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Las iglesias con historia del área de Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Entre el arco de Panxón y la iglesia de Bar Boo en Teis hay 1.500 años de arquitectura religiosa

07 dic 2021 . Actualizado a las 00:05 h.

Sin salir del área metropolitana de Vigo es posible realizar un recorrido de unos mil quinientos años visitando distintos elementos arquitectónicos de carácter religioso. El punto de partida está situado en Panxón, en el arco visigótico que perteneció a una iglesia del siglo VI que aventura el prerrománico, un estilo no muy presente en Galicia y, por lo tanto, una oportunidad singular para apreciar restos de tiempos muy lejanos. Este tipo de arco de herradura sería copiado más tarde por el arte árabe al adentrarse en la península. A partir de ahí el románico se abre paso por muchos municipios del sur de la provincia de Pontevedra. Sin tener en cuenta los monasterios, la siguiente etapa la situamos en Tui, donde a comienzos del siglo XII comenzó a construirse la catedral. Como ocurre en otros muchos templos que veremos a lo largo de este recorrido, el paso del tiempo varió algunas partes de este edificio, por lo que el románico y el gótico se entremezclarán incluso con elementos posteriores.

Esta convivencia de estilos arquitectónicos la encontraremos en Santa María de Castrelos, en Vigo, donde se pueden apreciar unas pinturas del siglo XIV. Para poder seguir viendo elementos románicos es importante acudir a la iglesia de San Andrés de Hío, en Cangas, que ofrece varias manifestaciones de este estilo, como es la portada. Ocurre lo mismo en la fachada de la colegiata de Baiona, en San Juan de Tirán, en San Salvador de Coruxo, en Santiago de Bembrive, en Santa María de Tomiño y en San Martín de Moaña. En esta última iglesia destacan las esculturas del pórtico de acceso.

Especial importancia tiene el templo de San Bartolomé de Rebordáns, en Tui, ya que ejerció hace muchos siglos como catedral, al ser sede de los obispos tudenses. Los expertos destacan el valor de las esculturas que presentan algunas piezas de la iglesia, como es el caso de algunos capiteles. Para ver una escultura extraordinaria de la época habrá que viajar al Museo Arqueológico Nacional, en Madrid. Allí está un fuste con la imagen de Cristo Salvador, que perteneció a la iglesia románica de Santiago de Vigo, ya desaparecida hace tiempo.

El gótico nos devuelve a la catedral de Tui para apreciar el valor artístico de la portada principal o de su claustro, único de época medieval que se conserva en su estado original en Galicia. Sin salir de Tui, la iglesia de San Domingos también es una referencia al estilo gótico, aunque este edificio, ya desacralizado, cuenta con un elemento barroco muy importante: el retablo de la Virgen del Rosario. En Baiona, la colegiata también se sitúa a caballo del románico y el gótico.

Existen varios edificios religiosos en el área viguesa que fueron construidos al final de la Edad Media por lo que ya presentan elementos renovados, integrados en el renacimiento arquitectónico. Es el caso de la ex-colegiata de Cangas, cuyo grueso principal fue construido a mediados del siglo XVI. Su fachada recoge elementos platerescos y renacentistas.

Del siglo XVII es la iglesia de Santa Liberata de Baiona, otra joya digna de conocer, tanto por su exterior como por su interior, donde existe una figura de Santiago matamoros. Aunque si de barroco se habla hay que visitar la iglesia de San Salvador de Coiro, en Cangas. El desproporcionado tamaño de la torre y, especialmente, la decoración situada en su base, son motivos suficientes para su contemplación. No menos espectacular es la iglesia y casa rectoral de Barcia de Mera, en Covelo. Tiene además este templo siete retablos barrocos que fueron restaurados hace unos años y que muestran el esplendor decorativo de este estilo. O incluso el conjunto de Santa María de Darbo, en Cangas. Es, sin duda, el barroco el estilo con mayor presencia actual en las iglesias gallegas. Sin embargo, no es tan habitual encontrar ejemplos de barroco de estilo portugués. En Tui, cumple estos parámetros la espléndida capilla de San Telmo, de la segunda mitad del siglo XVIII.

Santa María de Vigo

Al barroco le sucede el estilo neoclásico. Para observar las características de esta nueva forma de construir hay que acudir a la concatedral de Vigo. Cuando se arruinó la antigua colegiata medieval, la ciudad de Vigo emprendió la construcción de una nueva iglesia parroquial. Melchor de Prado diseñó este templo según los austeros preceptos neoclásicos, aunque las torres conservan la tradición barroca.

A finales del siglo XIX y comienzos del XX obtuvo cierto éxito el historicismo, que consistía en imitar o inspirarse en estilos históricos para levantar nuevos edificios. Es el caso de la iglesia de Santiago el Mayor, en Vigo, construida por Manuel Felipe Quintana bajo la idea del gótico, tanto en su exterior como en su interior. Dentro del siglo XX, la arquitectura de calidad ha dejado varios ejemplos valiosos en el área de Vigo. Uno de ellos es el templo votivo de Panxón, obra de Antonio Palacios, quien se inspiró en el propio arco visigótico, pero también adoptó soluciones modernas. El Concilio Vaticano II modernizó la Iglesia Católica a finales de los años setenta. Fruto de aquella corriente son las iglesias de Nosa Señora das Neves, en Teis, obra de Xosé Bar Boo, o la iglesia de San Paio de Navia diseñada por Antón Román Conde. Son ejemplos ya muy alejados del modo de entender la arquitectura 1.500 años antes.