No corren buenos tiempos para las salas. El aluvión de cancelaciones y el retraimiento del público dificultan el sostener sus programaciones. Aun así, se resisten a claudicar. Hacemos un recorrido por los principales locales de conciertos para ver qué nos proponen para el 2022
14 ene 2022 . Actualizado a las 10:50 h.«O Clavi non claudica» fue el hashtag que el histórico local de conciertos lucense utilizó en los momentos de mayores restricciones de la pandemia. Y, de alguna manera, ese sigue siendo el sentir general de un sector severamente castigado. No solo por las limitaciones impuestas por la normativa sanitaria, sino también por el retraimiento que se constata en una parte del público, cada vez más temeroso, y, sobre todo por la incertidumbre, el sobreesfuerzo, el hartazgo y las pérdidas económicas que originan las reiteradas cancelaciones.
Es por ello por lo que la mayor parte de las salas gallegas han optado este año por fundamentar el grueso de su programación en los grupos gallegos. «Ellos lo agradecen porque tienen más oportunidades de tocar en sitios a los que de otra manera tendrían más difícil acceso. Y nosotros también, porque tenemos más garantías de que el concierto se va a realizar o de que, en el caso de que hubiera que suspenderlo, lo podríamos reprogramar», explica Alberto Grandío, propietario del Clavicémbalo y presidente de Clubtura, la Asociación Gallega de Salas de Música.
La sala de mayor capacidad de la comunidad, la coruñesa Pelícano, ha articulado para el primer semestre una programación basada fundamentalmente en la electrónica y los sonidos urbanos. Por allí pasarán en febrero Yung Beef, Lucenzo, Beéle y Maikel Delacalle. En marzo estará Petazeta y en abril Ayax y Tolischa. La sala reserva dos citas para artistas gallegos. Para Tanxugueiras, con todo vendido, el 26 de marzo, y para Baiuca el 25 de febrero. También pasarán por Pelícano bandas estatales como La M.O.D.A. (22 de enero) y Ojete Calor (9 de abril). La sala acogerá además los 15 eventos con los que a lo largo del año la productora gallega Wake Up celebrará su décimo aniversario.
Menos definida tiene la programación la «hermana pequeña» de Pelícano, la sala Inn Club. «De momento, tenemos anunciado a Mastodonte y poco más. El tema de las cancelaciones nos genera mucho desgaste. Preferimos esperar», comenta José Patiño, programador del local.
La otra gran sala gallega, por capacidad, la compostelana Capitol, tiene de momento programados ocho conciertos hasta junio. Una cifra que, en condiciones normales, tendría en un solo mes. Si nada se tuerce, el primer concierto del 2022 será el de La M.O.D.A. el jueves 20. Le sucederán los de Corizonas (28 enero), Funzo & Baby Loud (19 febrero), León Benavente (26 febrero), The Bon Scott Band (20 marzo), Ilegales (26 marzo), Cepeda (8 mayo), Pond (7 junio) y Dive (8 junio).
Para Pepe Doré, responsable de una de las salas más veteranas de Galicia, el Garufa Club de A Coruña, «programar en 2022 es una quimera». No solo porque «siempre estás a 48 horas de que te cancelen cualquier cosa», sino porque además «hay que hacer malabares para encajar todo lo que cancelamos en el 2021, que a su vez, en parte, venía de cancelaciones del 2020». La sala coruñesa, que en mayo alcanza 30 años de vida, tiene, entre otros, previsto acoger en febrero los conciertos de Cápsula, Ventiuno, Los Estanques y Pedro Pastor. En marzo por allí pasarán Os Resentidos, Travis Birds y Ñu. Para mayo quedan Marta Soto, Belako, Adam Green y Laura Cox.
También cumple 30 años en este 2022 El Náutico de San Vicente. Su propietario Miguel de la Cierva asegura que, independientemente del nivel de restricciones, mantendrá el esquema de cartel oculto y conciertos sorpresa que tan buen resultado le ha dado los dos últimos veranos. «La idea es mantener un estándar de calidad y que lo mismo te pueda aparecer Leiva, Coque Malla o Depedro que un grupo gallego o una big band de jazz». El Náutico incidirá en la idea de desestacionalizar parte de su programación, realizando conciertos —estos sí se anunciarán— en primavera y otoño.
La coruñesa Mardi Gras es posiblemente la sala gallega por la que más grupos internacionales pasan al cabo del año. Circunstancia que en la actual coyuntura dificulta aún más fijar su calendario de conciertos. «¿Has visto lo que ha pasado con Djokovic? Pues a nosotros con las bandas internacionales nos pasa eso cada dos por tres?», relata Tomi Legido, programador de la Mardi. Aun así, para este primer semestre la sala contempla las visitas foráneas de The Lords of Altamont y 1914 (en marzo), Supersuckers y The Riven (en abril), The Damn Truth, Les Lullies y Robert Jon & The Wreck. Por la sala de Montealto pasarán en febrero Sexy Zebras, Albertucho, Karavana, Lichis y Bastards on Parade. Y para marzo están previstos, entre otros, Tu Otra Bonita y Ruxe Ruxe.
