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José Ramón Fernández: «Estamos traballando para sacar un tratamento poscovid termal»

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

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ANA GARCÍA

Turismo a toda Costa | La respuesta a la reapertura del Balneario de Carballo tras el parón por la pandemia fue «espectacular»

04 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La capital de Bergantiños y la Costa da Morte tienen en el Balneario de Carballo un gran referente a nivel turístico. Estas instalaciones, con unas aguas termales que destacan a nivel nacional por su elevado índice de azufre —«das máis altas de toda España», apunta el director, José Ramón Fernández López (Carballo, 1962)—, acercan a la capital bergantiñana a «máis de 5.000 persoas ao ano», de las cuales cerca de 4.500 son clientes fidelizados. Son unas cifras que no están nada mal y que compiten con otros negocios consolidados de la Comunidad en las provincias de Pontevedra y Ourense.

Lo cierto es que en los casi 38 años de historia de esta empresa como tal, pues antes fueron muchos más, desde tiempos romanos incluso, no fue hasta la llegada de la pandemia cuando se vieron obligados a parar, nada más y nada menos que dieciséis meses. «O noso cliente é dunha idade media duns 70 anos e por iso era moi complicado poder traballar», explica José Ramón, quien lleva más de treinta años al frente. Fue su padre Ramón Fernández Mato quien arrancó esta etapa del establecimiento.

En el pasado mes de julio reabrieron y la respuesta fue «espectacular»: «Houbo quen repetiu ata tres veces. Era algo que botaban moito de menos e sorprendeunos moito, a verdade».

Gran parte de su clientela llega a través de los programas del Imserso y de la Xunta para la tercera edad, que también se vieron afectados por el covid-19. No obstante, diseñaron promociones propias, con características muy similares de once noches de alojamiento en el hotel, del que también disponen, y pudieron comprobar que el éxito era prácticamente el mismo.

El virus no solo trajo cosas malas. Luego de tanto tiempo con las puertas cerradas, si bien se hizo un seguimiento médico para todas aquellas personas que lo desearan, los beneficios del agua en los agüistas fueron «moi notorios», cuenta Fernández López. Así es que ya trabajan en un tratamiento «poscovid» para sacarlo en su nuevo regreso, a mediados de este mismo mes. Y es que, como de costumbre, por descanso, suelen cerrar por estas fechas. En el caso del hotel, reabrirá a mediados de febrero. «Para a xente que, como consecuencia do coronavirus, tivo problemas respiratorios e musculares, vailles ir moi ben. Incluso a nivel psicolóxico, nunha época que foi tan difícil neste sentido», añade.

Tienen infinidad de tratamientos terapéuticos y lúdicos. No obstante, la propia agua es el bien más preciado, reconoce el máximo responsable. Así, pues, triunfan los circuitos en la piscina o las bañeras hidromasaje, pero, también, los envolventes de chocolate y de algas, los peelings faciales y corporales, los tratamientos antiestrés... Son muchas las parejas jóvenes que se animan con estas técnicas. Todo, siempre, compaginado con el turismo por la zona. «O impacto que a xente xera no pobo é importante. De feito, os negocios botáronnos moito en falta. Sempre marchan fascinados por todo: polas augas, os lugares, a gastronomía...», explica José Ramón.

«Os compoñentes da auga alivian as dores e axudan a previr»

El prototipo de cliente del Balneario de Carballo es una persona con problemas reumáticos, respiratorios, dermatológicos y neuropsiquiátricos. «Os compoñentes da auga alivian as dores e axudan a previr», comenta Fernández.

Con picos de 40 empleados, son ahora 32. Es un turismo desestacionalizado que funciona todo el año. Un 60 % de los visitantes son de Galicia, de las cuatro provincias, y el resto de Madrid, sobre todo, pero también de Castilla y León, Asturias y, más recientemente, del sur. El «boca a boca» es clave.

Desde la gerencia apuestan por renovarse siempre y ahora están inmersos en un proyecto a largo plazo para mejorar la eficiencia energética.