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«Las pinturas murales las iglesias de la Ribeira Sacra tienen un valor extraordinario»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

VEN A GALICIA

Juan Manuel Monterroso es profesor de historia del arte en la Universidade de Santiago
Juan Manuel Monterroso es profesor de historia del arte en la Universidade de Santiago Alvaro Ballesteros

Juan Manuel Monterroso, profesor de historia del arte, participará en Pantón en unas jornadas sobre los conjuntos de arte renacentista y tardogótico de este territorio

20 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Juan Manuel Monterroso Montero, profesor de historia del arte de la Universidade de Santiago, es uno de los expertos que participarán entre los próximos días 26 y 28 en unas jornadas formativas sobre las pinturas murales renacentistas y tardogóticas de las iglesias de la Ribeira Sacra que se celebrarán en Pantón por iniciativa de la empresa de turismo cultural Máis que Románico. Monterroso es especialista en estos conjuntos artísticos, sobre los que realizó un extenso estudio en el 2010.

—¿Qué valor tienen en conjunto todas estas pinturas?

—Creo que la Ribeira Sacra tiene ahora uno de los mejores conjuntos artísticos de ese período de toda Galicia, tanto en número de obras como en calidad. Tienen tanto valor que se merecerían que se crease un centro de estudios dedicado solo a ellas. O al menos debería haber un centro de estudios sobre el patrimonio artístico e histórico de la Ribeira Sacra que prestase una atención muy especial a estas obras. Son un patrimonio extraordinario y un gran recurso para el turismo cultural que habría que aprovechar al máximo.

—¿Cuáles le parecen más valiosas?

—Hay mucho donde elegir, pero del siglo XV yo destacaría especialmente las de las iglesias de San Vicente de Pinol, Santo Estevo de Atán y San Pedro de Bembibre [en los municipios de Sober, Pantón y Taboada, respectivamente]. Si nos vamos al siglo XVI, los ejemplos se multiplican. Entre las pinturas más notables de ese período se pueden mencionar las de Nogueira de Miño, Pesqueiras [ambas en Chantada] y Lobios, en Sober.

—En general, ¿cuál es su estado de conservación?

—A mí me parece que en general es bueno, gracias sobre todo a que estos murales estuvieron protegidos durante mucho tiempo por capas de cal, y hay otros que todavía están tapados. En los últimos años se ha realizado un trabajo muy importante de restauración de estas pinturas. Se pueden hacer más restauraciones, pero a condición de que después se garanticen unas buenas condiciones de conservación. Después de retirar las cales y de restaurar las pinturas hay que mantener sobre ellas una vigilancia continuada, teniendo en cuenta factores como la humedad, la temperatura y los agentes biológicos.

—¿Quedan muchos conjuntos de pinturas por conocer?

—Sabemos que además de los que se han restaurado hay otros que permanecen cubiertos de cal. Y sin duda hay otros que todavía no fueron descubiertos. En el estudio que realicé en el 2010, en colaboración con la bióloga Benita Silva-Hermo, se estudiaron y se catalogaron todas las pinturas de las que se tenía conocimiento, pero habría que investigar más a fondo. Algunas de estas pinturas seguramente estarán cubiertas por retablos de épocas posteriores. En estos casos será difícil que se puedan poner al descubierto, porque habría que desmontar y retirar unos retablos que también tienen un valor importante.

—¿Cómo se financió la realización de estos conjuntos artísticos?

—En parte se sufragaron gracias a las contribuciones y diezmos que los vecinos pagaban a las parroquias. Son unos trabajos costosos que indican que estas localidades tenían unos niveles económicos importantes. La producción de vino es uno de los elementos que más contribuyeron a la riqueza que permitió pagar estas obras. Y también hubo algunos casos de mecenas generosos, es decir, familias hidalgas que pagaron esos trabajos a cambio de que les cediesen un espacio funerario en las iglesias, de la celebración de misas en su memoria... Un caso notable en este aspecto es el de los condes de Lemos.

—¿Que le parece la reciente restauración de las pinturas de San Vicente do Pino, en Monforte?

—Es un trabajo muy importante, no solo porque se han puesto al descubierto unas valiosas pinturas renacentistas, sino también porque en la cabecera de la iglesia se restauraron los murales realizados en la década de 1920 por el monje y pintor Lesmes López. En Galicia apenas hay murales restaurados de esa época.

 

Cómo inscribirse

 En las jornadas de Pantón habrá conferencias de los historiadores Juan Manuel Monterroso, Anselmo López Carreira y Dolores Fraga, y de la restauradora Marta Becerro, así como visitas guiadas a seis iglesias. Los interesados pueden inscribirse en el correo info@maisqueromanico y en el teléfono 646 533 229.