Su gran puntal es ofrecer el entorno de navegación más favorable del norte peninsular
16 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En un mapa en el que hay trazados una decena de caminos de Santiago oficiales y otras tantas rutas jacobeas reconocidas por la Iglesia, la lucha por la diferenciación tiene que ser férrea. Por eso, desde Muros-Noia apuestan por encajar en el puzle una nueva pieza, un trazado que se extiende hacia el mar. La idea parte del reconocimiento, en el 2019, de las peregrinaciones a vela como modalidad para obtener la compostela. El requisito es realizar una navegación mínima de 90 millas náuticas, a las que hay que sumar diez kilómetros por tierra de cualquiera de los recorridos ya oficiales. De ahí surge un producto que ya está logrando hacerse un hueco, pero que apunta al Xacobeo 2027.
Se trata del bautizado como Camino Marítimo a Santiago de la Ría de Muros-Noia. La idea es fomentar y consolidar las peregrinaciones a vela desde cualquier punto, pero con especial atención a la ría de Vigo. Y es que partiendo desde este punto es posible completar las 90 millas exigidas situando la meta en Muros o en Portosín, previo paso por el Parque Nacional das Illas Atlánticas. El recorrido es más que apetecible para los aficionados a la náutica, las panorámicas son impresionantes y, lo que es más importante, se trata de un entorno en el que la navegación es posible durante prácticamente todo el año.
¿Qué hace tan singular esta peregrinación? Fundamentalmente, la presencia del mar como elemento diferenciador, puesto que la imagen del Camino ha estado tradicionalmente ligada a las rutas a pie. Pese a ello, buena parte del recorrido discurre pegado a la costa e incluso adentrándose en ella a través de las rías, lo que permite ver y disfrutar de las playas o admirar y recorrer los pueblos marineros. Y es que esta travesía admite las escalas que el viajero esté dispuesto a realizar.
Ya en el territorio de destino son imprescindibles las visitas a Muros, una villa que guarda el encanto de los antiguos pueblos marineros, y Noia, con su museo de laudas gremiales único en el mundo. Desde esta localidad es ya posible emprender un recorrido a pie hacia Santiago, aunque para cubrir los diez kilómetros de rigor basta con recorrer el último tramo, desde Bertamiráns.
Al alcance de todos
Cualquier persona, con o sin experiencia, puede sumarse a esta aventura a través de la empresa Sailway que opera desde el puerto de Vigo, con la que la Asociación Ría de Muros-Noia ha firmado un convenio. Ofrece tanto alquiler de veleros como billetes en salidas programadas, para las que no es necesario tener experiencia en el mundo da la navegación. Desde el verano, esta firma ha movido una decena de barcos, en los que han llegado a tierras barbanzanas un centenar de peregrinos.
También han llegado a la ría de Muros-Noia a través del mar los 200 navegantes que ocuparon los 26 barcos participantes en el Rally Marítimo de las Rías Baixas y los 15 veleros de la travesía Cabaleiro das Cunchas. Desde Baiona se realizan asimismo rutas de forma periódica con el propósito de conseguir la ansiada compostela.
Este Camino Marítimo a Santiago de la Ría de Muros-Noia está avalado además por una serie de acontecimientos de carácter histórico. El más antiguo del que se tiene conocimiento ocurrió en 1147, cuando llegó al estuario del Tambre, para la posterior peregrinación hasta Compostela, una escuadra formada por más de 200 naves procedentes de Gran Bretaña, Borgoña y Alemania. Pertenecían a la Segunda Cruzada y se encontraban de viaje hacia Tierra Santa.
La existencia de esta ruta queda constatada también en 1168, con la concesión, por parte del rey Fernando II, de la Carta Puebla de fundación de la villa de Noia, en la que se reconoce expresamente la intención de restaurar el Portus Apostoli en la localidad. A dichos hitos hay que sumar la peregrinación que el comerciante veneciano Pietro Querini hizo desde Muros a Santiago en el siglo XV y una carta que el emperador Carlos V escribió al gobernador de Galicia en el siglo XVI, exigiendo la liberación de medio centenar de peregrinos franceses apresados en el puerto muradano.
De lo que se trata ahora es de recuperar, con carácter lúdico, esa ruta marítima que tanto interés despertó en el pasado.