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Un año fructífero para el patrimonio de la Ribeira Sacra

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

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Una jornada de puertas abiertas en las excavaciones del granero romano de Proendos, en Sober, el pasado septiembre. La construcción ya está acondicionada para recibir visitas turísticas
Una jornada de puertas abiertas en las excavaciones del granero romano de Proendos, en Sober, el pasado septiembre. La construcción ya está acondicionada para recibir visitas turísticas CARLOS CORTÉS

Durante el 2021, aunque no se consiguió el reconocimiento de la Unesco, se realizaron importantes hallazgos arqueológicos y se rehabilitaron numerosos monumentos

28 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el 2021, en contra de lo que se esperaba, no se pudo conseguir la declaración de la Ribeira Sacra como patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco. Pero ello no impidió que a lo largo de este año se siguiesen dando importantes pasos en la recuperación, la investigación y la divulgación del patrimonio histórico y cultural de la parte lucense de este territorio. Estos son los avances más destacados que se realizaron en estos terrenos durante los últimos doce meses:

Terrazas vitícolas. Este año se pudo saber por primera vez, mediante procedimientos científicos, en qué época histórica se empezaron a construir los bancales vitícolas que constituyen un elemento básico del paisaje tradicional de la Ribeira Sacra. Una datación por carbono 14 realizada en la parroquia de Vilachá de Salvadur, en A Pobra do Brollón, reveló que las estructuras existentes en esta zona datan del siglo X. El resultado de este análisis se dio a conocer en primavera. Ahora se está llevando a cabo otra datación de este tipo en antiguas terrazas de la parroquia de Pombeiro, en Pantón. Los resultados se sabrán el año próximo.

Hallazgos arqueológicos. Durante este año se llevaron a cabo dos campañas de excavaciones en el yacimiento romano de la parroquia de Proendos, en Sober, donde se puso al descubierto un horreum o depósito de cereales de gran tamaño y de un tipo no documentado hasta ahora en Galicia. La construcción fue acondicionada para recibir visitas turísticas. En el yacimiento arqueológico del castro de San Lourenzo de Cereixa, en A Pobra de Brollón, se desarrolló una nueva campaña de excavaciones en la que se exhumaron los restos del un horno cerámico de origen castreño que se está reconstruyendo en la actualidad. En la parroquia de Salcedo —en el mismo municipio— se realizó recientemente una datación por carbono 14 de la fortaleza de Penas do Castelo que ha revelado que este asentamiento data de entre los siglos VIII y IX antes de Cristo, lo que lo sitúa entre los castros más antiguos de Galicia. En el municipio de Pantón se realizaron por primera vez sondeos arqueológicos en el lugar de O Preguntoiro, donde se descubrieron los restos de una capilla medieval. Se supone que en este paraje existió en la Alta Edad Media un eremitorio que fue el antecedente del monasterio de Pombeiro. En Quiroga, por otro lado, se acondicionó una ruta para visitar el castro de Penadominga, que había sido limpiado el año pasado de la maleza que lo tapaba en su mayor parte.

Patrimonio etnográfico. En el 2021 se registró un hallazgo histórico en este campo, que consistió en la recuperación del único ejemplar conocido de un barco de dornas, un tipo tradicional de embarcación del que se creía que no quedaba ninguna muestra original en el territorio de la Ribeira Sacra. El barco, construido en 1945 y en desuso desde 1959, fue descubierto de manera fortuita en una vivienda del municipio de Pantón por el fotógrafo aficionado Agustín Ruzafa. La embarcación forma ahora parte de los fondos del ecomuseo Pazo de Arxeriz, en O Saviñao.

Monumentos rehabilitados. El pasado febrero se entregaron las obras de restauración de los murales renacentistas de la iglesia de San Xillao de Lobios, en Sober, iniciadas en el 2020. Al mes siguiente concluyeron los trabajos de rehabilitación ejecutados en la iglesia de San Vicente do Pino, en Monforte, donde se restauraron dos conjuntos de pinturas murales de los siglos XVII y XX y el gran retablo mayor barroco, entre otros elementos. En Monforte también se llevaron a cabo obras de rehabilitación en la iglesia del Colegio de la Compañía, donde se repararon los desperfectos causados por el gran terremoto de Lisboa de 1755. Otros monumentos rehabilitados este año fueron las iglesias románicas de Santo Estevo de Ribas de Miño, en O Saviñao, y San Vicente de Pombeiro, en Pantón. En O Saviñao, por otra parte, se desarrollaron a lo largo del año las obras de transformación del Palacio de Diomondi —un valioso edificio de origen medieval— en un albergue de peregrinos del Camino de Invierno. En Ribas de Sil se efectuó una limpieza intensa de las ruinas del antiguo monasterio de San Clodio, al que el Ayuntamiento dedicará una aplicación de realidad aumentada.

Historia. La editorial La Rectoral, con sede en Sober, publicó este año un extenso inventario de los archivos del monasterio monfortino de San Vicente do Pino realizado en 1613 por el monje Mancio de Torres. El manuscrito fue conservado por una familia de Monforte y nunca se había editado hasta ahora. La obra contiene una gran cantidad de datos sobre las antiguas posesiones del monasterio en Monforte y en otras partes de la comarca de Lemos, por lo que supondrá una importante fuente de información para los historiadores.