La sala de referencia en Pontevedra, la Karma, reabrirá en febrero con Cápsula en su escenario. En marzo ya está confirmada María Yfeu. Y, a partir de abril, Ortiga, Aurora & The Betrayers, Terbutalina, Berto, Familia Caamagno y tres conciertos de tres grandes artistas nacionales que aún no puede desvelar y que llegarán de la mano del ciclo Vibra Mahou.
También SON Estrella Galicia mantiene, aunque con cifras inferiores, su ciclo de conciertos en salas. Aun así, programarán a Gruff Rhyss en Radar y Riquela en marzo, a Metz en La Iguana y a Porridge en Radar, en abril; a Belako en Radar y Garufa en mayo y a Pond y a DIIV en la Capitol en junio. A pesar de que «en los últimos dos años hemos tenido que mover más de 50 giras», los responsables de SON reafirman su compromiso con las salas y su confianza en que el segundo semestre del 2022 «será muy bueno».
UN BUEN FINAL DE AÑO
«Si no claudiqué en el 2020, menos voy a claudicar ahora», argumenta Alberto Grandío, propietario del Clavicémbalo. «Lo de programar a tres meses vista pasó a la historia. Yo tengo el calendario hecho hasta junio, pero sé que voy a tener que cambiar un montón de cosas». En ese calendario figuran, sobre todo, nombres de grupos gallegos. Aunque se abre el 20 y el 21 de enero con dos artistas internacionales: el portugués Tim, cantante de los míticos Xutos & Pontapés, y el cuarteto del armonicista y vocalista de blues nortemaericano Greg Izor. Por el Clavi también deberían pasar en los próximos meses NEO, Batea, Ñu, Grilo, Bule, Tecor Societario, Los Motores y Tito Alcedo.
Una de las salas a las que menos está afectando el actual caos es a A Arca da Noe, en Vilar de Santos. Su artífice, Noemí Vázquez, reconoce que «o feito de traballar principalmente con artistas galegos permíteme ter unha programación moito máis estable». De momento, y hasta que en primavera pueda disponer del espacio exterior de Carabuñas, «fago cousas pequenas». Este mes pasarán por allí Keltikos, Víctor Movilla & Miguel de Flores, Roberto Sobrado y Belém de Andrade. Para Carabuñas ya están confirmados Tandub, Pedro Pastor y Terra Morena.
También apuesta por el producto autóctono, y no por cuestiones pandémicas, la sala Rebullón, de Mos. Su programador, Cao, ha optado por tomarse con tranquilidad el 2022. «O ano pasado foi unha loucura». Claro que el concepto tranquilidad para la Rebullón incluye una veintena de conciertos en el primer semestre. Entre ellos, este mes, los de Tim y O Leo (21) o el de Barry White Gone Wrong (22). En febrero estarán Ruxe Ruxe, Zënzar y Factoría de Subsistencia (5), Bule y Tecor Societario (12) o Forget La France (16). Otras citas serán con Fear Of Missing Out, Acordeireta, Zurrumalla, The Turre's Band, La Mari o Muerdo.
En Santiago, el Riquela Club retomará la actividad en su escenario a partir de marzo. De momento, ya tiene cerrados artistas como Josemi Carmona, Rubio de Pruna o Gruff Rhyss.
También en Santiago, Malatesta ya anuncia a Ruxe Ruxe y Zënzar (22 enero), Deleiba y Biribirlocke (29 enero), Crisix y Northslave (18 febrero) y Boyanka Kostova (4 marzo).
En Vigo, La Fábrica de Chocolate opta por «un planteamiento conservador». Su programador, Quique Rodríguez, explica que «el primer semestre lo vamos a tomar con cautela. Apostamos por grupos locales. A ver si después del verano podemos animarnos».
David Pedrouzo, responsable del Torgal, se reconoce también «un poco amarreta» y prioriza el «garantizar la seguridad y la comodidad». El local ourensano abrirá su programación de conciertos el 14 de marzo con The Microphones, la banda del guitarrista norteamericano Phil Elvrum (Mount Eerie). «Tendremos una primavera de baja intensidad, pero confiamos en que a partir de septiembre podamos volver a la normalidad. No a esta nueva, sino a la de antes». Tanto es así que Pedrouzo concluye, radicalmente optimista: «En el otoño del 2022 y en los primeros meses del 2023 nos vamos a encontrar con un bum de giras en salas».