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Los «Dourados e arrimados»: más de veinte primos de Bergantiños hacen juntos el Camiño de Santiago

Marta López CARBALLO / LA VOZ

VEN A GALICIA

FAMILIA DOURADO

Empezaron la semana pasada el itinerario portugués desde Baiona y harán una etapa semanal hasta llegar a Compostela

22 oct 2021 . Actualizado a las 16:13 h.

De una comida de campo en Balarés, a lanzarse al Camiño Portugués desde Baiona. Más de veinte primos de una numerosa familia de Bergantiños se embarcaron la semana pasada en la aventura de recorrer los 127 kilómetros que separan la localidad pontevedresa de la capital gallega y lo harán por etapas, una a la semana, para adaptarse a las posibilidades de cada caminante.

El grupo es muy diverso en cuanto a horarios y a edades, siendo la más veterana María Dourado a sus 71 años. La comitiva está integrada por unas 22 personas, entre ellas algún amigo, de ahí que se hagan llamar los «Dourado's e Arrimados», nombre que lucen orgullosos en las camisetas que han hecho para la ocasión.

«Somos un montón de primos que levamos xa uns anos tratándonos e facendo xantares. En setembro xuntámonos outra vez e alí naceu a idea, comendo de campo en Balarés», sostiene Joaquín Dourado. Se valoró empezar en Corme, pero les gustó más la idea de hacer un tramo del itinerario portugués, que es menos frecuentado y las vistas, añade Joaquín, «son moi bonitas».

Así, apenas semanas después se echaron al camino desde la Virxe da Rocha, un lugar que a todos les gustaba especialmente, y desde allí hicieron cerca de 30 kilómetros a pie. «María, a matriarca, ten 71 anos e levouno como unha campioa, quedei asombrado. E mira que subimos costas! Ela xa me dixo: ‘Joaquín, lévoche 13 anos e ti parece que estás morrendo'», bromea el bergantiñán. La propia María, encantada por la idea, confiesa que no es de las que «queda sentada no sofá». Ya hizo el Camiño de Santiago anteriormente desde Corme, peregrinó a la Virxe da Barca de Muxía e hizo también el recorrido hasta los Milagres de Caión. «Son andadora, son», confiesa.

El proyecto inicial era hacer una etapa en sábados alternos, pero ahora que han probado la experiencia ya han fijado para este fin de semana el segundo tramo, entre Vigo y Redondela. Son conscientes de que en esta época del año es probable que les llueva en algún momento, pero consideran que la superación es también una parte de esta aventura. «Somos chicarróns e chicarronas do norte, cuns chuvasqueiros aguantamos o que nos boten», presume Joaquín.

Quieren que la última etapa les coincida más o menos a inicios de diciembre. La harán cortita, apenas unos kilómetros, para llegar a Compostela temprano y disfrutar tranquilamente de la ciudad. «O importante é gozar do Camiño e pasalo ben todos xuntos. É algo que se disfruta moito, eu cando o fago acabo reventado, pero encántanme estas camiñatas», apunta el bergantiñán.

Para las etapas que faltan podrían acoger a alguna gente extra -«máis arrimados»- pero no mucha más ya que el autobús que tienen contratado es de 39 plazas. «Quen sabe, ao mellor para o ano que vén animámonos outra vez con máis xente», concluye.