Filiberto Hernández: «Es primordial unificar la Vía de la Plata y tener una mesa que la gestione en su conjunto»

Filiberto Hernández Pablos, presidente de la Asociación Caminos de la Vía de la Plata, recala estos días en Silleda para participar en el FairWay que se desarrolla en Santiago de Compostela y promocionar la ruta jacobea a la que representa. Le acompaña en su estancia en Galicia José Maril, propietario de un albergue en Silleda y socio del colectivo.

—¿Cómo surgió la agrupación?

—Empezamos a movilizarnos en el 2014 intentando que la Plata se uniera y en el 2020, por fin, ya se legalizó la asociación y somos la única de la Vía de la Plata.

—¿Cuántos socios tienen?

—Somos unos 80 y tenemos socios en todas las etapas: desde Sevilla a Fisterra y Muxía. Nos falta alguno entre Santiago y Muxía. La gente está trabajando con muchísima ilusión. La asociación nació para trabajar por la Vía de la Plata, que siga adelante y suba en número de peregrinos como un generador de riqueza en todas las zonas por las que pasa. Hemos venido a la convención de turoperadores nacionales e internacionales de Santiago de Compostela para presentarles todo lo que le podemos ofrecer en este Camino.

—Usted tiene un albergue en Zamora, ¿cómo se vivió este año?

—Hemos tenido un mes de octubre muy bueno. Septiembre también fue bueno. Agosto, al principio fue un poco regular pero en la Plata, en agosto, a los que vienen de Andalucía y Extremadura en verano los coge mucho el sol y baja mucho el volumen de peregrinos. Tuvimos bastante turismo nacional y no nos podemos quejar. Yo firmaba porque todos los meses fuesen así.

—¿Regresaron los extranjeros al Camino?

—Extranjeros estábamos ya teniendo bastantes, pero no acaban de soltarse. En el 2020 se presentaba un año espectacular, ya teníamos mucha gente, pero nos cortó la pandemia y en el 2028 y en el 2019 no se cortó ningún día. Incluso el día de Nochevieja los dos años durmió gente en mi casa. Los ciclistas están aumentando mucho.

—De todas maneras, la Vía de la Plata sigue lejos de cifras de otros caminos como el Francés

—Sí, sí, hablamos de aumento, pero claro en relación a la Vía de la Plata, que es muy pobre. Para sostener esto se necesitaría el doble de peregrinos para que funcionara bastante bien. Estamos hablando de que por el Francés pasarán 200.000 o 250.000 personas y por aquí nos pasan sobre 6.000 o 7.000. Estamos hablando de cifras irrisorias.

—¿Cómo se podría promocionar, qué le falta a la Vía de la Plata?

—Es un compendio de cosas, deberíamos empezar por unificar la Vía de la Plata. Es primordial. Si no tenemos una institución o una mesa, o como queremos llamarle, para gestionar la Plata en su conjunto es imposible que esto funcione. En el 2020 salió en el periódico que se creó una mesa en la que estaban las cuatro comunidades. Lo aplaudimos pero hicieron una foto, una página web y no se avanzó en nada y así es imposible que la Plata suba. Llevamos 30 años y ahora mismo estamos en niveles del 2009. Eramos los segundos en importancia de todos los caminos y hoy somos los séptimos o los octavos. Es una pena. Suben todos los caminos, menos la Plata.

Una red de socios para crear una red de ayuda directa al peregrino

Hernández Pablos sostiene que «por lo que tenemos que empezar es porque la Vía de la Plata esté bien señalizada y cuidarla». Entre los socios del colectivo se encuentran propietarios de albergues, de hoteles, restaurantes, y hasta alguna posada real. «Todos vinculados con el peregrino y a los caminos a la Vía de la Plata que incluye los que confluyen en ella como el Sanabrés, la Vía Augusta y el Camino Mozárabe», apunta Filiberto Hernández.

El objetivo es «potenciar todo lo que tiene la Vía de la Plata, sobre todo, en gastronomía». Cuentan con una guía de establecimientos y tienen en mente la realización de una guía gastronómica que muestre toda la riqueza existente en cada zona, no solo establecimientos si no también la promoción de todo tipo de productos de cada lugar desde vinos a quesos.

Esa guía de establecimientos en el Camino sirve de red de ayuda a los peregrinos. Los socios de la agrupación adoptaron ese compromiso. Ante cualquier problema, el peregrino contacta con el establecimiento más próximo y encuentra al otro lado una red que, en caso necesario, le irá acompañando durante todo el recorrido de lugar en lugar. «Es, apunta Filiberto Hernández, algo que agradece mucho la gente porque la Plata es muy larga y poder contar con alguien al otro lado ante cualquier problema, les da seguridad».

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