De curtiduría a albergue: así será dormir en la antigua fábrica de A Chaínza
VEN A GALICIA · Exclusivo suscriptores
El Concello de Noia invertirá 450.000 euros en la rehabilitación de una nave
09 ene 2022 . Actualizado a las 13:41 h.De entrada, la fabricación de cuero curtido y el sector de los alojamientos tienen poco que ver, pero a veces se producen inesperadas conexiones que trascienden el tiempo y el espacio. La primera fue una de las industrias más florecientes e importantes de Noia hasta el siglo XX, y ahora entronca con una de las actividades que promete convertirse en un impulso importante para la economía de la villa al abrigo del Camino de Santiago con la transformación de la antigua curtiduría de A Chaínza en un albergue para peregrinos.
Esta es uno de las grandes actuaciones del gobierno de Noia para este año, de manera que en unos meses muchas personas podrán experimentar cómo es eso de dormir en una antigua fábrica de curtidos. El proyecto ya está listo y solo falta que Patrimonio dé su visto bueno, puesto que las naves de A Chaínza, que comenzaron a funcionar en los albores del siglo XVIII, son además un importante elemento patrimonial. Por esta razón, la rehabilitación integral que está previsto llevar a cabo en uno de los edificios para crear un albergue de peregrinos conservará las paredes exteriores —las únicas que siguen en pie— y no prevé alterar ni los volúmenes ni la composición iniciales de la nave, que quedará perfectamente integrada en el entorno. Para ello se utilizarán materiales como piedra, madera y zinc.
Para financiar estos trabajos, el Concello de Noia cuenta con 450.000 euros que servirán para transformar una ruina en un albergue con todas las comodidades. Cada una de las dos plantas del futuro alojamiento cuenta con 130 metros cuadrados. En todas ellas habrá una zona de estar común, baños y duchas —que serán accesibles en el piso inferior— y ocho dormitorios con literas, tres en la planta baja y cinco en la alta. Un lucernario en la cubierta aportará luz interior al edificio, que contará con zona de lavandería, máquinas de vending, acceso para bicicletas, espacio de lavado exterior, wifi y conexión con la oficina de información turística.
En los últimos años se ha ido preparando el terreno para conseguir las autorizaciones que convertirán la centenaria fábrica de curtidos en un moderno albergue, y la previsión es que las obras puedan ejecutarse en el segundo semestre del 2022.