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Una vieja trampa mortal para lobos

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Vista del Foxo do Lobo de Campo, en Covelo
Vista del Foxo do Lobo de Campo, en Covelo M. G.

El Foxo do Lobo de Campo, situado en lo alto de la Serra do Suído, permite entender cómo fue en tiempos la convivencia entre el cánido y el hombre. Varias rutas de senderismo permiten llegar hasta allí

27 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La convivencia del lobo con la ganadería extensiva ya era un tema preocupante hace décadas. Entonces, hay escritos del siglo XVII que ya recogían cómo el cánido vagaba libre por las sierras y montes de Galicia en busca de carne fresca, que muchas veces encontraba en el ganado que estaba suelto por las laderas. Los mismos documentos relatan también cómo se defendían aquellos que vivían junto a sus animales en las zonas mas recónditas y aisladas del interior de Galicia.

En tiempos pasados, las medidas de protección contra el lobo escaseaban y no eran frecuentes los cierres eléctricos o los mastines de protección. Este fue el motivo por el que se construyeron los llamados foxos do lobo, recintos que aprovechaban recovecos de la montaña para imponerse como estructuras que salvaguardaban la convivencia en el monte. Con forma de uve, a base de piedras y muros altos, tenían en el vértice lajas de piedra que acababan en punta. Por aquel entonces y con cierta frecuencia, los ganaderos salían al monte ataviados con toda clase de objetos acústicos con la intención de conducir al lobo hasta el foso. Allí, el animal no tenía escapatoria: o moría a manos de los cazadores o desembocaba en el foso y, tiempo después, perdía la vida por las heridas mortales que sufría tras la caída.

En Galicia hay numerosos foxos del lobo distribuidos por las distintas provincias. Algunos se han reconstruido y son la excusa perfecta para hacer senderismo y disfrutar del entorno natural que envuelve este tipo de construcciones, que sobreviven como legado y ofrenda al pasado, pero que llevan décadas sin utilizarse.

En Pontevedra, Covelo es uno de los lugares en los que se puede apreciar una de estas obras de ingeniería medieval. A pocos metros del límite con Fornelos de Montes, a casi 1.000 metros de altitud, está escondido el Foxo do Lobo de Campo.

La Sierra do Suído

La Serra do Suído alberga la trampa para el cánido, inmersa entre varias rutas de senderismo que oscilan entre los seis y 12 kilómetros, y son de dificultad moderada. Se trata de un sendero descatalogado, con señalización que está en mal estado de conservación. Sin embargo, es posible hacerlo buscando las indicaciones en los mapas del Instituto Geográfico Nacional para el recorrido PR-G 25. A través de la ruta también es posible contemplar una vieja ermita y mámoas, además de un paisaje espectacular con vistas panorámicas de la sierra.

Las abruptas pendientes de la Serra do Suído permiten contemplar la frontera administrativa entre Ourense y Pontevedra. Este espacio natural alberga en su interior un matorral atlántico en el que aún sobreviven lobos, águilas y muchas otras especies. Asimismo, el patrimonio etnográfico y ganadero de la zona lo convierte en un lugar apetecible para descubrir un día de frío, aunque es mejor evitar la lluvia y los temporales.

Sin embargo, este agradable paseo resulta aún más prolífico de lo que se antojaba al principio. Caminando entre toxos, los caballos campan a sus anchas a apenas unos metros. Salvajes y libres, se anteponen a un manto de eólicos y dibujan una estampa bucólica, un secreto a voces pero desconocido en un lugar que todavía pasa desapercibido y que resiste virgen al paso de los años.

Ruta

La ruta tiene varios accesos desde distintos puntos de la sierra y ambos permiten visitar el patrimonio que alberga la Serra do Suído. De dificultad media, los trayectos oscilan entre los 6 y los 12 kilómetros.