Dos locales compostelanos y uno de Ourense engrosan la lista de los Bib Gourmand de la comunidad. Esta distinción de la guía francesa premia esos menús espléndidos que no rebasan los 35 euros
15 dic 2021 . Actualizado a las 17:23 h.Aunque muchos achacan a la guía Michelin cierto tufillo a esnobismo por premiar con sus estrellas locales cuyos precios son desorbitados para la mayoría de mortales, lo cierto es que el manual tiene una categoría en la que señala aquellos restaurantes de parada obligatoria por sus menús que cuestan, como mucho, de 35 euros.
Así, los premios Bib Gourmand, que nacieron en 1955 con el propósito de premiar aquellas casas de comidas que preparaban auténticos manjares con tres o cuatro cositas que tuvieran en ese momento a su alcance. Esto significa que aunque los titulares releguen este tipo de distinciones a un segundo plano, lo cierto es que los exquisitos paladares de los inspectores del manual francés también disfrutan con platos más asequibles. Pasó en Galicia, y tres nuevos locales entran en el preciado manual gracias a la obtención de sendos Bib Gourmand.
Ceibe (Ourense)
Parece que la guía Michelin se ha acordado especialmente este año de esos locales que han abierto sus puertas en el dificilísimo contexto que implica una pandemia mundial. Ceibe es «un espacio abierto en donde la pulcritud y la tradición de la tierra en la que se halla se entremezclan con la naturalidad y el desparpajo consiguiendo el equilibrio justo». Así lo define la redactora de la edición de Ourense, María Doallo. Los chefs, Lydia del Olmo y Xosé Magalhaes, pareja sentimental y entre fogones, fraguó su experiencia con uno de los mejores mentores que se pueden tener en Galicia en materia culinaria: Pepe Solla.
Entre sus platos, triunfa el cocido en un solo bocado, su plato homenaje al ecosistema de un corral o el postre en el que reúnen los grandes licores típicos gallegos. No se quedan atrás la merluza al pil pil o el cordero asado.
A viaxe (Santiago)
El nombre del restaurante no es fruto de la casualidad. El cocinero de A Viaxe, Tomás Rubio, de origen peruano, incluye productos gallegos en platos latinoamericanos con tanto tino que no para de obtener reconocimientos. Los matices son la palabra clave en la filosofía de su menú, y llegan al apoteosis en los ceviches y tiraditos. Para seguir abriendo boca, algunas elaboraciones que están ahora en carta son un peixe lañado (con curry thai de ají, zanahorias, cebollas y aire cítrico) o una ternera picada, con encurtidos, ali oli de ají amarillo y queso galmesano.
Anaco (Santiago)
En plena zona vieja de Santiago, Anaco abrió sus puertas a finales del nostálgico 2019 y la pandemia claro, cortó su proyección. La idea en este restaurante es dejarse llevar y apostar por el menú que diseñe casi a medida el cocinero para la mesa (aunque el listado de platos sigue estando disponible para el cliente). El chef, Víctor Lobejón, propone una docena de platos, algunos de los cuales también incorpora al menú diario en el que hay margen para quitar y poner atendiendo a los gustos de los clientes hasta llegar a seis o siete creaciones bien proporcionadas, para que no se convierta en una bacanal.
Entre las propuestas de este local se encuentran huevos con boletus y trufa, lubina a la bilbaína o pulpo con kimchi. Y, claro, la opción A mesa posta, cuya obra y gracia corre a cuenta del maestro.