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¿Busca setas en la Costa da Morte? Empiece por estos cuantos rincones

Patricia Blanco
Patricia Blanco CARBALLO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Berdeogas, en Dumbría
Berdeogas, en Dumbría ANA GARCIA

TESOROS A PIE DE CASA | Cuatro voces desvelan algunas de las zonas donde más suerte suelen tener

08 nov 2021 . Actualizado a las 22:39 h.

Si en esta contenida guía buscase el nombre de lugares que le garanticen que, sí o sí, hallará con total seguridad setas que llevarse a su cesta, no los hallará. Porque la micología tiene un aire de búsqueda de tesoro. Como dice Raquel Poncini, guía micológica y habitual colaboradora junto con Pablo Cuadrado de las jornadas As setas da Laracha, «es cuestión de irse moviendo por montes, soutos y pinares, mirando, porque vas a ir encontrando en todos lados». Es cosa de investigar: desvelar una zona «en la que pueda cogerse dos kilos por persona», aclara, no es así de fácil.

Poncini se mueve bastante por Cerceda, A Laracha o Carballo. Habla también de pinares costeros con helechos, muy ricos en craterellus lutescens. Se le vienen a la cabeza, por ejemplo, pinares de Malpica. Los boletus o los níscalos, entre otros, también se dan bien por la comarca. De hecho, no es raro ver en ella especies más o menos recientes, caso de la favolaschia calocera: vino de Madagascar y, desde su primera cita en Galicia en la Isla de Cortegada, en el 2011, lleva unos diez años apareciendo: «En A Laracha aún la vi el miércoles», decía Raquel este jueves. Gabenlle y su entorno es una buena zona para ver especies diferentes, y ofrece un cómodo sendero. En este municipio, no obstante, las zonas más húmedas estarían en el entorno de Soandres.

Área de Gabenlle, en A Laracha
Área de Gabenlle, en A Laracha Ana Garcia

José Gil, ingeniero agrónomo y buen conocedor de la materia, cita desde la EFA Fonteboa algunos de sus lugares más recurridos. En el propio municipio coristanqués, todo el entorno de Verdes, bastante rico en níscalos, en macrolepiotas, en boletus e incluso en alguna amanita caesarea, debajo de carballos, por más que es una especie en general asociada a encinas o alcornoques, más abundante en la zona de Pontevedra.

Área de Verdes, Coristanco
Área de Verdes, Coristanco BASILIO BELLO

Dice Gil que la zona de Xaviña, hacia Rus y Entrecruces, cogiendo la Ruta das Férvedas, permite hallar bastante boletus edulis, boletus pinícola, níscalos y tres tipos de cantharellus: cibarius, tubaeformis y lutescens. Anos, en Cabana, le ofrece asimismo buena recompensa: el boletus badius o bayo, el edulis, el pinícola, níscalos, macrolepiotas... «Cabana é bastante rica, sei dun pinar en Borneiro plagado de lactarius deliciosus», señala. He aquí una clave: más que buscar zonas, lo que uno ha de buscar son especies arbóreas y asociadas a ellas habrá una seta u otra: níscalos en el caso de los pinos; boletus en el de pinos, carballos o castaños.... «Se te pos a buscar, atopas setas en todos os sitios da Costa da Morte», agrega.

Entorno de la fervenza de Rus, en Carballo
Entorno de la fervenza de Rus, en Carballo José Manuel Casal

En esto, también «depende»

Otro nombre referente en la micología de la Costa da Morte es el de José Manuel Castro Marcote, de la entidad Pan de Raposo, que hoy inicia sus nada menos que 30.ª Xornadas en Cee. En esto, como en todo, también «depende» mucho. Del momento o de la humedad y, esta última, del viento. Como Gil, coincide en que la cosa está en buscar castaños, carballos o pinos y, ahí, procurar suerte. «Hai moitos factores e, en cada época do ano, zonas mellores e peores. Ao mellor vas a un souto que é unha marabilla e non atopas nada e, noutra ocasión, á beira da estrada, pois levas un montón».

Monte Faro en Vimianzo
Monte Faro en Vimianzo ANA GARCIA

Juan Carlos Lauroba, que en bastantes ocasiones tienen pronunciado charlas en la comarca, asegura que uno puede comenzar por buscar en aquellos lugares con frondosas. Carballos, castaños, pinos... Varía mucho, desde luego, y que un año se den bien no significa que para la próxima también. Lauroba se mueve, dentro de la Costa da Morte, en un radio de unos 30 kilómetros. Menciona algunos sitios, como los montes de Vimianzo por encima de los 200 metros, caso del Monte Faro; montes de Dumbría, como en Berdeogas; el promontorio de San Pedro Mártir, en Cee, o la propia Cabana.

Entorno de San Pedro Mártir, en Cee
Entorno de San Pedro Mártir, en Cee ANA GARCIA

Boletus edulis, boletus bayo, níscalos.. Son las especies que él más ve y, cuando la época empieza a flojear un poco, por el mes de noviembre, también «lingua de vaca». Otras, más curiosas, son menos abundantes, pero también las hay, aunque sean más difíciles de encontrar: el chantarellus tubaeformis, la russula... Hasta algún champiñón, propio de praderías, pero aquí no muy abundante por la rotación de los cultivos.

Este, en todo caso, está siendo un «outono raro»: tras un verano húmedo, octubre arrancó con días secos, llegaron dos o tres días de lluvia, de nuevo sequedad... Ahora, la temporada de setas andaría por su ecuador, así que no se demore y pruebe suerte, pero siempre con precaución: si no está seguro de lo que es, evite cogerlo.