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Estos son los blancos y tintos más especiales del año

VEN A GALICIA

Martina Miser

Ten buen olfato. Tres expertos sumilleres gallegos te hacen una selección de los vinos con los que triunfarás en estas Navidades. Es la hora descorchar la botella y brindar para que el próximo año no sea tan movido. Chinchín

13 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Están todos los que son, pero no son todos los que están. La lista de vinos de calidad que embriaga nuestra tierra es infinita. Tres expertos sumilleres nos hacen su particular selección de los que consideran los más especiales, con permiso del resto. Porque es época de darse un homenaje, de sorprender a los amigos y familiares y de celebrar los reencuentros, aunque no se puede bajar la guardia. Así que hoy, en el YES, nos vamos de vinos.

UN RÍAS BAIXAS DEL 2013. Víctor Vidal, sumiller de Culler de Pau, selecciona dos blancos, Quinquenio 2013, un Rías Baixas sorprendente y Augalevada Crianza Biolóxica 2019, elaborado en Cenlle (Ourense) con treixadura y albariño. Entre los tintos, Taté 2019 y O Comezo 2018. Y para brindar, Burbulla das Bateas 2015.
UN RÍAS BAIXAS DEL 2013. Víctor Vidal, sumiller de Culler de Pau, selecciona dos blancos, Quinquenio 2013, un Rías Baixas sorprendente y Augalevada Crianza Biolóxica 2019, elaborado en Cenlle (Ourense) con treixadura y albariño. Entre los tintos, Taté 2019 y O Comezo 2018. Y para brindar, Burbulla das Bateas 2015. María Pedreda

El único dos estrellas de Galicia, Culler de Pau, de Javier Olleros, nos abre las puertas de su bodega. Allí, Víctor Vidal está al frente de ella. Para empezar nos recomienda un albariño muy particular, de la añada del 2013 ni más ni menos. Es el Quinquenio 2013 (30-50 euros), perteneciente a la Denominación de Orixen (D. O.) Rías Baixas y elaborado por Antonio Alonso en Arbo, en el Condado de Tea, a 280 metros a nivel del mar. El acierto de este vino reside en «dejar ver la evolución que tiene esta variedad cuando se le da un poco de tiempo». Para Víctor, la «sensación ácida propia del albariño está integrada y se termina de hacer en la botella», después de permanecer un año y medio en barrica: «Es un vino que emociona porque te permite apreciar qué es lo que le pasa a un albariño cuando le das tiempo», dice el sumiller de Culler de Pau, que lo recomienda acompañar con marisco de concha. Otro de los blancos que figuran entre sus destacados es Agualevada Crianza Biolóxica 2019 (20 euros), un vino que se cultiva en Cenlle (Ourense), fuera de denominación de origen. «Mezcla las variedades treixadura y albariño y se cría bajo verde flor, una crianza más típica de la zona de Jerez. Se trata de una forma de criar para que el vino aguante más tiempo sin evolucionar, para que se conserve joven y fresco. Y esa crianza le da una aromática distinta, complejidad en nariz, que luego hace que en la boca también sea complejo. Tiene frescura, pero con carácter», explica Víctor Vidal.

Los tintos

Para los tintos, el sumiller de Javier Olleros recomienda un vino de la D. O. Valdeorras. El Taté 2019 (25 euros), que mezcla diferentes variedades como mencía, garnacha tintorera, merenzao y brancellao. «Elaborado por Javier García, es la primera añada que saca de las parcelas situadas cerca del monasterio de As Ermidas. Él propuso vendimiar las variedades por separado. Cada una cuando toca y, sobre todo, fermentarlas cuando les toca para hacer un vino elegante, sutil y fresco», comenta Víctor, que destaca la gran versatilidad de este caldo. Te puede acompañar prácticamente durante toda la comida, «desde el principio hasta bien entrada la sobremesa».

¿Un tinto en O Salnés? Claro que sí. Entre la selección de Víctor Vidal se encuentra O Comezo 2018 (18 euros), un tinto atlántico que está fuera de denominación de origen, elaborado por Pedro Méndez en Simes (Meaño) y que recupera la variedad espadeiro: «Se trata de una apuesta por recuperar esta variedad tinta, que en un primer momento no parece tan tradicional de esta zona, pero que sí lo es porque en todas las casas se ha elaborado vino tinto desde siempre. Es la expresión de esos vinos rurales y rústicos, pero a la vez elegantes», explica. Víctor propone también un maridaje rompedor con este vino, y sugiere que se acompañe de marisco: «Igual que antiguamente los abuelos lo maridaban porque no tenían otra cosa. Pero aunque pueda chocar, va muy bien».

Por último, desde este dos estrella Michelin nos proponen un espumoso atlántico elaborado muy cerca de A Lanzada, en Noalla (Sanxenxo), el Burbulla das Bateas 2015 (20 euros), de Adega Pombal y fuera de denominación de origen. Se trata de un vino «que sirve para aguantar toda la cena», y la sobremesa, también. Y que es ideal para «disfrutar, brindar y sonreír». «Es un espumoso de albariño, con 30 meses de crianza, que permite ofrecer una burbuja muy delicada. Cuanto más larga sea la crianza, más delicada, fina y menos molesta va a ser la burbuja. Además, la variedad sigue presente en este vino y se percibe esa cercanía del mar con toques salinos y ácidos».

