Penas do Castelo ha resultado ser uno de los castros más antiguos de Galicia
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La datación por carbono 14 desvela la edad de una fortaleza en A Pobra do Brollón
24 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las dataciones por carbono 14 han aclarado el misterio relativo a la antigüedad de la fortaleza de Penas do Castelo, en el municipio de A Pobra do Brollón. Según los resultados de estos análisis, que se dieron a conocer ayer en un acto público en la parroquia de Salcedo, la construcción data de entre los siglos VIII y IX antes de la era actual, lo que la sitúa en los inicios de época castreña. Hasta ahora, a falta de otros indicios, no se podía saber con certeza si la fortificación databa del período castreño o de una época posterior, que podría llegar hasta la Alta Edad Media.
La datación fue realizada en un laboratorio especializado de Estados Unidos sobre varias muestras de tierra recogidas por la edafóloga Cruz Ferro en tres puntos diferentes del yacimiento. «A coherencia de resultados entre as tres mostras fainos altamente fiables», señala la investigadora. Esta cronología sitúa la fortaleza de Penas do Castelo entre los asentamientos más antiguos de la época castreña que se conocen en Galicia.
Muy pocos casos
Según explica el arqueólogo Benito Vilas, que el pasado verano dirigió las primeras excavaciones realizadas en este yacimiento, «os castros datados nese período tan temperán son moi poucos». Entre ellos menciona los castros de Torroso —en el municipio de Mos—, Neixón Pequeno —en Boiro— y otro que se encuentra en el concello ourensano de A Mezquita. Esta circunstancia, añade el arqueólogo, confiere un singular interés científico al yacimiento de Penas do Castelo, ya que el período histórico en el que se construyó la fortificación es todavía muy poco conocido en el noroeste peninsular. «Sitúase precisamente no que sería a transición da Idade do Bronce á Idade do Ferro, é dicir, o momento no que as comunidades comezan a asentarse de forma sedentaria no territorio e a facer construcións permanentes en pedra», agrega.
La construcción monumental de Penas do Castelo, dice asimismo Vilas, lo distingue de los otros asentamientos de ese período que se conocen en el territorio gallego. «Temos que entender que mentres esta comunidade está a dotarse dunha muralla de pedra de seis metros de ancho, noutros lugares de Galicia aínda están construíndo con paus, palla e barro», explica.
Un descubrimiento «totalmente inesperado» para los arqueólogos
En los sondeos arqueológicos realizados en verano en Penas do Castelo se comprobó que el asentamiento estuvo protegido por una muralla de piedra seca de considerables dimensiones, que en algunos lugares llega a los cuatro metros de altura. Los investigadores, sin embargo, no consiguieron encontrar ninguna pieza arqueológica ni ningún otro indicio que permitiese asignar el yacimiento a un período determinado, por lo que no se pudo despejar la incertidumbre acerca de su antigüedad.
El resultado de las dataciones por carbono 14, según apunta Benito Vilas, ha sido algo «totalmente inesperado», ya que los investigadores no contaban con que el asentamiento pudiese ser tan antiguo. «Tendo en conta as dimensións da muralla, eu pensaba que como moito podía ser do século III antes da era cristiá», dice a este respecto.
Una comunidad organizada
Los investigadores consideran por otra parte que el carácter monumental de la fortificación, desde el punto de vista de la organización social, «pode ser indicio dunha comunidade moi organizada, seguramente con xerarquías, e sobre todo excedente en tempo e man de obra que permita unha obra civil desta magnitude». Asimismo, resaltan el alto nivel de conocimiento técnico que implica esta construcción.
El Ayuntamiento resalta el interés del asentamiento como nuevo recurso visitable
El proyecto arqueológico de Penas do Castelo fue impulsado por la asociación vecinal y la comunidad de montes de la parroquia de Salcedo, que contó con el apoyo del Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y de la Consellería de Cultura. El alcalde, José Luis Maceda, considera que los resultados de la investigación «aumentarán o interese en visitar este xacemento» e indican que «a aposta do Concello pola arqueoloxía en comunidade como estratexia de creación de recursos turísticos dá os seus froitos». El yacimiento de Penas do Castelo, dicen asimismo desde el gobierno local, «afronta tamén un novo momento como sitio visitable dentro da rede de recursos turísticos» del municipio.
Para la consellería —según apuntan desde el Ayuntamiento—, «os resultados son de sumo interese para a investigación mais tamén no marco da candidatura da Ribeira Sacra a patrimonio da humanidade, xa que nos poñen en contacto coas primeiras comunidades en asentarse de forma definitiva e permanente nestas ribeiras, coas consecuencias que isto ten para a paisaxe».
Patrimonio local
Por otra parte, Marisa Defente, representante de la asociación vecinal y la comunidad de montes, opina que los hallazgos de Penas do Castelo vienen a incrementar el «valor patrimonial» de la parroquia de Salcedo, conocida por el singular valor etnográfico de sus fiestas de Carnaval. «É moi curioso ver como as construcións desas primeiras comunidades en asentarse no territorio axudan agora ás que se cadra somos as ultimas comunidades en crear identidade e recursos para ser sedentarios», dice.