El impacto de PortAmérica: seis meses antes cuesta encontrar alojamiento

El pasado 22 de diciembre fue, además del día de la lotería de Navidad, la jornada en la que se anunciaron las fechas del festival PortAmérica 2022 y las primeras confirmaciones del cartel musical. La cita, que la pandemia obligó a suspender el pasado julio en Caldas de Reis y que en octubre solo pudo celebrar una de sus dos jornadas en Portas por una alerta de temporal, tendrá lugar los días 2, 3 y 4 de junio. El festival adelanta un mes su fecha habitual y se desarrollará en dos municipios: Caldas y Portas. En Caldas habrá actividad en la carballeira y en A Tafona, y en Portas será en la Azucreira. Los detalles no se desvelaron el 22 de diciembre.

La productora Esmerarte hacía públicas las fechas y parte del cartel a primera hora de la tarde y, a los pocos minutos, hoteles y otros alojamientos de Caldas empezaban a recibir llamadas de clientes y correos electrónicos para reservar un sitio donde dormir. Lo corroboran varios hosteleros consultados por La Voz.

«Sí, a las pocas horas del anuncio ya tenía el hotel casi lleno para ese fin de semana, me quedarán dos o tres habitaciones», comenta Jose Aragunde, del hotel Pousada Real. Además de este establecimiento tiene otro con tres habitaciones y varios pisos turísticos. «Claro que se notó. A ver si por fin se puede hacer el festival este año, hay que mantenerse optimistas».

Nuria Acuña, del Celenis Hostel de As Silgadas, señala que la primera reserva para el festival le llegó el mismo día 22 cuando estaba comiendo. «Es una pena que la organización no nos hubiera avisado con algo de antelación para poder poner unos precios moderados y reservar directamente para ahorrarnos la comisión de Booking», dice. La clientela habitual de este hostel que abrió sus puertas el pasado julio son peregrinos. «Si nos hubieran avisado se podría organizar mejor porque son clientes distintos que no se pueden mezclar, el peregrino quiere descansar y el público del festival viene a pasarlo bien», expone. En todo caso, en Celenis Hostel tienen reservadas 40 de sus 46 camas para esos primeros días de junio. El establecimiento estuvo cerrado noviembre y diciembre para hacer unas obras de mejora y volverá a abrir el 3 de enero.

El impacto del PortAmérica en las reservas de alojamiento también se nota en los hoteles más grandes. «Sí se incrementan las reservas, nosotros tenemos todas las habitaciones prácticamente reservadas para el festival», indican desde el hotel balneario Dávila, uno de los dos históricos de Caldas. El caso del hotel Sena, situado en la carretera de Vilagarcía, es distinto. En este establecimiento 40 o 50 habitaciones se las reserva cada año la organización del PorAmérica para los grupos y sus equipos. «Un mes antes nos dicen exactamente las que necesitan y, si queda alguna libre, se ofertan para el público», apuntan desde el Sena.

Miguel Piñeiro, que gestiona el hotel Roquiño y el restaurante A do borlo, relata que en su caso ya tenían reservadas esas fechas de principios de junio para grupos de peregrinos, ya que desconocían cuándo se iba a celebrar el PortAmérica. «Cuando salió el cartel y las fechas nos llamó bastante gente por teléfono, más de veinte personas, pero ya no había margen», afirma. Este hostelero confía en que el 2022 permita trabajar a un sector muy castigado después de dos años de pandemia para aprovechar el tirón que esperan entre Semana Santa y octubre. Es la temporada fuerte que desde el 2020 les robó, en gran medida, el covid.

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