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Guía para un Camino accesible a personas con cualquier discapacidad

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA LUGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

Es indispensable tener todo cerrado antes de salir porque la ruta jacobea no está totalmente adaptada para todos

28 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Por la Semana del Daño Cerebral, este martes entró a Lugo por O Cebreiro Christian Salamin, un suizo con hemiplejia que peregrina en un triciclo adaptado. Aunque sea un caminante más, tuvo que personalizar la ruta a sus capacidades. El Camino es universal pero no es completamente accesible para todos. Esto es lo que se debe saber para peregrinar si se padece una discapacidad, según aconsejan desde la asociación Discamino.

ENTRENAMIENTO

Recomendado. Prepararse antes de peregrinar es recomendable para cualquier persona, pero aquellas con movilidad reducida necesitan un tiempo de entrenamiento previo. Sobre todo para evitar una rehabilitación posterior que se pueda complicar.

ITINERARIO

Evitar calzadas romanas. Las personas con discapacidad que empleen un vehículo adaptado ordinario no pueden circular por la totalidad de las rutas jacobeas. Ninguna de ellas. El principal obstáculo son las calzadas romanas o las de tierra. Por eso, previamente se debe estudiar el trazado para peregrinar siempre por asfalto y no terminar en «un callejón sin salida».

VEHÍCULOS

No todos se adaptan. Tan solo dos vehículos adaptados pueden transitar el Camino original. Una es la «Joëlette», que consiste en una bicicleta de montaña con una única rueda. Puede recorrer toda la ruta jacobea pero es totalmente pasiva, es decir, la persona con discapacidad no colabora para nada, tiene que ser llevaba por otras personas. La segunda opción es una bici-silla con un elemento «atech», es decir, una silla de ruedas que va incorporada a una bicicleta. Con estas dos opciones, se debe tener en cuenta la meteorología, por si el suelo está mojado y es más complicado de llevar, y también el peso y el tono muscular de la persona con discapacidad. Al margen de estos dos vehículos, el resto de bicicletas y sillas de ruedas solo pueden peregrinar por camino asfaltado.

COMPAÑÍA

Voluntarios. La persona con discapacidad no tiene por qué ir acompañada, según sus preferencias y capacidades, pero sí tiene la opción de hacerlo siempre que quiera. La asociación Discamino pone a disposición de cualquier persona una red de voluntarios para acompañar como ciclistas, conductores o para cargar peso. Los peregrinos con movilidad reducida tienen que tener en cuenta que, si van en un vehículo adaptado ellos solos, el peso de la mochila, que como mínimo puede ser unos 10 kilos, complica mucho el recorrido.

ALBERGUES

Reserva imprescindible. Los albergues que están totalmente adaptados a personas con discapacidad son pocos. Algunos solo tienen instalada la barra en el servicio, pero tienen escaleras o sí tienen el aseo adaptado, pero no la habitación. Por eso es imprescindible preguntar personalmente en los alojamientos cómo son sus instalaciones y empezar el camino con toda la ruta reservada en los que sí son accesibles.