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Una larga senda para hacer realidad y dibujar el trazado del Camiño de Inverno

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

VEN A GALICIA

Daniel González Alén fue el encargado de señalizar la ruta a su paso por Lalín

01 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy el Camiño de Inverno es una realidad y una ruta más entre las posibles a Santiago de Compostela, pero llegar hasta este punto no estuvo exento de dificultades. La ruta constituía una alternativa al Camino Francés que aprovechaban algunos peregrinos como vía para adentrarse en Galicia evitando O Cebreiro y la nieve de puntos del Camino Francés. Enlaza con este y pasa por las cuatro provincias gallegas. En Lalín tiene como puerta de entrada la zona de Lalín de Arriba que fue rehabilitada por las obras promovidas por el anterior gobierno e incluidas en la estrategia Edusi Lalín Ssuma21.

El cronista lalinense, Daniel González Alén, cuenta que se empezó a trabajar en Lalín en el Camiño de Inverno en el año 2004. «Daquela, o entón concelleiro Román Rodríguez propúxonos sinalizar o camiño polo Concello de Lalín». El trabajo, relata, iba ya avanzado en el vecino Concello de Rodeiro, el municipio por que el camino entra en la comarca de Deza.

«O alcalde daquela, Eliseo Diéguez, e o bibliotecario Pepe Carballo sinalarán o camiño dende o Alto do Faro ata a ponte de Pedroso. Entón, o noso cometido era achegalo á vila de Lalín», explica. El resultado fue una ruta que arranca en el puente de Pedroso llegando a Lalín y atravesando la villa empatando con a Vía da Prata en el albergue de A Laxe. Dibujar el trazado no fue fácil porque, añade González Alén, no había evidencias documentales ni apuntes de ningún peregrino a su paso por Lalín. «Só se tiña coñecemento dun hospital de peregrinos que houbera en Rodeiro, desaparecido nos anos 60 do pasado século, ao lado da chamada ponte do Hospital», relata.

Antiguas vías

Fue necesario, añade, «basarnos un pouco nos camiños antigos e, fundamentalmente, no enclave de Lalín de Arriba. Fora coto do mosteiro de Oseira e parámonos a mirar como chegaban os frades a estas terras de Galicia central». Lalín de Arriba es la entrada en la capital dezana de los peregrinos. «É ademais un pouco o casco antigo e histórico da vila, que xurdiu hai 1.100 anos ao abeiro dese mosteiro», explica González Alén, Cuenta que «fai 200 anos só existía ese pequeno núcleo cunhas poucas casas ao redor do que fora o mosteiro» indicando que la denominación de Lalín viene de ahí. «Antes do mosteiro, alá polo ano 980 cando se fundou, o lugar estaba habitado por un colono dos condes de Deza o que lle chamaban Lalino e de aí colleu o nome a vila». Lalín fue creciendo y sumándose a otros núcleos. Alrededor de la Torre Fortaleza, ubicada donde está hoy la estatua de Loriga, fue creciendo el lugar de A Torre.

La Torre perteneció a los Deza y, aproximadamente en 1846, cuando era propiedad de los Quiroga, que se la compraran a los condes de Lemos, cuenta el cronista lalinense, se derrumbó. «Quedou reflexada no escudo de Lalín un tempo, pero a día de hoxe só queda na historia e un pouco na tradición oral. O que si perduran son as referencias dos máis vellos a aquela torre e a aquel Carballo da Manteiga debaixo do cal se metía a xente o día de feira. Ese carballo aínda está hoxe no escudo de Lalín», apunta. Entre la torre y el monasterio de Lalín de Arriba se creó el actual núcleo que empezó a crecer a principios del siglo XX cuando se construyó la N-525. El Camiño de Inverno se metió por el Paseo Pontiñas para salvar los inconvenientes del trafico y del asfalto «Foi a única licenza que nos permitimos», señala. En el 2016 el Camino tuvo reconocimiento oficial como ruta de peregrinación a Compostela con valedores como Aida Menéndez, presidenta de la Asociación Camino de Inverno pola Ribeira Sacra.

El día 3, a las 17.00 horas en la Plaza de la iglesia de San Martiño, en Lalín de Arriba, tendrá lugar una jornada informativa organizada por el Concello de Lalín para dar a conocer a los vecinos las actuaciones realizadas en esta zona.