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El monasterio de Sobrado reabre el albergue tras su remodelación

D. Vázquez SOBRADO DOS MONXES / LA VOZ

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Dolores Vázquez

La inversión superó los 735.000 euros y solo queda instalar la lavandería

26 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El albergue del monasterio de Sobrado dos Monxes, gestionado por la Orden del Císter y situado en el denominado Claustro de Peregrinos, presenta un aspecto totalmente remodelado. De unas estancias oscuras y 120 plazas, ha pasado a un mobiliario de haya, moderna iluminación, instalación de ventilación y mejora en la accesibilidad y estancias más amplias, con 98 plazas, dos de ellas sin barreras. Con una renovada zona de aseos y de comedor, todas estas estancias fueron visitadas ayer por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que estuvo acompañado del vicepresidente Alfonso Rueda y los alcaldes por los que transita el Camiño do Norte.

La obra de acondicionamiento conllevó una inversión de 737.044 euros y el prior Carlos Gutiérrez Cuartango reconoció que se sentían «orgullosos» del resultado. «Este mosteiro é o eixe fundamental do Camiño do Norte e débese traballar que siga sendo unha xoia», remarcó el regidor, Lisardo Santos.

Núñez Feijoo indicó que se pretende que esta instalación para los peregrinos se abra de inmediato, ya que solo falta por concluir la zona de lavandería en el exterior. Definió la instalación como «o albergue máis fermoso do Camiño do Norte», del que destacó que está situado «nunha xoia do barroco galego, un impresionante monumento, clave para entender o Camiño do Norte», estimó.

Remarcó que en esta ruta pretenden contar con diez albergues, con 405 plazas. En este sentido, precisó que la previsión es que el de Vilasantar esté finalizado en enero del 2022.

Críticas al Gobierno central

Aprovecharon la visita para ver los trabajos realizados en la iglesia, en la que se han invirtieron 1,5 millones en un proyecto para eliminar las humedades. Al hilo de este recorrido, el presidente de la Xunta cuestionó el cambio de criterio del Gobierno central, que vincula los fondos entregados para los bienes de interés cultural a que estos sean públicos. Considera que eso complica destinar partidas a obras como las llevadas a cabo en el templo de Sobrado.