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Investigando los últimos reductos rurales de la península de Bezoucos

CRISTÓBAL RAMÍREZ

VEN A GALICIA

cristóbal ramírez

Aunque fue fundamental en la defensa del golfo Ártabro, las construcciones militares no adquirieron la misma importancia que la religiosas

18 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Llama la atención que, en el golfo Ártabro, la península de Bezoucos no haya tenido una importancia fundamental en la prehistoria ni en la Edad Media. Hay algunos castros diseminados aquí y allá, pocos. No hay castillos. Desde sus dos puntas —O Segaño y Coitelada— se divisa con claridad A Coruña, pero no fueron fortificadas hasta el siglo XX. Raro. Sin embargo, siempre fueron tierras de iglesias, aunque tampoco excesivamente antiguas.

Por otra parte, las modificaciones del territorio en el siglo XX fueron enormes. Inspirados por el catalán Josep Pla (Viaxe por Galicia, editado en gallego por Galaxia), un par de jóvenes ferrolanos se animaron en los años setenta del siglo pasado a recorrer andando la península y dormir donde cuadrara. Hoy no se hubiera podido correr tal aventura, porque en todas partes se levantaron viviendas unifamiliares. Quedan tan solo un par de rincones con el encanto que dan los años.

Uno de ellos es el enclave minúsculo de Lodairo, que no está señalizado en ninguna parte. Una orientación puede ser salir de la AP-9 en el peaje, a la derecha, para coger la vía (antes llamada «rápida») que conduce a Mugardos y Ares, y salir hacia Maniños, y de ahí continuar la carretera rumbo a Mugardos. En la rotonda que aparece justo después del kilómetro 5, a la izquierda, y a los pocos metros, a mano contraria por pista estrecha que lleva a un vetusto crucero. Eso es Lodairo. Si se continúa un poco más allá se encontrará la capilla de la Purísima Concepción, un edificio de dimensiones notables y carente de toda decoración, con una leyenda en su sencilla fachada que incumple por completo la legislación, ya que afirma que fue «reconstruida en 1939 (año de la victoria)» (sic), en referencia a cuando los golpistas ganaron la Guerra Civil.

Descendiendo por la izquierda —es decir, casi bordeando el templo, por lo que antes era una congostra y ahora una pista asfaltada, un tramo muy agradable con muy buenos árboles a la diestra—, se toma dirección a Redes, pero cuando aparece el acceso a O Raso se elige subir a Carballás y Barraceido, otra zona que no está demasiado adulterada. El objetivo es fotografiar el pazo de Piñeiro, justo después de Burreiros.

Se trata de un edificio privado magnífico que desde luego vivió tiempos mejores. Dice la descripción oficial que es un «caserón rectangular con sillería en cornisa, ventanas y esquinales. Adosada la capilla con acceso interior y exterior. Rodean el patio posterior viviendas de caseros, palomar, cocheras y hórreos». Durante el golpe de Estado de 1936 tuvo un papel destacado en los enfrentamientos en Bezoucos.

LODAIRO

43º26'28''N 8º12'44''W.

PAZO DE PIÑEIRO

43º26'08''N 8º12'32''W.

LA MEJOR FOTO

Ante el cruceiro de Lodairo.

LA AVENTURA

Conocer la historia del pazo de Piñeiro.