadas se daban cita antes de la pandemia y, aunque este año solo se han podido recuperar algunas tradiciones, es un destino idóneo para el puente de Todos los Santos.

El programa de 2021 incluye citas tradionales como el espectáculo de hípica celta. Pero el plato estrella será una propuesta más moderna. El castillo de los Sarmiento acogerá un escape room en el que los participantes deben detener a un asesino en serie, antes de que sea demasiado tarde... Y si no te animas a participar en las actividades, el ambiente y el patrimonio de Ribadavia, transformado para la ocasión, es sufiente para pasarlo de miedo. Eso sí, procura no alejarte mucho de la localidad la noche del 31 de octubre. Nunca se sabe dónde puede estar la Santa Compaña.

Catoira y su procesión de caveiras

Desfile de caveiras, en Catoira.
Desfile de caveiras, en Catoira. MONICA IRAGO

 Hay un lugar donde seguro que no te cogerá la Santa Compaña, la procesión de almas en pena que recorre los montes gallegos en noches como el Samaín. Catoira, el muncipio vikingo de la ría de Arousa, celebra la festividad con un desfile de caveiras. Vecinos y visitantes se pintan la cara, tallan sus calabazas y las sacan por las calles cuando cae la noche para espantar a los malos espíritus.

Catoira es uno de los destinos donde puedes vivir el Samaín más tradicional. Además, se trata de un lugar rodeado de patrimonio, como las Torres do Oeste, e historia, como el desmbarco vikingo. Además, la noche más terrorífica del año suele terminar con un magosto o degustación de castañas asadas.

Samaín, muiñada y magosto en Sabucedo

Festival MUSA de Sabucedo.
Festival MUSA de Sabucedo. miguel souto

 El magosto es otra de las tradiciones gallegas que tiene lugar en otoño. La fiesta, que celebra el final de la recogida de castañas, reúne a todo el mundo alredor de una hoguera donde se asa y come parte de la cosecha. A diferencia del Samaín, no tiene una fecha fija, pero algunas localidades optan por unirlas en la misma noche.

Es el caso de Sabucedo. El escenario de la rapa das bestas acoge el festival Musa. Una unión entre el Samaín, el magosto y las muiñadas. Esta última es una fiesta que reúne a los vecinos en torno a un molino por la noche, donde se baila al son de la gaita y los pandeiros. Con esta fusión, la parroqua de A Estrada es uno de los destinos «top» para disfrutar de la Galicia más tradicional.

De feria en Monterroso

Feira de Santos, en Monterroso.
Feira de Santos, en Monterroso. ALBERTO LÓPEZ

Para quienes son más de Todos los Santos que de Halloween, Monterroso ofrece un plan muy diferente el día festivo. Cada 1 de noviembre se celebra allí un mercado conocido como Feira dos Santos. Su origen se remonta a la Edad Media, vinculado a un impuesto sobre la sal que se cobraba en la localidad lucense.

Aunque en sus inicios fue una feria de agrícola y ganadera, en la actualidad reúne cientos de puestos con productos de temporada. Quesos, castañas, miel, chorizos o flores son el telón de fondo para una fiesta catalogada de interés turístico. Y es que Monterroso no será el escenario del Samaín más auténtico, pero sí de una de las tradiciones más arraigadas en la comunidad: las ferias.