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Pichi llega a O Grove con tres mil kilómetros de solidaridad a sus espaldas

leticia castro O GROVE / LA VOZ

VEN A GALICIA

LETICIA CASTRO

El ciclista fue recibido por la Asociación Anduriña a las puertas del consistorio meco

21 nov 2021 . Actualizado a las 09:29 h.

La llegada de Juan Prieto, Pichi, a O Grove no ha pasado desapercibida para nadie, y eso que llegaba vestido de incógnito, aunque junto a su inseparable compañera de viaje, su bicicleta, aún con las alforjas puestas. De camino a su recepción a las puertas del ayuntamiento, varios vecinos lo interceptaban ayer para darle la bienvenida. Allí lo esperaban integrantes de la Asociación Anduriña para mostrarle su afecto y agradecimiento, después de haber recorrido 2.970 kilómetros a golpe de pedal, desde Roma a Santiago. Un camino solidario que ha completado en treinta y un días sin descanso desde el pasado diecinueve de octubre, y del que se siente muy orgulloso. Con ello ha conseguido recaudar 465 euros a través de la plataforma de crowfunding www.migranodearena.org y otras aportaciones individuales, para ayudar a esta entidad de personas con discapacidad de la localidad. 

Pero no es la primera vez que este apasionado de la bicicleta muestra su solidaridad de esta manera. Ya lo había hecho con Cáritas en abril de este mismo año, cuando consiguió recaudar alrededor de 700 euros pedaleando unos 1.600 kilómetros completando siete tramos del Camino de Santiago que atraviesan Galicia.

Esta vez han sido muchos más kilómetros y «un camino en dirección contraria», explica, porque los peregrinos que ha ido encontrando tenían como destino la ciudad de Roma , y a pesar de que el buen tiempo lo ha acompañado, el recorrido no ha estado exento de momentos duros y alguna que otra anécdota, como el día que casi tiene que dar vuelta alrededor de 20 kilómetros por una carretera cortada en Francia: «A verdade é que me estivo ben por terco, porque un home me indicou que non se podía pasar e pensei, ben, igual non poden pasar os coches, pero coa bicicleta seguro que podo, e non, estaba valado». Pero como para todo hay que tener recursos, desmontó la bicicleta y saltó la valla, «e menos mal que non me topei con ninguén o outro lado», recuerda entre risas.

Son ya veinte mil kilómetros a sus espaldas, quién se lo iba a decir, cuando Pichi empezó casi de casualidad junto a algunos amigos a los que ayer quiso agradecer haberle metido el gusanillo de la bici.

El próximo plan de este grovense trotamundos es relajarse, dice, aunque para Pichi el sinónimo de descanso es seguir pedaleando, esta vez acompañado y con la vista puesta en Cuba.