TESOROS A PIE DE CASA | Ponteceso, Carballo, Vimianzo o Dumbría son un buen ejemplo de ornato natural. Vale la pena acercarse
24 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene parámetros muy diversos, y entre ellos la conveniencia de un determinado número de árboles o de unos determinados metros cuadrados de zona verde por habitante. El impacto positivo en el bienestar y en definitiva en la salud humana de la naturaleza bien cuidada, he ahí la denomina biofilia, ha sido narrado en diversas ocasiones, y el otoño es una época bien propicia para dejar reposar los ojos.
Hay varios municipios en la Costa da Morte con un marcado afán de cuidar sus espacios verdes, públicos, tal es el caso de Ponteceso, que no mucho tiempo atrás recibió uno de los reconocimientos de las Vilas en Flor, de la Red de Municipios Verdes de Galicia, precisamente por el mimo y la estética de sus jardines y áreas naturales. No solo en el entorno del paseo fluvial, la ribera del Anllóns, trabajos bien integrados en el entorno y con respecto a especies singulares, sino también en otros puntos del municipio, como son Corme o Pazos.
Carballo es otro de esos territorios que conviene recorrer este otoño. En la Praza de Galicia y en la da Cruz Vermella lucen calabazas ligadas al tiempo del Samaín, parte además de una nueva edición de la campaña Presume de Xardíns, integrada en otra acción más amplia denominada Catro estacións. La idea no es fijar una decoración de forma arbitraria, sino implicar también a los niños en el ornato y cuidado de estos entornos, habilitándose cuatro zonas para que ellos instalen sus creaciones: calle Eduardo Pondal, Campo da Feira, Parque do Anllóns y Parque do Chorís. Junto con las calabazas, en esta época del año se puede ver el protagonismo de crisantemos.
Dumbría, de otro lado, es un ejemplo de concello que cuida sus aldeas, la imagen del rural, un referente en este sentido dentro de la comarca. Dar un paseo por Buxantes, por Olveiroa o por Berdeogas permite constatar la fuerza del colorido floral. Castros, palomares, hórreos y hasta la propia casa consistorial adquieren otra dimensión con el cuidado de su entorno, una máxima que también emplean en Vimianzo, donde los adornos naturales en torno al centro de usos múltiples o del castillo, por citar algunos ejemplos, son en cierto modo fuente de una alegría y orgullo colectivo. En torno al 8M levantaron incluso un jardín vertical.