El espíritu navideño inunda Vigo de propuestas decorativas; algunas siguen la tradición y otras se inscriben en el «freestyle»
24 dic 2021 . Actualizado a las 00:16 h.Al lado de la Navidad grandilocuente y cegadora de Vigo hay propuestas originales esparcidas por toda la ciudad que llaman la atención a su manera. Los escaparates comerciales hace mucho tiempo que contribuyen a dar ambiente en los barrios y de paso, atraen a la clientela hacia sus vitrinas.
Esa es una de las cosas que más satisface a Ana Rocha, responsable de la herboristería LavandaBio (García Barbón, 100), cuando la suciedad de los cristales se debe a que los niños pegan sus caras y sus manos en su escaparate para contemplar el belén que ha montado. Su tienda solo tiene dos años de historia, pero este es ya su segundo belén. Además de figuras tradicionales (los Reyes Magos se los usurpó al belén de su casa) ha añadido motivos muy vigueses, como una noria o varios dinosaurios, otros clásicos de nacimientos catalanes como un caganer, y figuras de Los Simpson que le dan un toque anacrónico muy pop. Si además Homer parece un gigante al lado de la noria y su vecino Ned Flanders está metido en una piscina-pecera con tres caballitos de mar, la escena gana interés. «Los Simpson son joyas de la colección de mi hijo el mayor. Tienen más de 20 años», explica la herborista, disgustada porque las obras de la calle la han tenido atrincherada tras las vallas desde noviembre, muestra al niño Jesús que tiene guardado en el cajón. «Lo había puesto y una señora me recordó que aún no ha nacido», cuenta.
No muy lejos de allí, en el centro de estética Arela (Sanjurjo Badía, 166), su dueña, Marcia, ha desplegado un belén que sigue la Historia Sagrada en versión Mattel. Su San José es Ken, su María es Barbie, el niño es una Barbie pequeñita y hay pastorcillas de la famosa familia adorando la escena entre cervatillos y el poni de las célebres muñecas. «Las Barbies son lo más bonito del mundo», opina esta coleccionista concordando con las decenas de niños y niñas que cada día se paran ante su escaparate para ver su belén y hacerse fotos. «El año pasado hice otro, pero para aquel usé la colección de Star Wars de mi hijo. Tuvo también mucho éxito», asegura.
En el mundo del belenismo de establecimientos comerciales, el decano es el de la Mercería Carlos (Travesía de Vigo, 135). Hace 46 años que Carlos Estévez y su mujer, Adelaida Vaquero, comparten con vecinos y viandantes el gigantesco belén en movimiento que él, monta con la paciencia de un lideiras sin remedio. Es así como logra dar vida a las figuras de la hilandera que teje, el carpintero que sierra la madera o el tabernero que asa un cochinillo.
La Asociación Vila de Bouzas ha elevado esta costumbre a categoría de concurso y hay 43 fachadas particulares presentadas al certamen Bouzas no Nadal, a votación en su Facebook.
En el restaurante mexicano La Malinche (Marqués de Valladares, 6), tiene un parto cuádruple de la Virgen María y ángeles con antenas en un simpático escenario de fusión de estilos.
El escaparate del centro de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral, (Apamp), en Miguel Hernández, 1, no es exactamente un belén, pero sí una decoración de esa inspiración que como explican, es un bosque de Navidad con muñecos hechos en tela en sus talleres artesanales a partir de dibujos de personajes realizados por los usuarios. Curiosamente, la vitrina tiene este año una doble función, porque en vez de anunciar el nacimiento de Jesús, avanza la creación de una marca propia, A Casa Rodante, con diseños de Rafael Cameselle, que echará a andar el próximo año.
Además, en el Vigo de las parroquias, hay casas que extienden su espíritu del jardín al portal. ¿De Belén?