En A Coruña

BURBUJAS, AL PRINCIPIO. Manuel Otero, del restaurante Bido, apuesta por Gorgola 2017 de aperitivo, un godello para el marisco, Mimosa 2019, y un tinto perfecto para hacer esa transición con los blancos, Teixugo 2019. Para carnes de caza y rojas un tinto atlántico, Teimosía 2017, y de postre, un vino dulce, Cazapitas 12.
BURBUJAS, AL PRINCIPIO. Manuel Otero, del restaurante Bido, apuesta por Gorgola 2017 de aperitivo, un godello para el marisco, Mimosa 2019, y un tinto perfecto para hacer esa transición con los blancos, Teixugo 2019. Para carnes de caza y rojas un tinto atlántico, Teimosía 2017, y de postre, un vino dulce, Cazapitas 12. María Pedreda

 Desde O Grove nos vamos a la plaza de Vigo, en A Coruña. La parada en el restaurante Bido, del chef Xoan Crujeiras, es obligada. Allí Manuel Otero descorcha sus preferidos de este año. Opta por darnos la bienvenida con un espumoso de la D. O. Rías Baixas, Gorgola 2017 (33 euros), elaborado con uva albariño 100 %. «Es muy versátil y se adapta perfectamente. Va muy bien con un aperitivo. Y te aguanta la comida porque tiene ese toque de acidez», comenta este experto sumiller que lo acompañaría también con un marisco de concha o con unas ostras. Para unas cigalas o unas nécoras propone un godello fuera de denominación, elaborado en Quiroga (Lugo). Mimosa 2019 (19-20 euros), de la bodega Atrium Vitis, es rebeldía en estado puro, desde el nombre. «La mimosa es la depredadora de los viñedos, se enraíza y mata todo. Su rebeldía consiste en elaborar un godello en una zona más conocida por sus tintos. Es un godello totalmente diferente. Me da frescura. Cuando un vino pasa por inox y luego por barrica es muy sutil y no satura. Fluye muy bien para comer con él y es muy redondo», explica Manuel.

Para realizar esa transición entre blanco y tinto, el sumiller de Bido elige Teixugo 2019 (21-22 euros), fuera de denominación de origen, y elaborado en Leiro (Ourense) con sousón y caíño. «Es un vino que tiene mucha fluidez, es muy fresco. Pasar de un blanco a un tinto, aquí es muy fácil. Además, es muy versátil. Tanto lo puedes poner con un pescado graso como con carne. Está excelente». Y de un trago del interior de Galicia, nos traslada a un sabor mucho más atlántico con Teimosía 2017 (18 euros), elaborado por Adega do Vimbio en Tomillo con caíño, castañal y sousón, y fuera de denominación: «Entra muy fluido y está muy equilibrado. Afrutado y con acidez integrada. Es sorprendente», comenta Manuel que lo reserva para tomar con carnes de caza o carnes roja, sobre todo, rubia gallega. Y por último, para los postres navideños recomienda Cazapitas 12 (19 euros). Un semidulce elaborado con uva albariño en Rianxo y fuera de denominación. «Cuando llega a los 100 gramos de azúcar cortan la fermentación. Tiene acidez y tiene azúcar, pero no es exagerado. Es una bendición para la sobremesa», dice.

En Outes 

TINTOS CON PESCADO. L´ombre Treixadura Baixo Velo 2017 es la selección de Porrúa para el marisco, y García Caamaño 2017 para arroces y pescados. También propone un Ribeira Sacra (A Ponte 2017) para el arroz con centolla o una caldeirada y Campo de Probas 2010, de la D.O. Monterrei, para el pescado al horno. Termina con un dulce de uva albariño, Sitta Pereiras Dulce 2020
TINTOS CON PESCADO. L´ombre Treixadura Baixo Velo 2017 es la selección de Porrúa para el marisco, y García Caamaño 2017 para arroces y pescados. También propone un Ribeira Sacra (A Ponte 2017) para el arroz con centolla o una caldeirada y Campo de Probas 2010, de la D.O. Monterrei, para el pescado al horno. Termina con un dulce de uva albariño, Sitta Pereiras Dulce 2020 María Pedreda

El restaurante Ríos O Freixo de Outes, de los hermanos Fernando y Domingo Ríos, tiene una bodega digna de mención. De ella se encarga el sumiller y jefe de sala, Ángel Porrúa, que nos recomienda L´ombre Treixadura Baixo Velo 2017 (16-17 euros), elaborado en Cenlle (Ourense) con treixadura, y fuera de denominación. Es un «crianza biológica que no deja de sorprendernos y en el que el respeto del productor con su viñedo se refleja en sus vinos». Va muy bien con «cualquier marisco al natural, ya sean ostras o almejas». Si ya son mariscos a la plancha, arroces y pescados, el sumiller de O Freixo recomienda García Caamaño 2017 (22 euros), de Pazo Rubianes, un albariño de la D.O. Rías Baixas, y del que destaca los «aromas florales y cítricos» y su «alto potencial». Entre los tintos, sobresale A Ponte 2017 (16 euros), de la D. O. Ribeira Sacra, elaborado en Sober por Bodega Guímaro, que utiliza para este caldo mencía, sousón, brancellao, caíño y merenzao. «Es un vino complejo con aromas especiados, fruta roja y negra y un buen acompañante para un arroz con centolla o una caldeirada», dice. También elige Campo de Probas 2010 (26 euros), de la D. O. Monterrei, elaborado por Quinta da Muradella en Verín, con albarello, sousón, caíño redondo y mouratón. «Es el equilibrio hecho vino. Para beber ahora y dentro de diez años», aclara Ángel, que lo recomienda con un pescado al horno. Para el postre reserva Sitta Pereiras Dulce 2020 (50 euros), elaborado con uva albariño por la Bodega Attis en la zona de O Salnés y fuera de denominación. «Un vino naturalmente dulce, donde su alta acidez compensa el dulzor. De carácter atlántico», explica, mientras ya se nos hace la boca vino. Chinchín y felices fiestas.